Quizá haya muchas más, pero en esta ocasión hemos seleccionado tres motivos frecuentes por los que el sexo podría haber pasado a un segundo plano en tu vida de pareja.
1. Tu cama ya no es sexy. Los expertos lo han repetido hasta el cansancio: la cama solo debe utilizarse para dormir y para el sexo. Todo lo demás sobra. Sobre todo, ordenadores, tabletas, teléfonos y todo lo que suponga la dispersión de los sentidos y los pensamientos.
Solución: Convierte tu cama en un área libre de tecnología. Échale un vistazo a tu vida y da al sexo la prioridad que se merece. ¿Te imaginas que dedicases el tiempo que empleas en contestar o leer WhatsApp a retomar esas caricias y masajes que antes te volvían loca?
2. Tomas fármacos que hacen caer en picado tu libido. A veces son los propios anticonceptivos o determinados antidepresivos. Muchos fármacos pueden impactar en el deseo sexual porque contienen hormonas que alteran el equilibrio del organismo y su respuesta sexual.
Solución: Consulta con tu médicos los efectos adversos que pueden tener los medicamentos que tomas habitualmente.
3. Llevas una vida muy ocupada. Siempre tienes todo el tiempo cubierto, entre el trabajo, los niños y las tareas domésticas. El sexo es el ultimo eslabón de una cadena y casi siempre el olvidado.
Solución: Olvídate del sexo espontáneo, pues en estas circunstancias es difícil que llegue a darse. Pues con una agenda repleta nunca va a llegar el momento ideal. En su lugar, planifica el sexo como una más de las tareas que debes completar en un día. Cuando lo hagas varias veces se convertirá en un buen hábito. Prueba y cuéntanoslo.
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