Tener que pesar nuestra comida en una balanza o medirla con
diferentes tazas o cucharadas puede hacer que nos cansemos y terminemos
por abandonar nuestro estilo de vida saludable.
Sabemos que llevar un control de las porciones que comemos a diario
puede resultar agotador y bastante tedioso. Por eso, olvídate de la
balanza y las tazas de medir. ¿Por qué? Simple: la solución está en la
palma de tu mano. Gracias a ella podrás medir lo que comes, a
continuación te explicamos cómo. Presta atención:
Carbohidratos en grano. Como el arroz, las lentejas y el cereal. Puedes medirlo al usar el puño de tu mano, que equivale a una taza.
Carbohidratos en rebanadas. Como el pan, las tortillas o las arepas. Usa tu mano abierta, la porción no debe superar su tamaño.
Proteínas. Como el pollo, la carne de res y el
pescado. Puedes usar el tamaño de la palma de tu mano como guía. Procura
que los filetes que vayas a comer no rebasen su tamaño.
Lácteos. Como el yogur y la leche. Toma como referencia la distancia entre tu pulgar y tu dedo meñique, que equivale a 1 vaso.
Grasas. Como el aguacate o la mantequilla de maní. Puedes usar el tamaño de tu pulgar que equivale a una cucharada.
Semillas o frutos secos. Como la de girasol o los pistachos. El tamaño de la palma de tu mano debe servirte de guía.
Vegetales y frutas. Los puedes medir usando el puño de tu mano que equivale a una taza. Aunque puedes recurrir a dos si quieres.
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