En ocasiones recibimos invitaciones que aceptamos y luego no sabemos como zafarnos de ellas, por lo que inventamos excusas.
¿Debería salir con él? ¿Y si mejor le digo que no? ¿Será que se
molesta? Deberíamos ser lo suficientemente maduras para decirle a
alguien que no queremos salir con él. Sin embargo, si no nos armamos de
valor, es en esos momentos de indecisión es que las mentirillas blancas
disfrazadas de excusas aparecen.
Recopilamos algunas de las excusas que todas hemos dicho para no salir con alguien en estas cinco frases. ¿Te suenan conocidas?
Tengo una reunión familiar. Y de paso es súper
importante como el matrimonio de un primo o el cumpleaños de tu abuela.
Así que indiscutiblemente no puedes faltar. La excusa perfecta.
Estoy castigada. Aplica cuando eres menor de edad y
vives en la casa de tus padres. Lo mejor de esta excusa es que cuando te
pregunten cuándo dejaras de estar castigada puedes responder que dentro
de un mes, por lo que le darás tiempo de desistir.
Me siento mal. Clásica, pero no por eso menos
verosímil. Llovió y crees que tienes malestar de gripe, tienes dolor de
estómago o cabeza… Cualquier cosa que digas será creíble, la gente se
enferma todo el tiempo y puedes achacarle la culpa a tus defensas bajas.
Tengo muchas cosas pendientes. Estudiar para un
parcial, finalizar el anteproyecto de la tesis, adelantar en tu trabajo
de free lance, ayudar en la casa con la limpieza o las compras. Tú solo
exagera la situación y di que es algo que tienes que hacer a juro.
No me dieron permiso. Seguro, el chico entenderá que
eres una niña de tu casa a quienes sus padres no le permite hacer lo
que le dé la gana. Cuando eres joven esta es una de las excusas que más
dices.
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