Un grupo de Policía Judicial y un fiscal delegado de la Dirección Antisecuestro y Antiextorsión de la Policía de Colombia (Gaula) rescató el pasado martes a una menor que durante 10 años fue engañada por una mujer que se hizo pasar como su madre y la tuvo en su casa.
La trágica historia comenzó en el 2006, cuando la señalada de ser la secuestradora contactó a dos jóvenes que estaban embarazadas y les ofreció trabajar en su casa en servicios domésticos. Al enterarse de que una de ellas iba a tener un niño y la otra una niña, decidió quedarse con la bebé.
Cuando la pequeña tenía un mes de nacida, le ofreció a la joven madre que se realizara un chequeo médico. Y esa fue la última vez que la vieron con vida.
Carmen Torres, directora de Fiscalías de Bogotá, relató que la abuela de la víctima le preguntó a la señalada secuestradora por la ubicación de su nieta, pero ella le argumentó que la había dejado en un paradero donde supuestamente se iba a encontrar con el padre de la menor.
Sin embargo, en febrero de este año, un hermano de la joven desaparecida estuvo por el barrio Danubio Azul, de Bogotá, y vio a la sindicada con una niña de 10 años que era muy parecida a una de sus sobrinas. Esto despertó sospechas sobre si podía ser o no la hija de su desaparecida hermana.
Las autoridades lograron comprobar mediante pruebas de ADN que la mujer no era la verdadera progenitora de la niña. Los investigadores también le solicitaron a Medicina Legal información sobre cuerpos que hubieran sido encontrados en fechas cercanas a la de la desaparición de la madre de la pequeña.
Así fue como se pudo determinar que un día después de los hechos fue hallado un cuerpo que fue reportado como NN. En el informe sobre el hallazgo se señala que era una mujer que llevaba un babero, el cual fue reconocido posteriormente por la hermana de la víctima como uno de los regalos que le dio a la menor.
“Para la época de los hechos, la mujer que fingía ser la mamá de la menor le habría dado muerte a la verdadera progenitora y raptado a la niña”, dijo la directora de Fiscalías de Bogotá.
El cuerpo de la joven tenía dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el pecho. El fiscal del caso ordenó la exhumación y recaudó pruebas de ADN que permitieron confirmar que se trataba de la misma persona que 10 años atrás había desaparecido junto con su hija. También cotejaron las muestras con las de la menor, y la compatibilidad fue del 99,9 por ciento.
Los familiares que denunciaron la desaparición relataron que se habían enterado de que la que sería la secuestradora le había ofrecido 200.000 pesos y un lote a su familiar a cambio de la bebé, pero ella se negó a aceptarlo, y que tras este episodio no se volvió a saber de ella.
Por estos hechos, la mujer que tenía a la menor y tres hombres fueron capturados y se les imputaron cargos ante un juez del complejo judicial de Paloquemao.
Se demostró también que la mujer registró a la menor con documentos falsos y dijo que había nacido en un hospital que meses atrás había cerrado.
“Se han capturado cuatro personas: la madre sustituta, que para este caso se le llamó así; el supuesto padre y dos personas que firmaron como testigos del nacimiento de la niña”, agregó Torres.
La mujer enfrenta cargos por homicidio agravado, secuestro simple agravado y obtención de documento público falso, por los cuales enfrenta hasta 33 años de cárcel. Los demás señalados responderán por obtención de documento público falso y falso testimonio. Ninguno de ellos aceptó cargos.
Actualmente, la menor permanece bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
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La trágica historia comenzó en el 2006, cuando la señalada de ser la secuestradora contactó a dos jóvenes que estaban embarazadas y les ofreció trabajar en su casa en servicios domésticos. Al enterarse de que una de ellas iba a tener un niño y la otra una niña, decidió quedarse con la bebé.
Cuando la pequeña tenía un mes de nacida, le ofreció a la joven madre que se realizara un chequeo médico. Y esa fue la última vez que la vieron con vida.
Carmen Torres, directora de Fiscalías de Bogotá, relató que la abuela de la víctima le preguntó a la señalada secuestradora por la ubicación de su nieta, pero ella le argumentó que la había dejado en un paradero donde supuestamente se iba a encontrar con el padre de la menor.
Sin embargo, en febrero de este año, un hermano de la joven desaparecida estuvo por el barrio Danubio Azul, de Bogotá, y vio a la sindicada con una niña de 10 años que era muy parecida a una de sus sobrinas. Esto despertó sospechas sobre si podía ser o no la hija de su desaparecida hermana.
Las autoridades lograron comprobar mediante pruebas de ADN que la mujer no era la verdadera progenitora de la niña. Los investigadores también le solicitaron a Medicina Legal información sobre cuerpos que hubieran sido encontrados en fechas cercanas a la de la desaparición de la madre de la pequeña.
Así fue como se pudo determinar que un día después de los hechos fue hallado un cuerpo que fue reportado como NN. En el informe sobre el hallazgo se señala que era una mujer que llevaba un babero, el cual fue reconocido posteriormente por la hermana de la víctima como uno de los regalos que le dio a la menor.
“Para la época de los hechos, la mujer que fingía ser la mamá de la menor le habría dado muerte a la verdadera progenitora y raptado a la niña”, dijo la directora de Fiscalías de Bogotá.
El cuerpo de la joven tenía dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el pecho. El fiscal del caso ordenó la exhumación y recaudó pruebas de ADN que permitieron confirmar que se trataba de la misma persona que 10 años atrás había desaparecido junto con su hija. También cotejaron las muestras con las de la menor, y la compatibilidad fue del 99,9 por ciento.
Los familiares que denunciaron la desaparición relataron que se habían enterado de que la que sería la secuestradora le había ofrecido 200.000 pesos y un lote a su familiar a cambio de la bebé, pero ella se negó a aceptarlo, y que tras este episodio no se volvió a saber de ella.
Por estos hechos, la mujer que tenía a la menor y tres hombres fueron capturados y se les imputaron cargos ante un juez del complejo judicial de Paloquemao.
Se demostró también que la mujer registró a la menor con documentos falsos y dijo que había nacido en un hospital que meses atrás había cerrado.
“Se han capturado cuatro personas: la madre sustituta, que para este caso se le llamó así; el supuesto padre y dos personas que firmaron como testigos del nacimiento de la niña”, agregó Torres.
La mujer enfrenta cargos por homicidio agravado, secuestro simple agravado y obtención de documento público falso, por los cuales enfrenta hasta 33 años de cárcel. Los demás señalados responderán por obtención de documento público falso y falso testimonio. Ninguno de ellos aceptó cargos.
Actualmente, la menor permanece bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
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