miércoles, 9 de noviembre de 2016

¿Por qué vestimos de negro en los funerales?



La costumbre para expresar el desconsuelo por la pérdida de un ser querido es utilizar prendas de color negro, ya que denota respeto y dolor. Pero, ¿sabes de dónde viene esta tradición?

Existen muchas versiones que explican el por qué, sin embargo, la más conocida tiene su origen en la superstición. Anteriormente las personas creían que cuando alguien moría el alma salía del cuerpo y buscaba introducirse en otro, sin importar que estuviera vivo. El miedo a ser poseídos por los espíritus de los difuntos, llevó a diversas tribus a pintar sus cuerpos de negro, así estaban camuflados e “invisibles” ante las almas perdidas.

Otra de las explicaciones del uso de estas prendas viene de los tiempos de la República romana, donde las mujeres utilizaban vestidos negros llamados lugubrias, para guardar el luto por sus amantes fallecidos en batalla.

Sin embargo, a pesar que esta costumbre continúa en la actualidad no siempre fue así en tiempos pasados. Ya que en el siglo II a través de un decreto imperial, los romanos establecieron el blanco como el color oficial del luto, debido que era el tono de la toga pulla.

La costumbre de usar blanco en los entierros se difundió hasta la Europa medieval, donde actualmente es el color del luto en gran parte de los países asiáticos (Japón, India) e islámicos.

Para que el negro volviera a ser el color oficial del luto tuvo que esperar hasta 1497, que tras la muerte del príncipe Juan en España, los Reyes Católicos aprobaran un conjunto de leyes denominadas como la “Pragmática de Luto y Cera”, donde dictaba específicamente que el negro debía ser el color utilizado para respetar a los muertos.

Estas leyes también dictaban otras extrañas y estrictas normas, donde obligaban a la viuda a quedarse encerrada en una habitación tapizada de negro sin que entrara nada de luz durante un año. Luego Felipe V, limitaría esta regla al disminuir el tiempo a seis meses y que el interior de la vivienda tenga el color que quiera.

En la actualidad esas leyes se disolvieron, pero todavía se extiende el uso del negro o tonos oscuros para los entierros, ya que es una manera educada para presentar respeto y condolencias por el fallecido y sus familiares.

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