El cuerpo
de una mujer, ya convertido en osamenta, fue encontrado de la manera más asombrosa
enterrado en el patio de una casa de la urbanización Los Modines, donde residía
junto a su pareja.
La historia
de este caso esta lleno de incertidumbres y se remonta a unos dos años atrás.
La víctima, de quien por ahora solo se
sabe que presuntamente es de nombre Tailiana, natural de Cabimas y trabajaba
como peluquera en un local alojado en la planta alta del supermercado Kapital
de La Limpia, residía con su marido Freddy y su pequeño hijo, en una casa
ubicada en la calle 90B del referido conjunto residencial.
Su
desaparición fue un misterio desde un comienzo. “Era una mujer muy bella,
atractiva y su pareja la celaba”, agregó.
Desde
entonces su familia comenzó a buscarla en hospitales, centros policiales y
morgues. No se tiene aún la fecha precisa del día que la dejaron de ver pero se
habla de hace unos dos años.
Por ahora
se sabe poco del periplo que parientes de esta dama hicieron para ubicarla pero
desde el martes 11 de julio, la búsqueda presuntamente habría llegado a su final.
Todo apunta a que el cadáver, que funcionarios de homicidios del CICPC-Zulia
sacaron de una fosa sellada con cemento del patio de la casa de Los Modines,
corresponda al de Tailiana. Trascendió que la dentadura del cuerpo aún tenía
unos braketts, al parecer los mismos que usaba la joven madre. Todos los restos
son analizados por expertos forenses quienes determinarán su identidad con
ayuda también de una prueba de ADN.
Pero la
ubicación de los restos de la chica no fue porque un oráculo lo dijo. El relato
se hace aún más interesante al descubrir cómo encontraron el cadáver de lo que
parecía ser un presunto crimen perfecto. Sin evidencias ni cuerpo del delito.
Una fuente vinculada al caso comentó que hace unos dos meses, esa casa donde
Tailiana vivió, fue vendida por su pareja. Este la tenía casi abandonada y
pasaba la mayoría del tiempo en casa de sus padres, una mujer perteneciente a
la junta comunal de Los Modines y su marido, jubilado de Pdvsa.
El nuevo
propietario de la vivienda, decidió hacer una enorme ampliación y para ello
contrató a un grupo de constructores. Los obreros comenzaron a hacer su tarea
pero por la magnitud de la obra, el nuevo dueño alquiló una pequeña excavadora.
Esta pequeña máquina fue la que detectó una estructura dura de concreto
enterrada. Al operador le pareció raro y cuando hurgaron bien, se encontraron
con la osamenta. Inmediatamente le notificaron al nuevo propietario de la casa
y este, sin vacilar dio parte al CICPC. Desde entonces iniciaron las
investigaciones.
El primer paso
de los detectives fue interrogar al antiguo dueño de la casa. Se comentó que
los hombres de homicidios han ido con
cautela por cuanto aún no tienen las pruebas científicas que les permita
asegurar que los restos le pertenecen a Tailiana. Su marido, al parecer fue
entrevistado ayer nuevamente pero no en calidad de indiciado, por ahora.
De este
hallazgo todavía queda mucha tela que cortar, aseguró una fuente policial. De
lo que sí se está casi convencido es que detrás de todo esto ocurrió un escabroso
homicidio.
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