El Síndrome del “Bebé Sacudido” es una problemática que podría provocar graves lesiones en los recién nacidos, al punto de poder causarles la muerte.
Según indican los especialistas, se trata de un tipo de traumatismo cerebral que se genera cuando un bebé es zarandeado violentamente por la persona que lo cuida, quien se altera con los llantos o quejidos del recién nacido.
En este sentido, los expertos destacan que este síndrome ocurre en los bebés con menos de seis meses de vida ya que sus cuellos son frágiles y sus cabezas son grandes. Al recibir un zarandeo, sus cerebros se mueven dentro del cráneo, pudiendo quedar lesionados de forma irreversible.
Algunas de las consecuencias de este síndrome son las hemorragias subdurales (que ocurren dentro del cerebro) y las hemorragias retinianas (en los ojos); a su vez, también pueden causarse daños severos en la médula espinal y en el cuello.
Infortunadamente, el 20% de los bebes que son violentamente sarandeados fallecen en un corto plazo, mientras que el 80% de ellos puede sufrir discapacidades y lesiones serias, como sordera, ceguera o parálisis.
La mejor forma de prevenir este tipo de síndrome es, desde ya, no sacudir a los bebés; por eso, se recomienda siempre sostenerles la cabeza y el cuello a los recién nacidos y jugar con ellos suavemente.
Paralelamente, para intentar calmar a un bebé y hace que deje de llorar, se sugiere cerciorarse de que el bebé no tenga hambre, calor, frío o fiebre.
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