Los temblores son trastornos que pueden llegar a ocasionar enfermedades peligrosas, el movimiento involuntario rítmico puede ocurrir en las extremidades superiores y/o inferiores, la cabeza, la voz o el tronco. Es un síntoma muy frecuente como motivo de consulta al neurólogo.
Según lo especialistas se considera que entre el 5 al 8% de la población por encima de 65 años padece algún tipo de temblor. Básicamente, existen dos tipos de temblores.
Los temblores de reposo se propicia cuando una extremidad se encuentra bien apoyada, sin el efecto de la gravedad, por ejemplo, cuando está en el sofá viendo televisión y los temblores de acción que suceden si una extremidad se contrae contra el efecto de la gravedad, por ejemplo, con los brazos extendidos al frente del cuerpo.
Hay dos enfermedades neurológicas principales que causan temblor: el esencial (temblor de acción) y la enfermedad de Parkinson (temblor de reposo).
Para establecer un diagnostico, un paciente con temblor ortostático además de una analítica general y una prueba de imagen del cerebro, se tiene que realizar un examen electromiográfico de superficie, ya sea en la musculatura de la espalda o de las piernas mientras el afectado se encuentra de pie.
Si se demuestran descargas musculares rítmicas de alta frecuencia , la exploración es diagnóstica de temblor ortostático primario. Si la frecuencia de descargas es inferior, habrá que investigar que no nos encontremos ante un síntoma de la enfermedad de Parkinson o un temblor esencial.
Lo recomendable es visitar al neurólogo con frecuencia.
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