Los adolescentes Keiber Daniel Porras Sotillo y Yoshua Aponte Ortíz, de 14 años de edad, murieron por inmersión la tarde del sábado, en la piscina del Club Social de la Guardia Nacional Bolivariana ubicado en El Paraíso.
Los menores salieron del oeste de Caracas, asistieron al establecimiento sin consentimiento de sus mayores y los familiares presumen que también hubo negligencia por parte de las autoridades castrenses al permitirles el acceso a unos menores de edad.
Los muchachos iniciarían clases en tercer año y vivían en el bloque 18 de la urbanización ProPatria, Catia, oeste de Caracas.
Keiber salió de su casa con una tarjeta de débito que le dio el abuelo para que comprara huevos y verduras. En el trayecto se encontró con dos amigos, Aponte y otro de 16 años. Aponte fue al sitio de trabajo informal de su madre, le pidió dinero en efectivo, ya que la entrada al club tiene un costo de 14 mil bolívares, y se dirigieron al club a disfrutar durante la tarde.
Les contaron que como a las 5 de la tarde una joven se percató de que había un cadáver en el fondo de la piscina porque lo pisó y se dio la alarma. Eran dos cuerpos, a Yoshua lo llevaron a un centro de salud de El Paraíso y a Kleiber al Pérez Carreño, pero ingresaron sin signos vitales.
El joven de 16 años fue quien les avisó a los familiares y cuando estos llegaron al club había más de 70 personas allí.
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