El flujo vaginal es parte de la vida femenina, en algunos casos desde el nacimiento. Sin embargo, su papel se hace más relevante cuando llega la adolescencia; momento en que empiezan los cambios hormonales y el cuerpo de las mujeres se transforma.
Aunque está presente todos los días, este líquido todavía posee algunos misterios, uno de ellos tiene que ver con la cantidad: ¿cuánto es “normal”? Las cantidades se mantienen en función de tu ciclo menstrual; a mitad del ciclo aumenta la secreción y es generalmente transparente y elástico.
Los especialistas explicaron que en otros momentos del ciclo, el flujo puede ser más lechoso, pero que debes preocuparte cuando sea grumoso porque podría ser una infección por hongos.
Si el flujo es gris con olor a pescado puede indicar vaginitis bacteriana, mientras que si es pesado de color gris, amarillo o verde es un efecto secundario de la gonorrea; enfermedad de transmisión sexual por lo que debes consultar al ginecólogo.
Los expertos además recomiendan a las mujeres orinar antes y después de tener relaciones sexuales con el fin de ayudar a limpiar la abertura de la uretra de las bacterias.
Ello debido a que en la anatomía de la mujer la uretra, vagina y ano están cercanos y las relaciones sexuales pueden hacer que las bacterias anales lleguen a la vejiga, donde pueden multiplicarse y causar una infección urinaria.
En cambio en los hombres hay una gran distancia entre su zona anal y su uretra, por la longitud del pene.
Claro que puedes experimentar un exceso de flujo vaginal, pero se puede deber a una condición llamada leucorrea, por la que debes acudir al médico. ¡Nadie conoce mejor tu cuerpo que tú!
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