Windows 7, uno de los más populares de la pasada década, dejará de recibir apoyo técnico a partir de este martes 14 de enero de 2020. Los que sigan usando este sistema serán más vulnerables a ataques de piratas informáticos.
Según el portal Net Market Share, uno de cada cuatro ordenadores en el mundo sigue operando con Windows 7. Microsoft ya alertó hace un año de que a principios de 2020 dejaría de actualizar el sistema con nuevos parches a medida que se descubran potenciales ataques o debilidades en el software.
Según EFE, La compañía de Redmond, Estados Unidos sugirió a quienes sigan usando Windows 7 que actualicen su sistema operativo a uno más reciente si tienen un ordenador comprado hace menos de tres años. En caso contrario, compren una nueva computadora.
En la práctica, y como ya ocurrió hace unos años con el popular Windows XP, dejar de ofrecer actualizaciones y apoyo técnico hará a quienes no cambien a un nuevo sistema operativo más vulnerables a posibles virus, troyanos o ataques por parte de «hackers».
Según los datos más recientes de diciembre de 2019, más de la mitad de los ordenadores de sobremesa o portátiles en el mundo tienen instalado Windows 10. Pero un considerable 26,62 % siguen usando Windows 7.
El resto lo componen usuarios de ordenadores Mac con sistemas operativos de Apple, de Windows 8 y 8.1, unos sistemas intermedios entre el 7 y el 10 que nunca gozaron de gran popularidad; Linux y 2% de usuarios que se resisten a abandonar Windows XP. Aunque Microsoft ya no ofrece apoyo para este software desde hace cinco años.
Según los medios especializados, la razón fundamental por la que tantas personas siguen usando este sistema operativo es la satisfacción general de los usuarios. También por la mala acogida que Windows 10 tuvo en un primer momento entre parte de los clientes.
Microsoft seguirá dando apoyo a aquellas empresas y agencias gubernamentales que lo deseen y que estén dispuestas a pagar una gran cantidad de dinero por ello.
Dejar de prestar apoyo a un sistema conlleva, en la práctica, a su progresiva desaparición del mercado. Esto sucede porque otras compañías dejarán de fabricar productos compatibles con Windows 7, como por ejemplo navegadores de internet o programas de edición de vídeo y fotos.
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