miércoles, 15 de julio de 2020

Conoce el Coronasutra, la nueva vía de activar la pasión en tiempos de cuarentena


Cuáles son las posturas sexuales cómodas y seguras para evitar la exposición al COVID-19, según expertos. Además, cómo afecta la cuarentena y el aislamiento a la sexualidad de las personas, y consejos para tener en cuenta para sobrellevar estos días.

Hace 101 días que los argentinos viven bajo un esquema de aislamiento social, preventivo y obligatorio, en donde con excepción de los trabajadores esenciales, la norma es que todos se queden en sus casas.
En este contexto, el día a día y la rutina de la sociedad se vieron completamente afectados. Y la sexualidad no escapó a esta realidad. El riesgo de exposición al virus SARS-CoV-2, el responsable de la enfermedad COVID-19, hizo que por primera vez en la historia por ejemplo los hoteles alojamiento cierren sus puertas, logró que las personas minimicen encuentros sexuales y busquen la forma de exponerse lo menos posible al coronavirus.
Así fue como nació el coronasutrasiete posturas sexuales en las que se mantiene una distancia de más de un metro y medio o dos entre las bocas, una guía que generó mucha repercusión en las redes sociales. Infobae consultó a expertos sobre esta práctica, el modo en que el confinamiento afecta a la sexualidad de los argentinos y consejos para tener en cuenta mientras el COVID-19 esté entre nosotros.
Muchos hablan del coronasutra, que es algo que empezó a circular por las redes y se trata de un Kamasutra orientado a disminuir el riesgo de infección por coronavirus. ¿Cómo se practica? Los participantes tienen que tener un nivel de distancia de boca a boca mayor a seis pies o dos metrosSon posturas que puede ser la conocida como “perrito”, la persona arriba mirando para el otro lado de la que está abajo, o si está mirando a la cara, estar sentada y no bajar hacía sus hombros o a su boca. También otra postura sería estar uno con la cabeza con la cabeza para un lado y el otro para el otro y que se junten en la zona de la pelvis.
Es muy difícil dar consejos sobre sexualidad cuando ya pasaron más de 100 días sin que uno pudo tomar contacto con parejas no convivientes, pero la realidad es que el virus cada vez circula más y entramos en un mes donde realmente tenemos que maximizar los cuidados, la distancia y más aún evitar tener sexo con personas que no conviven con uno. Las parejas no convivientes idealmente no deberían tener encuentros sexuales y si los tienen deberían tomar algunos consejos y cumplirlos al máximo, lo más que podamos.
Lo primero que tenemos que minimizar es el número de parejas sexuales, que tenemos fuera de casa, idealmente no tener ninguna, y si tenemos, a lo sumo tener una, y armar tipo burbujas donde realmente seamos conscientes de que nos estamos exponiendo y estamos exponiendo a nuestros convivientes, por lo tanto la pareja que se relaciona con nosotros también se tiene que relacionar únicamente con nosotros y cumplir estrictas medidas de prevención en el afuera.
Lo segundo es evitar el contacto con personas que tienen síntomas COVID-19 positivo o que tengan la enfermedad, o que hayan estado con personas que sean sospechosas de tener coronavirus en los últimos 14 días. Lamentablemente como es una afección que se contagia por las gotitas de saliva y por la respiración, lo que sabemos es que los besos también van a contagiar. Es una enfermedad de contacto estrecho, por lo cual sería ideal que uno mantenga relaciones sexuales con tapabocasque se traten de evitar los besos y que tengan una previsión de tomarse un baño corporal completo antes de tener contacto sexual y después, ya que despedimos gotitas de flush que caen en nuestro propio cuerpo.
Tercero, es recomendable la autosatisfacción, la interacción con las redes, con el teléfono celular, con o sin cámara, con o sin audio pero siempre siguiendo lo que a cada uno le dicta el corazón y lo que tiene ganas y no lo que le indican que tiene que hacer. A veces el placer no solamente proviene de lo sexual, sino de muchas cosas, una charla con una amiga, un vínculo, con tu vecino o tu propia familia, tus hijos, un primo. Uno tiene que hacer lo que realmente tiene ganas de hacer y siente en lo profundo del ser. No es momento para provocarse o a obligarse a hacer ningún tipo de acto que uno no tenga ganas y que hay que hacerlo porque si no se hace uno está fuera de la norma o de la moda, hay que respetar los tiempos y preferencias de cada uno.
Otra de las cosas que se sabe es que este virus se transmite también por heces, no se sabe la capacidad totalmente infectiva o no y cuanto inóculo se necesita para ser contagioso pero si se sabe que la forma fecal oral como el sexo anilingus, o la práctica de sexo anal puede contagiar si uno se lleva la mano sucia a la boca.
También es importante si usamos juguetes sexuales pasarles alcohol rebajado con agua al 60/40, antes de usarlos y después, y también es necesario lavarnos las manos cuando practicamos la autoestimulación o masturbación nuestra o de nuestra pareja.
Debemos remarcar la importancia de usar preservativo siempre, tanto en el sexo anal, oral y vaginal. Se aisló semen con presencia del virus SARS-CoV-2 en algunos pacientes COVID-19 positivos y en pacientes recuperados todavía no se sabe la tasa de infectividad que tiene el virus, pero por las dudas siempre hay que usar preservativo y mucho más para evitar exponerse a infecciones sexualmente transmisibles.
El impacto de la cuarentena en la sexualidad de los argentinos no es de lo mejor. La gente está muy cansada, muy hastiada, los convivientes ya tienen replanteos de pareja, donde hay muy poco espacio para la intimidad, hay como un agotamiento donde todos estamos en los mismos ambientes y más si una persona vive muy ensimismada con los otros porque tienen una casa chica, que es la mayoría de la gente, por lo tanto uno necesita vincularse con otras personas y esto se limita. Si vivís solo es muy difícil vincularse con el afuera por toda la limitación social que tenemos.
La gente entró en una etapa de un poco más de miedo, mucha incertidumbre con el hecho económico, muchas personas no tienen un rumbo, cerraron fábricas, emprendimientos, se tuvo que reinventar, cambiar de rubros, y la sexualidad en este sentido y las emociones nos atraviesan permanentemente y es día tras día todo este sube y baja hace que nuestros vínculos se desnuden, es un momento que los vínculos se miran tal cuales son, aparece lo que realmente es y no lo que uno creía que era, aparecen personalidades, temperamentos, reacciones, que uno se tiene que adaptar y re conocer, buscar su propio GPS de pareja, de vínculo, tanto con familia, amigos, vínculos amoroso, y habrá cosas que no le gusten, cosas positivas que le sorprendan, decepciones, etc. Es un momento donde nos tenemos que nutrir de estos espacios, estos silencios que se nos proporcionan a nivel del alma, y de que esta falta de ruido del afuera nos haga ver realmente caminos y oportunidades de encuentro para con nosotros y con la gente de nuestros vínculos, nuestro afuera y reorganizar lo que nos pasa con nosotros mismos y con los demás.
Es un momento que hay que pedir ayuda si uno lo necesita, soltar el gran peso que tiene tanto social como cultural el siempre salir para adelante, siempre estar bien, siempre estar para arriba, y no deprimirse, uno tiene que dar paso también a momentos de angustia, de tristeza, de miedo, y de compasión con lo que a uno le pasa, pedir ayuda, escuchar, pedir que nos escuchen, le escapamos mucho al silencio y a la quietud con nosotros mismos, es un muy lindo momento para explorarnos en todos estos sentidos.
Estamos pasando uno de los momentos más importantes desde que empezamos esta pandemia en nuestro país, que es el pico, donde nos tenemos que cuidar más que nunca. Creo que falta poco, ya pasamos de alguna manera lo peor, nos queda un tramito muy chiquito más y lo lindo es que armamos entre todos un gran camino colectivo a la solidaridad y con todo esto nos estamos cuidado entre todos.
El coronavirus se transmite principalmente a través de las vías aéreas (boca y nariz), y también a través de la mucosa de los ojos. Por lo tanto los fluidos como saliva, lágrimas y mucosidad nasal son elementos propagadores. Hasta el momento ni el semen ni el flujo vaginal se consideran infecciosos. En cambio se han encontrado virus en las heces de modo que la zona anal podría ser contaminante para el coronavirus.
Las recomendaciones internacionales son mantener una higiene escrupulosa en todo el cuerpo, antes y después del contacto sexual y evitar los besos en la boca y el intercambio de alientos. Evitar la sexualidad con personas que no están seguras de ser portadores asintomáticos y, aún entre parejas estables y convivientes, respetar los protocolos mencionados, ya que existen muchos casos de contagios dentro de este tipo de parejas, probablemente por la incorporación del virus al hogar cuando uno de ellos sale a realizar compras u otro tipo de salidas.
Resulta difícil, especialmente para los jóvenes, atenerse a las reglas de prevención del COVID-19 en el aspecto sexual. Además los adolescentes no se sienten tan amenazados por el virus porque estiman tener un sistema inmunológico que resiste más la infección que en las personas mayores de 60 años.
Durante el transcurso de esta cuarentena, se han incrementado las consultas sexológicas individuales y de pareja, ya que, más allá de la prevención del coronavirus, las personas que padecían disfunciones sexuales ven que les continúan sucediendo y quieren encontrar una solución. Además les parece útil realizar un tratamiento online para solucionar trastornos sexuales con la perspectiva de que, cuando la vida vuelva a los carriles más habituales, podrán disfrutar de su sexualidad más plenamente.
El placer está en el cerebro. El cerebro le da significado y valor a las experiencias corporales. Por eso entre nuestras recomendaciones y sugerencias, ponemos énfasis en “estimular el chip sexual” de nuestra mente, el cual es capaz de generar la escena, el escenario, los personajes y además permite ensayar las escenas temidas para poder, ya en la realidad y cuando sea el momento adecuado, tener el desempeño que se soñó.
El coronasutra es un modelo de acercamiento sexual que propone poses más seguras (7 de las 64 poses del Kamasutra original) manteniendo la distancia del contacto cara a cara (1,5 metros aprox). El uso de estas alternativas de contacto no descarta la higiene, el alcohol en gel y el uso del barbijo). Son prácticas puramente genitales: dejan de lado el componente erótico que es fundamental en todo encuentro (caricias, besos, masajes, contacto estrecho, sexo oral, etc.), por lo cual aumenta la exigencia que supone central todo en la genitalidad, como la erección, la lubricación y el orgasmo. Además, uno de los obstáculos que tiene es el rigor técnico que hay que tener para no cometer deslices o actos espontáneos que provoquen más acercamiento. Igualmente el coronasutra no es garantía de seguridad, son apenas sugerencias de contacto para mitigar el miedo. No creo que ayude a personas que busquen una experiencia sexual más rica en sensaciones eróticas, sin embargo que para las que necesitan bajar la tensión sexual, que el acto sea una mera descarga fisiológica, puede ser efectivo.
La vida sexual se ha visto muy afectada por la pandemia, y ocurre en diferentes situaciones vinculares, ya sea para las parejas que conviven, las que han quedado distanciadas o las que se están conociendo por las redes o las apps, sin olvidar a las personas que están sin pareja. El miedo al contagio irrumpe distanciando los cuerpos y limitando las prácticas sexuales. Las parejas que conviven y tienen que salir a realizar actividades, sobre todo las esenciales, son las que tienen más restricciones a la hora de besarse o de tener sexo, en cambio en aquellas que están más tiempo juntas baja el miedo, pero también el deseo sexual.
Estar juntos mucho tiempo no favorece al deseo sexual, por el contrario lo disminuye. Aquellos que se animan tener sexo prefieren mantener la distancia, no besar, pero si mirarse mientras se masturban. También las diferencias de edad marcan sus diferencias: los jóvenes se dejan llevar por el deseo y tienen menos inhibiciones, también se resguardan en la idea que por ser joven “nada les va a pasar”, en cambio, los adultos sufren más el impacto del miedo y toman más recaudos. Hasta el momento las prácticas preferidas y más seguras son el sexting (enviar fotos, videos por el teléfono) y la masturbación tanto presencial para las parejas que conviven y tienen miedo al contacto más íntimo y virtual para las que están a la distancia o se están conociendo.
Si bien con la prolongación de la cuarentena han bajado las expectativas por tener un “buen rendimiento sexual” ya que muchas parejas se convencieron de que la ansiedad y la convivencia 24 por 7 no era buenas aliadas del sexo, la mirada ahora está puesta en la flexibilidad a futuro de las conductas sexuales. Me llamó la atención que en las primeras semanas de aislamiento tenía consultas de parejas decepcionadas porque el confinamiento no había resultado a la hora de encender la mecha del sexo, como si el solo hecho de estar juntos tanto tiempo fuera garantía de efectividad sexual. Luego se fueron dando cuenta de que el contexto de pandemia y la cuarentena obligada (y no deseada) no ayudaban para nada a la excitabilidad, por el contrario, fueron bajando los ánimos.
Muchos esperan con ansiedad volver a encontrarse en otros escenarios, sin miedos ni condicionantes, sin barbijos y con la libertad de disfrutar todas las prácticas eróticas posibles. Sin embargo, la apertura para la conexión de los cuerpos todavía supone un devenir con algunas restricciones. Los jóvenes que están de novios o conociéndose son los que más se animan a romper la cuarentena movidos por un deseo que no puede esperar y son los que menos se plantean cómo será el futuro; viven el “aquí y ahora” e intentan organizar su vida erótica en forma virtual o desoyendo las recomendaciones de los adultos para retenerlos en sus casas. Son los padres de estos adolescentes los que más se preocupan cuando reciben a las parejas en su casa, tanto por el riesgo que conlleva para ellos y para los adultos.
Las expectativas futuras
Para las parejas que están con bajo deseo sexual, falta de intimidad, o bien con problemas en la erección, orgasmo, etc., la ilusión de que vengan tiempos mejores representa un alivio, sin embargo, en otras aparece la duda “¿Y si no podemos remontar esta situación?”. La ansiedad que ya está presente en cuarentena invade la fantasía de cómo será la sexualidad en el futuro. La sexualidad no se lleva bien con las expectativas, las exigencias, la idea de rendir, de cumplir, de complacer, como si uno tuviera que pasar por un examen y obtener una calificación, que generalmente es extremista, o bien o mal; los grises no se aceptan. Todo esto activa la ansiedad y el miedo a fallar.
La cuarentena puede ser la oportunidad para dejarnos llevar por el placer de las caricias, de los abrazos, los masajes, sin presiones para llegar a la genitalidad como objetivo. Si tenemos más tiempo para el sexo entonces aprendamos a desplegar una erótica más rica en el contacto y no en la meta del coito. Un tema frecuente es cuando el deseo sexual es la condición única del encuentro: “si no tengo deseo no me acerco, no tomo la iniciativa o rechazo el ofrecimiento del otro”, cuando en realidad debería ser “si me acerco el deseo puede activarse, sino será igual de placentero estar abrazados”. La sexualidad no es cumplir etapas para llegar al orgasmo, es disfrutar de una experiencia de placer, cada momento es de por sí excitante.
Las personas que se están conociendo saben que pasará un tiempo hasta que puedan unirse sexualmente sin tapujos preventivos, excepto los necesarios para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Una situación similar aparece en las personas que están solas, siendo la virtualidad y la masturbación un escape para la excitación sexual. La adaptación rápida que tuvimos que hacer para cursar la cuarentena, necesitará de un tiempo para volver a retomar la normalidad, suponiendo que exista una vacuna que nos inmunice, caso contrario las medidas de prevención continuarán.
Cuando uno dice “sexo en soledad” lo primero que viene a la cabeza es la masturbación, es cierto, sin embargo, esta práctica es de autoconocimiento, no solo es estimular el clítoris o el pene ayudado por fantasías o películas porno; es por sobre todo un descubrimiento de zonas erógenas, de acciones y variantes que llevan a distintos grados de excitación. Por lo tanto, hay que hacer honor al autoconocimiento probando diferentes fantasías, movimientos, poses, juguetes, vibradores, lugares, con la finalidad de expandir la experiencia autoerótica. Así como en pareja se pueden cambiar de espacios, también se puede hacer lo mismo con la masturbación: el sillón, la cama, el baño, la cocina, etc, pueden ser lugares posibles. Existen también muchas opciones de juguetes sexuales: dildos, vibradores, succionadores, que ayudan incrementar la experiencia autoerótica.
¿Existen posiciones sexuales seguras para minimizar el riesgo de exposición? La posición más segura sería el abordaje posterior o sea dorso de una persona contra pecho de la otra , de esa manera los rostros no estarían enfrentados, es una postura sexual que adoptan la mayoría de las especies animales sexuadas, evitaría además los besos en la boca, pero igualmente es muy difícil no involucrar roces con las manos u otras partes del cuerpo o telas que participen en el encuentro, además la erotización o el juego previo estaría un poco limitado, mi opinión es que si se va a tener un encuentro sexual sea completo y con las recomendaciones de persona no expuesta o con riesgo de COVID, el contacto solo de los genitales si las personas que participan disfrutan es válido.
Hoy sabemos que no está demostrada la transmisión por semen o fluidos vaginales pero sí por materia fecal, y el ano está muy próximo a los genitales por lo tanto ese contacto mano, boca, ano también seria considerado de riesgo. Vuelvo al ejemplo del contorsionista.
La recomendación respecto a la sexualidad es evitar el contacto ocasional o con persona no conviviente , y obviamente si tenes una pareja que está expuesta al contagio también sería recomendable mantener aislamiento físico, me gusta usar ese término más que el aislamiento social ya que lo que realmente evita el contagio del virus es la distancia física entre personas. En líneas generales la recomendación sexual hoy sería el tener sexo con uno mismo o bien acompañarlo con sexo virtual.
Insisto en que no se puede generalizar ni intentar disciplinar la sexualidad o los cuerpos por que el tema es mucho más amplio y tiene mucho que ver con los contextos particulares de cada persona. No es lo mismo pareja estable buena relación, que pareja estable relación vulnerable o mala relación, parejas no convivientes de cercanía , pareja no convivientes y de lejanía, personas que estaban iniciando un vínculo , que personas que ya estaban solas, parejas abiertas o amantes dando vueltas.
no quiero dejar de citar el tema de las relaciones tóxicas o violentas, este si es un problema serio y real ya que muchas mujeres quedaron atrapadas en circuito de violencia simbólica o sexual del cual ya era difícil salir, imaginémonos ahora.
Es importante destacar también que la sexualidad (cuyo único objetivo es obtener y disfrutar el placer en la totalidad del ser, cuerpo, mente y espíritu), es algo que todas las personas tienen desde que nacen hasta que mueren, y que lo más importante es construir y descubrir los propios mapas eróticos, cada uno sabe lo que a cada uno le gusta, le hace bien, y quiere compartir con otros cuando y donde.
Hay personas que se dicen asexuadas y que sufren cuando sienten placer , pero la mayoría, cuando tiene un encuentro sexual satisfactorio con o sin orgasmo la pasa bien, se siente pleno y quiere volver a repetirlo. Neurofisiologicamente, el momento sexual solo o compartido mueve una química cerebral que se reparte a todo el cuerpo cuyo mensaje es “que bueno que es sentir esto” y de aquí en más estaremos motivados a repetirlo
Entonces sexualdad es salud, por lo tanto es recomendable practicarla, si tenes con quien genial y si no también podes hacerlo solo, ¿Cómo? Como a vos te guste, explorate, investigate, descubrite.
Podés usar tus manos, objetos, o juguetes. Ahí podemos los sexólogos recomendarte, pero la técnica de la autoestimulación/satisfacción, se la dejo a tu imaginación y recursos. Conocete, descubrite, explorate y así podrás tener confianza, seguridad y podrás consentir y aclarar cuales son las reglas de este juego, por que en definitiva la sexualidad es eso, un juego.




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