Padecimiento natural de tensión física o emocional de nuestro cuerpo ante diversas situaciones que puedan generar molestia o pensamientos de frustración y la vagina no escapa a estas desagradables manifestaciones..
En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, pero cuando el estrés dura un periodo de tiempo, puede ser perjudicial para su salud.
La sexóloga Ysabel Velásquez explica que el estrés vaginal , también conocido como el síndrome de la vagina estresada, es un conjunto de síntomas y signos reflejados en la zona íntima femenina que alteran su funcionamiento.
“Si bien el estrés es una respuesta adaptativa de nuestro cuerpo al ambiente, digamos que sin esa tensión vista de manera positiva no podríamos cumplir asertivamente con todas nuestras actividades diarias, un exceso de estrés es perjudicial para el funcionamiento de todo el organismo, y la vagina no escapa a ello”, detalla Velásquez.
Cómo se produce el estrés vaginal
Según la especialista, un exceso de cortisol, la hormona del estrés, en el torrente sanguíneo produce cambios en el pH de la zona vaginal lo cual altera su microbiota, bacterias benéficas que viven allí y la defienden de forma natural, haciéndola más propensa a infecciones, de hecho, la candidiasis (infección vaginal por hongos que no se contrae por vía sexual) está muy relacionada con el estrés, así que la recomendación en estos casos, si usted observa picor o cambios en el olor con consistencia de su flujo vaginal, acuda al ginecólogo.
Desde el punto de vista sexual, estudios científicos realizados en el Centro Nacional para la Investigación del Dolor Pélvico del Reino Unido, han comprobado que dolores en esta zona están vinculados a trastornos de ansiedad y depresión, limitando la actividad sexual. “Aquí estamos hablando de pinchazos al momento de la penetración o calambres antes y después del período que pueden ser manifestación de endometriosis”, asegura la sexóloga.
Para Velázquez, otra manifestación sexual de estrés vaginal es el vaginismo, un espasmo involuntario de los músculos vaginales que impide la penetración y produce dispareunia o coito doloroso. “La mujer con esta condición, evita la intimidad porque el temor al dolor es tan grande que le impide relajarse, y esto a su vez le impide excitarse, es una profecía autocumplida muy frustrante que requiere de terapia sexológica”, asegura la sexóloga.
Cuando se está bajo un período de mucha ansiedad o de depresión, también se puede manifestar como Bajo Deseo Sexual o como Anhedonia Orgásmica, esto último significa que la mujer se excita y llega al orgasmo sin problemas, pero la experiencia subjetiva del placer se siente poco gratificante.
Señales de la vagina estresada
1- Cambios en el flujo vaginal
Si notas que tu flujo vaginal tiene una tonalidad distinta a la habitual, su cantidad varió, o bien está acompañado por otros síntomas como ardor o irritación, podría tratarse de un caso de la vagina estresada.
2-Dolores
Algunas mujeres presentan dolores similares a los de la menstruación como consecuencia del estrés.
4- Picazón
Otra señal de que puedes estar teniendo el síndrome de la vagina estresada puede ser la picazón o irritación en la zona íntima; debido a que los desequilibrios a nivel emocional repercuten sobre el plano físico, en este caso, en la flora vaginal. El pH de esta zona puede verse alterado y hacer que algunas bacterias proliferen, pudiendo generar una infección.
Consecuencias que se pueden presentar a futuro
Desde el punto de vista sexual puede hacer que la mujer rechace la intimidad por completo si no lo trata en cuanto se manifiesta. Además, las alteraciones en la sexualidad generan a su vez un estrés mayor que suma negativamente a que el cuadro patológico se instale en el tiempo.
Desde el punto de vista ginecológico, las infecciones a repetición hacen a la mujer más propensa a contraer Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS) porque su sistema de defensa no está en óptimas condiciones. Hay ITS que pueden afectar la fertilidad causando un síndrome inflamatorio pélvico como la clamidiasis, que puede afectar la fertilidad, por eso es que ante cualquier cambio en su vagina hay que visitar al ginecólogo.
El estrés vaginal puede afectar la relación de pareja
La especialista indica que, a través del rechazo a la intimidad por la presencia de uno o varios de estos síntomas, el hombre se va a sentir relegado. Son mujeres que se desconectan de su deseo sexual, de su placer por no desear el encuentro o por asociarlo con una experiencia dolorosa y esto puede no sólo distanciar a la pareja sino causar una ruptura de la relación
Velázquez dio las siguientes recomendaciones para mejorar esta condición:
- Ante cualquier cambio en el flujo, dolor pélvico, calambres, dolor en la vulva, irritación, acudir al médico ginecólogo.
- Si se presenta algún cambio en la intimidad acudir a la consulta de orientación sexológica.
- Toda actividad que permita la regulación del estrés: ejercicio físico, yoga, meditación, mindfulness.
- Mantener una alimentación balanceada y un sueño reparador.
Más allá de las señales que debes tomar en cuenta, es importante que acudas a tu ginecólogo si presentas cambios en tu zona íntima; y por otro, si sospechas que se trata de estrés también debes tratarlo tanto a nivel físico con actividades de relajación, además de buscar ayuda profesional. Recuerda que tu salud es siempre lo más importante y no hay nadie que pueda cuidarte mejor como tú misma.
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