Tres hombres rodearon a una joven y le propinaron un puñetazo en un ojo a plena luz del día en Estrasburgo, Francia, porque llevaba falda. La víctima, de 22 años, denuncia un clima cada vez más peligroso para las mujeres en la ciudad.
Elisabeth paseaba en falda por la calle a mediodía de camino a su casa cuando, de pronto, se encontró de frente con tres hombres que la insultaron y la agredieron por considerar que no iba vestida de manera apropiada. Las autoridades francesas han denunciado el hecho, el cual consideran «muy grave».
Según ha explicado la joven a la radio France Bleu Alsace, uno de los hombres dijo «oh, mira esa puta en falda». Ella respondió tranquila y sin agresividad con un simple «¿Perdón?», a lo que otro de los hombres contestó en términos aún más despectivos.
Entonces los tres hombres se acercaron: dos de ellos la sujetaron por los brazos y el otro le dio un puñetazo en el ojo que, tal y como se puede ver en su testimonio, quedó morado. Luego los tres agresores escaparon.
Algo seguramente muy doloroso, pero no tanto, ha agregado Elisabet, como el hecho de que ninguno de los 15 testigos de la agresión hiciera nada «ni antes, ni durante, ni después de la agresión; ni ahora».
La ministra del Interior, Marlene Schiappa, encargada de asuntos de igualdad, ha visitado Estrasburgo recientemente para tratar la cuestión de la seguridad de las mujeres en los espacios públicos de Francia. Ha dejado claro que en situaciones como la vivida por Elisabeth, la culpa no la tiene la falda, y mucho menos, la mujer.
«Una mujer nunca es golpeada por llevar una falda. Una mujer es golpeada porque hay personas misóginas, sexistas, violentas y que se extralimitan de toda ley y toda regla del civismo al golpearlas», ha manifestado la política.
Schiappa aprovechó para instar a la ciudadanía a llamar a la Policía en caso de presenciar acoso callejero como el que sufrió la joven. Y es que las agresiones sexistas no son hechos aislados, como pone de relieve la noticia dada por la misma radio sobre un ataque a dos mujeres en el este de Francia por llevar faldas «demasiado cortas».
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