“¡Qué estrés!”, “estoy estresado”, “he tenido días muy estresantes”, son solo algunas de las frases que podemos escuchar diariamente en boca no solo de adultos, sino incluso de niños y adolescentes; quienes recurren a este término para expresar que se encuentran agobiados, candados y sobre cargados de actividades. Pero, realmente tanta gente se encuentra estresada o se está mal interpretando la definición.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estrés es “un conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción. Es un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia.”
Por tanto, cualquier cambio al que se enfrente una persona puede generar estrés, y este a su vez, ocasionar alguna enfermedad.
Su lado bueno
No siempre el estrés es malo y debemos estar consciente de ello; pues muchas veces estas reacciones y cierto grado de presión te permiten buscar la mejor manera se sobresalir, ser creativo y esto te lleva a alcanzar objetivos.
El problema radica cuando no se logra salir del momento de presión y esa incomodidad comienza a sacarnos de control; incumpliendo no solo con las responsabilidades, sino que además, se irrespetan las horas de comer, descanso y hasta de esparcimiento.
Recomendaciones
- Ríete. La risa aumenta la frecuencia cardíaca, oxigena la sangre y libera endorfinas que dan sensación de bienestar.
- Exprésate. No te calles las cosas, di lo que sientes y piensas. Guardarse los sentimientos es perjudicial para la salud.
- Ejercítate. La actividad física ayuda a liberar endorfinas y relaja los músculos. Algunas actividades pueden ser, manejar bicicleta, unirse a un grupo de bailoterapia, etc.
- Relájate. Una alternativa es practicar yoga, meditación y técnicas de respiración.
- Aprende a decir que no. Ponle un alto a las tareas si te sientes agobiado y no aceptes más responsabilidades de las que ya posees.
- Ayúdate. Puedes recurrir a vitaminas y suplementos que te ayuden a reducir el estrés y la ansiedad.
- Reduce el consumo de cafeína porque es un estimulante que incrementa la ansiedad.
- Compartir. Reúnete con familiares y amigos para distraerte. Un estudio determinó que las mujeres que pasan tiempo con los amigos y los hijos liberan oxitocina, un relajante natural.
- Dar y recibir cariño. El contacto físico ayuda a liberar oxitoxina y reduce el cortisol. Acariciar, dar besos, abrazar y tener relaciones sexuales, ayudan a aliviar el estrés.
Enfócate
No te obsesiones con el pasado o el futuro, date la oportunidad de vivir el presente con energía positiva, para que el cuerpo y la mente se sintonicen en una onda de bienestar y salud física, mental y espiritual.
Síguenos a través de nuestro: Twitter: @elparroquiano
Unete a nuestro grupo informativo en Whatsapp
Si deseas comunicarte con nosotros ya sea para denunciar y aportar alguna lnformacion, escribanos aca: elparroquiano100@gmail.com
