El coronavirus ha sido un detonante en el mundo para cambiar la vida en todos los aspectos y ha generado pérdidas humanas por casi un millón, pero son más los que han sobrevivido al virus, y en algunos casos con secuelas como la pérdida parcial o total del olfato.
Entre los síntomas característicos del virus está la anosmia, una condición definida por la Mayo Clinic Hospital como la pérdida del olfato y se puede producir por diversas causas, entre ellas las infecciones virales, así como por enfermedades respiratorias.
A finales de febrero de este año, cuando la ola del covid-19 estaba en su máxima curvatura en Europa, los médicos que trataban a pacientes infectados comenzaron a notar que no solo los pulmones eran atacados, sino que también el virus iba directo al olfato.
Un experto en el tema del olfato de la Universidad de Dresden en Alemania, Thomas Hummel, declaró para ese momento que las personas presentaban un repentino deterioro olfativo sin importar que fuese asintomático o con síntomas. Agregó que la anosmia se presentaba con mayor regularidad entre personas jóvenes y mujeres.
Con los nuevos descubrimientos que se iban dando en la medida en que la comunidad médica y científica batallaban contra el nuevo enemigo pandémico, las personas por su parte, iniciaron una búsqueda de tratamientos alternos, para recuperar la capacidad primaria de oler.
Es para ese momento cuando el entrenamiento del olfato surge como una nueva terapia para quienes fueron positivo al virus, un estudio que la organización inglesa Abscent.org venía experimentando desde antes del nuevo coronavirus.
Abscent, con sede en Inglaterra, es liderada por su fundadora Chrissi Kelly, quien junto a su equipo y el doctor Hummel, pusieron en marcha el concepto del entrenamiento del olfato como una técnica de apoyo para las personas, cuya efectividad ha sido comprobada mediante docenas de estudios científicos.
Las investigaciones han revelado que la terapia es beneficiosa para los que pierden el olfato después de haber presentado un virus o lesión en la nariz.
“Se solía pensar que era solo para personas que ya tenían una recuperación natural. Ahora sabemos que si las personas comienzan a entrenar inmediatamente después de que el virus ha desaparecido o se ha producido la lesión, pueden mejorar sus posibilidades de recuperación del olfato”, desglosa el portal web de la organización.
Plataforma online
Al ingresar a su plataforma, Abscent.org tiene un renglón donde las personas pueden indagar y conocer un poco más sobre cómo es su tipo de nariz, mediante un breve examen de preguntas simples que deben responder y que le arrojarán al final un diagnóstico.
La expansión virtual de esta organización fundada en 2015 bajo los hallazgos científicos del doctor Hummel responde a los miles de mensajes recibidos en sus redes sociales, particularmente en facebook, donde dio a conocer esta terapia, en un primer grupo de solo 1.500 personas.
No obstante, para finales de marzo, Kelly, de origen estadounidense y que presentó pérdida del olfato en 2012, relató a un medio internacional que debió crear tres nuevos grupos en facebook, para sumar hasta la fecha más de 11 mil miembros, todos interesados en cómo recuperar el olfato, mediante su entrenamiento.
“El sitio se volvió un barómetro del impacto del coronavirus”, expresó la investigadora en esa entrevista, donde aseguró que en los grupos se han registrado personas de varios países como Irán, Italia, España y de naciones de Latinoamérica.
Aunque el sentido del olfato ha sido uno de los menos estudiados por la ciencia y la medicina, al punto de que filósofos como René Descartes y Hegel lo calificaron como un sentido inestable y sin valor científico, la Organización Mundial de la Salud estima que esta discapacidad afecta al menos a 5% de la población mundial.
Preparación.
El entrenamiento del olfato, como técnica para recuperar la capacidad de volver a percibir los aromas alrededor es muy simple, esta consiste en tres pasos primarios: inhalar olores, concentrar la mente y practicarlo al menos dos veces por día.
Los expertos del área recomiendan que se realice la práctica todos los días, mientras se presente la ausencia de olores, y con inhalaciones cortas de al menos 20 segundos cada una y un tiempo máximo de terapia de 15 a 20 minutos.
Pero, ¿qué se debe oler en las prácticas? No es complicado. Hummel durante los primeros estudios empleó frascos que contenían aromas como el del limón, eucalipto, clavos de olor y aromas de rosas.
Sin embargo, si el lector presenta esta discapacidad, puede usar otros y armar su propio catálogo de aromas, especialmente los que sean característicos de su entorno, por ejemplo, en un frasco colocar café, alguna fruta favorita, flores, vainilla, jabón en polvo, chocolate, orégano y demás.
Sobre los avances que pueda obtener el paciente con esta terapia, el investigador Hummel comentó en una entrevista con BBC Mundo que al menos un 60% de las personas pueden recuperarse.
“Y lo que nuestros estudios muestran en forma convincente es que con el entrenamiento olfatorio el ritmo de recuperación se duplica. Es decir, la gente se recupera más rápido y completamente”, sostuvo.
DATOS
- Alrededor de 75% de las personas que son infectadas por covid-19 presentan una pérdida grave o total del olfato, aunque sólo tengan una infección leve, indican los especialistas.
- Las personas pueden hacer sus propias pruebas de olor y sabor en casa usando productos como café, ajo, naranjas, limones y azúcar para saber si perdió el olfato, indica el profesor Carl Philpott, de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido.
- La mayoría de los pacientes de coronavirus que han perdido el olfato se recuperan en un tiempo máximo de dos meses. Sin embargo, una vez superada la enfermedad, y en caso de no recuperar el olfato, se debe acudir al especialista en otorrinolaringología.
- La pérdida del olfato afecta a 5% de la población y los pacientes son tratados con corticoides nasales y sistémicos, obteniéndose una escasa respuesta, por lo que plantean el entrenamiento olfatorio como una alternativa eficaz.
- 50% de los pacientes tratados en Europa y otros países que han recuperado el olfato tras el entrenamiento olfatorio.
- La reeducación del olfato consiste en administrar esencias a los pacientes, para que las neuronas dañadas vuelvan a aprender y así, vayan recuperando nuevamente la habilidad de sentir olores. Debe oler cuatro esencias durante un tiempo determinado por cada fosa nasal, descansando entre cada ronda.
- El entrenamiento olfatorio es una terapia larga que dura aproximadamente seis meses, dependiendo de cada caso, pero es lo único que ha demostrado cierta efectividad para pacientes con pérdida parcial del olfato.
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