Seaspiracy debutó hace cuatro días y ya ha subido al Top Ten de Netflix en 32 países. Además, el documental atrajo la atención mundial de los medios de comunicación, periodistas y celebridades a medida que el impacto de este poderoso documental empieza a expandirse.
La película prometía develar la “guerra” de la humanidad con el océano, profundizando en los impactos ambientales y éticos que la industria pesquera tiene en el mar. Además de poner en evidencia la inacción de varios grupos ambientalistas y los gobiernos a través de entrevistas con figuras clave.
“La gente está lista para ver la verdad”
En solo 48 horas, Seaspiracy llegó al Top Ten de Netflix tanto en los EEUU como en el Reino Unido y este domingo, se encuentra entre los diez primeros en países como Irlanda, Sudáfrica, Noruega, Austria, Grecia y Portugal, según informa el portal Plant Based News.
Los cineastas y directores Ali y Lucy Tabrizi acudieron a Instagram para expresar su gratitud. “Nos ha dado mucha esperanza y fe ver que la gente está lista para la verdad sobre lo que se necesita para salvar nuestros océanos”, expresaron.
Decenas de titulares sobre el documental -producido por Kip Andersen de Cowspiracy- aparecieron en publicaciones como British Vogue, The Sunday Times, ELLE y TMZ a medida que iba atrayendo la atención de los medios de todo el mundo en cuestión de días.
Hay que dejar de comer pescado
Entre los que lo elogian se encuentra el periodista ambiental y columnista de The Guardian, George Monbiot, quien también aparece en el documental. Desde que lo vio, lo calificó de “exposición brillante”, e instó a sus seguidores de Twitter a dejar de comer pescado como resultado.
Monbiot criticó a los grupos ambientalistas durante sus múltiples intervenciones en Seaspiracy. “Durante años, el mensaje en casi todas partes ha sido ‘debemos trabajar con la industria para encontrar soluciones’. Pero, ¿y si la industria está comprometida estructuralmente con el ecocidio? ¿Y si su modelo de negocio es el saqueo? Si es así, no deberíamos trabajar con ellos, sino trabajar para cerrarlos”, explicó.
En otro tuit, dijo: “Tenemos que empezar a ser honestos, valientes y fieles a nuestra buena naturaleza”. La leyenda del rock Bryan Adams también recurrió a Twitter para alentar a sus seguidores a ver el documental y dejar de comer pescado.
“Propaganda vegana”
Antes de su debut, Seaspiracy fue calificado como “propaganda vegana” por la industria pesquera.
Documentos filtrados enviados al portal Plant Based News revelaron un ataque planeado para frenar el impacto del documental. Esto a pesar de que el Instituto Nacional de Pesca (NFI por sus siglas en inglés) aún no lo había visto.
Además, la organización instó a Netflix a crear una pestaña separada para las películas de “propaganda vegana” y las teorías de la conspiración, ajena a otros documentales. En una carta enviada al servicio de streaming, el NFI dejó en claro que el documental promovía “propaganda sobre los hechos”, cosa curiosa porque el film basa toda su exposición en información y hechos comprobables.
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