El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se escudó en la voluntad popular para ratificar la depuración institucional iniciada el pasado sábado por la nueva legislatura de mayoría oficialista.
«El pueblo no nos mandó a negociar. Se van. Todos», recalcó Bukele en su cuenta de la red social Twitter, en alusión a la reciente destitución de los magistrados de la corte constitucional y el fiscal general Raúl Melara, mediante procedimientos cuestionados desde la sociedad civil y la comunidad internacional.
La Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y el Gobierno de Estados Unidos rechazaron las destituciones en el aparato judicial de El Salvador, pero Bukele negó que estos asuntos sean de incumbencia de la comunidad internacional.
«Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia», respondió el mandatario salvadoreño a las declaraciones de la comunidad internacional.
«Aquí nos costó 30 años botar el régimen que nos tenía en la miseria, en la corrupción, en la inseguridad y en la desesperanza. Negociaban con la vida del pueblo y ordenaban asesinatos desde las instituciones (hay videos de eso)», agregó el jefe de Estado.
El mandatario avaló desde las redes sociales las medidas adoptadas por la Asamblea Legislativa que inició el período 2021-2024 con un control casi total del oficialista partido Nuevas Ideas, y una oposición numéricamente irrelevante.
Ya lo van a sancionar los gringos por ponerse resabiado., jajaja
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