Expertos aseguran que es tiempo de hablar de otros tipos de romances para aquellas personas a las que no les funciona la monogamia.
Más de la mitad de la población, entre hombres y mujeres afirman no creer en la monogamia, debido a la monotonía, la rutina y la falta de relaciones íntimas entre la pareja. Los infieles han confirmado que aún teniendo un romance perfecto, el engaño siempre sucede, según una encuesta realizada por Gleenden.
Sin embargo, los millenials, son tan sensibles que consideran la infidelidad un desacierto, y están siempre dispuestos a poner los puntos claros antes que el engaño, pues creen que otro tipo de romance es mucho mejor que estar engañando y decepcionando a la pareja.
EL POLIAMOR: RELACIÓN CON EL CONSENTIMIENTO DE TODOS LOS INVOLUCRADOS
Según la psicóloga y terapeuta de parejas, Lorena Polanía Pérez "a muchos les sorprende que existan personas que tienen romances simultáneos con dos o más personas con el conocimiento y el consentimiento de todos los involucrados".
“Las relaciones poliamorosas se caracterizan por un sentido de compromiso, tanto con el compañero principal como con el adicional. Se trata de comunicación y respeto, lo que permite que exista la no monogamia ética y consensuada”, señala Polanía.
Son muchas las personas que se sienten incómodas con la idea de conocer a los otros amantes de su pareja, y es natural que empiecen a sentir inseguridades, miedos o hasta celos, durante este tipo de romances.
Además, Pérez aseguró que "sí es posible construir relaciones reales de esa manera. Sin Embargo, la claridad y fundamentos de las relaciones de pareja monogámica aplican para el poliamor. Donde la comunicación, proyección, el afecto, sexualidad y erotismo se deben trabajar".
RELACIÓN ABIERTA: PUEDE TENER RELACIONES SEXUALES CON UN EXTERNO, SIN INVOLUCRAR A LA PAREJA
En esencia, este tipo de romance permite que los cónyuges tengan relaciones amorosas o sexuales con otras personas aparte de su pareja, sin que ésta esté involucrada.
Razón por la cual, muchas parejas satisfacen sus necesidades sexuales fuera de la relación, pero con consentimiento del otro miembro, para recuperarse de la rutina.
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