lunes, 31 de enero de 2022

Educación sexual: Orgasmo anal: Consejos para los dos

 

Orgasmo anal. El sexo y el placer son temas cada vez más abiertos a la exploración y la experimentación. En la actualidad, muchas personas y parejas se animan a probar el sexo anal y dejarse llevar por su placer. En este artículo descubrirás cómo lograr un orgasmo anal y todos los consejos que necesitas para disfrutarlo al máximo.

¿Quiénes pueden tener un orgasmo anal? ¿Cómo se siente? ¿Debo tener cuidados previos? ¿Me va a doler? Son variadas las preguntas. Y no está mal tener curiosidad.

El orgasmo anal: ¿es posible?

Si te preguntas si es posible llegar al clímax a través de la estimulación anal, la respuesta es afirmativa. El ano está lleno de terminaciones nerviosas y su correcta manipulación puede ser muy excitante para algunas personas.

Todos pueden llegar a tener un orgasmo anal. Así que, si tienes ganas de experimentar nuevos placeres, no tengas miedo e infórmate al máximo. Recuerda que la regla de oro a la hora de tener sexo anal es querer hacerlo y relajarte. Un buen lubricante, juguete o compañero se encargarán del resto.

Diferencias entre el punto P y el punto A

Es importante aclarar que los hombres y las mujeres experimentan los orgasmos anales de una manera diferente. En los varones es clave la estimulación prostática, mientras que en las mujeres el punto A es el área responsable.

¿Qué es el punto P?

Los hombres cisgénero y las personas asignadas al sexo masculino nacen con próstata. Este órgano del tamaño de una nuez es responsable de gran parte del semen que se libera durante la eyaculación. Al estar excitada, la próstata se hincha y presionarla correctamente genera gran placer y orgasmos más intensos.

Ya que la próstata se encuentra a 5 centímetros del ano, podemos estimularla con los dedos a través del perineo o punto P, que es la zona que se encuentra entre los testículos y el ano. Puedes tocar, lamer o penetrar suavemente y encontrar el método que más te excite para llegar al orgasmo anal.

Próstata y su ubicación.

El masaje prostático es posible de manera indirecta a través del perineo, que es la región entre los testículos y el ano.

¿Y qué es el punto A?

Las mujeres no tienen próstata, pero sí una zona erógena conocida como punto A, que las ayuda a experimentar intensamente el orgasmo anal. Muchas de ellas describen este tipo de clímax como ondas de placer que nacen desde lo profundo del ser y se expanden por todo el cuerpo.

Durante el sexo anal se estimula indirectamente este punto, ubicado alrededor de 12 a 15 centímetros en el interior de la vagina. Al ser un área llena de terminaciones nerviosas, hace que la excitación aumente, lo que permite que se lubrique mucho y puedas llegar más rápido al orgasmo.

Precauciones y consejos para llegar al orgasmo anal

La estimulación anal puede ser una práctica sexual que realices en soledad, a través de la masturbación, o puede ser una parte de ti que compartas con otras personas. Sea cual sea el caso, hay diferencias en la preparación. Estos son algunos consejos útiles.

Si eres la persona que tendrá el orgasmo anal

Recuerda que estar excitado y querer estimular la zona es obligatorio. Si no te sientes seguro, es mejor que pares y lo intentes otro día.

Estar relajado es clave para evitar dolores innecesarios. Si estamos tensos durante el encuentro sexual, el ano no se dilatará.

La protección es primordial. Utilizar preservativo ayuda a evitar el riesgo de enfermedades e infecciones de transmisión sexual.

Los juegos previos ayudan a incrementar de a poco la excitación. Antes de intentar con la penetración, deja que el sexo oral y las manos sean las protagonistas.

Algunos juguetes sexuales, como los plugs, pueden ayudar a prepararte para que la estimulación o penetración no sean dolorosas.

Nunca es suficiente lubricante. El ano no se lubrica por sí solo, a diferencia de la vagina, por lo que no escatimes.

Puedes hacerte un enema para estar más cómodo. Tener accidentes es algo normal en el sexo anal, pero si quieres evitarlos puedes hacerte una limpieza.

Por último, deja que las cosas fluyan y ve a tu propio ritmo. No lo hagas por tu pareja, sino para experimentar nuevas formas de encontrar placer.

Aprende ¿Cómo hacer un enema en casa y qué riesgos tiene?

Si eres quien va a penetrar

El sexo anal no es una carrera contra reloj, sino un tipo de clímax que se construye. Los juegos previos son claves antes de empezar la penetración.

Lava y desinfecta tus manos antes del sexo. Además, es necesario tener las uñas cortas y limadas para evitar lastimar la zona.

Usa condón. Puedes utilizarlo en los juguetes sexuales, los dedos y el pene.

Nunca pases de tener sexo anal a vaginal con el mismo preservativo. Cada vez que cambies de orificio, cambia de condón.

No tengas miedo de explorar otras partes del cuerpo. Las caricias y los besos en los pezones, nuca o pecho son un buen detalle que ayudará a dilatar otros lugares.

Genera un ambiente de confianza con tu pareja que le permita sentirse cómoda y saber que ambos desean llegar al orgasmo anal.

¿Cómo estimular la zona anal?

El ano y toda la zona que lo rodea, tanto interna como externamente, está lleno de terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas de diversas maneras. La sexualidad de cada cual es un mundo, por lo que las preferencias son diversas.

Hay quienes optan por los dedos, otros por los juguetes y algunos se quedan con el sexo oral. Solo escucha a tu pareja e intenta que los dos lo disfruten al máximo.

El sexo oral es un gran aliado

Antes de intentar penetrar a tu pareja, deja que tu lengua juegue con sus glúteos y toda la zona perianal. Esto hará que se excite cada vez más y ayudará a la dilatación necesaria para una penetración sin dolor. Empieza con movimientos suaves alrededor del ano.

Juega con tus dedos

A la par que utilizas tu lengua para dilatar poco a poco, puedes emplear los dedos para facilitar el trabajo una vez lubricada la zona. Empieza con movimientos circulares y un poco de presión. Intenta no ser agresivo con los movimientos al principio.

Si tu pareja tiene próstata, lubrica bien tu dedo anular e insértalo poco a poco en el ano. No escatimes en lubricante y sé cuidadoso con la presión.

Una vez adentro, flexiona un poco el dedo en busca de la próstata. Será fácil encontrarla si tu pareja está excitada. Deja que te guíe y presiónala suavemente.

Con un movimiento circular constante se puede estimular perfectamente tanto el punto P como el punto A. La comunicación en pareja es clave. Si es necesario, aumenta la velocidad y genera una vibración con los dedos.

Penetración y juguetes sexuales

Luego de que ambos se encuentren lo suficientemente excitados y tu pareja dilatada, es hora de empezar con la penetración. El sexo anal puede llegar a ser doloroso si se actúa con agresividad, llegando a ser una experiencia más traumática que placentera. El consentimiento y la delicadeza son claves.

Ya sea que vayas a utilizar tu pene o un juguete sexual como dildos o arneses, ten a la mano siempre el lubricante para reaplicarlo cuando sea necesario. Con lentitud empieza a introducirlo, manteniendo una presión leve hasta que el ano se acostumbre.

Empieza a jugar con la profundidad y está siempre atento a los deseos de tu pareja. A algunas personas les gustan las penetraciones rápidas y profundas, mientras que otras prefieren embestidas más lentas para evitar dolores. Tómatelo con calma y disfruta de cada segundo y sensación experimentada.

Si estás utilizando juguetes sexuales, puedes contralar la velocidad de sus vibraciones para que ambos se diviertan. Aumenta la potencia cuando vayan a llegar al orgasmo para generar un placer más intenso.

Consoladores y dildos para el orgasmo anal.

El uso de los juguetes sexuales debe hacerse con consentimiento de la pareja y cuidando la higiene de los mismos.

Estimula otras zonas erógenas

Tener sexo anal no significa que no haya otras zonas en el cuerpo que no puedas estimular para potenciar el placer. Encuentra la combinación perfecta para que tanto tú como tu pareja disfruten al máximo de la experiencia.

Puedes estimular el clítoris o el pene mientras te están penetrando para ayudarte a llegar al orgasmo anal. Solo pídelo o ayúdate de algún juguete.

Cada persona tiene sus puntos que los hacen excitarse con rapidez. Para algunos es la nuca o las orejas, mientras que para otros son los pezones o las piernas.

Posiciones perfectas para tener sexo anal

Aunque es verdad que puedes hacer la posición que desees a la hora de tener sexo, hay algunas que facilitan la penetración y reducen las molestias naturales. Si estás con tu pareja, estar de lado con la pierna arriba contribuye a facilitar la penetración, además de dar un ángulo perfecto para estimular el clítoris o el pene.

Otra postura cómoda que puedes intentar es de perrito. Una de las ventajas es que ambos pueden controlar la velocidad y profundidad de la penetración y da vía libre para utilizar las manos en otras zonas erógenas.

El cuerpo humano es una infinita máquina de placer, por lo que no tengas miedo de experimentar analmente si es lo que deseas. Solo empápate de la mayor información posible y hazlo cuando te sientas seguro.



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1 comentario:

  1. Desde que se lo hice a mi esposa,ahora es adicta al sexo anal. Al punto que a veces lo prefiere al vaginal.

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