La Policía Nacional de Colombia reveló las primeras imágenes de uno de los presuntos asesinos del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ultimado este 10 de mayo en la península de Barú, sobre el mar Caribe, mientras se encontraba de luna de miel. Las autoridades prometen una cuantiosa recompensa a quien brinde información para hallar a los culpables.
Pecci fue asesinado por dos hombres que llegaron en jet ski a la playa de la isla Barú, en el predio del hotel Decameron, donde se alojaba junto con su esposa, Claudia Aguilera.
Las fotos de los sospechosos del asesinato fueron difundidas por el director de la Policía Nacional de Colombnia, el general Jorge Luis Vargas. «Este es uno de los presuntos responsables del homicidio del fiscal contra el Crimen Organizado de Paraguay, Marcelo Pecci, ocurrido en Barú. Ayúdenos a identificarlo», escribió el general Vargas en su cuenta de Twitter.
Investigadores de Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL de la Policía Nacional (DIJIN) llegaron a la escena del crimen y revisaron las cámaras de seguridad del hotel, donde obtuvieron las imágenes difundidas. Con ellas, buscan trazar una línea del tiempo de los hechos ocurridos antes y después del homicidio, para identificar desde dónde llegaron los sicarios a la isla de Barú y hacia donde huyeron luego de disparar contra el fiscal, informó El Tiempo.
La Policía investiga el homicidio de Pecci junto con la Fiscalía General. Participan también efectivos estadounidenses y agentes de la Policía de Paraguay que llegaron a Colombia desde Asunción para trabajar en el caso.
Las autoridades policiales solicitan la colaboración de la población civil para hallar a los culpables del crimen. Para ello ofrecen una recompensa de hasta 2.000 millones de pesos unos 488.000 dólares a quien pueda aportar información que permita su captura.
Marcelo Pecci tenía 45 años. Desde el año 2009 cumplía funciones como fiscal delegado en la Unidad Especializada de Crimen Organizado de la Fiscalía de Paraguay.
Pecci participó de importantes investigaciones criminales en Paraguay, entre ellas el megaoperativo A Ultranza Py contra el narcotráfico y lavado de activos.
Pero solo a ese fiscal, con el cargo que tiene y los casos que ha logrado imputar, se le ocurre meterse en la boca del lobo. Eso fue la crónica de una muerte anunciada.
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