Como parte de la reforma del Estado con la que aspira implementar una política de austeridad, de cara a la puesta en marcha de una ambiciosa reforma tributaria, el gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la eliminación de cargos superfluos, nóminas paralelas y gastos suntuarios heredados de las administraciones precedentes.
El director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Mauricio Lizcano, detalló este miércoles en entrevista con W radio que lo primero a modificar será la estructura de la Presidencia de la República, en donde el recién posesionado gobierno del Pacto Histórico se topó duplicación de funciones y hasta con lo que calificó como un «superministerio», con competencias que sobrepasaban la autoridad de los ministros y de la propia figura presidencial.
«Encontramos una situación muy lamentable para el país, con 12 consejerías. Cada una de las 12 consejerías tiene estatus de ministro, el mismo sueldo del ministro; se tenían asesores ganando casi el mismo sueldo de ministro», precisó.
En su decir, estas personas gozaban de prebendas como el acceso a carros blindados, teléfonos celulares y un séquito de asesores, cuyo mantenimiento corría por cuenta de las arcas públicas, amén de obstaculizar la comunicación entre el mandatario y su gabinete, pues a menudo pasaba por la intermediación de los así llamados «altos consejeros».
Aunque Lizcano matizó que el proceso, que aspira concretarse en un máximo de tres meses, aún es incipiente y se están estudiando las eliminaciones. No obstante adelantó que la meta es conservar cuatro o cinco de las altas consejerías estipuladas por la ley en virtud de su transversalidad.
«No solamente se quieren eliminar estas consejerías. El presidente ha dicho que quiere eliminar todas las nóminas paralelas, personas que tienen cuatro y cinco contratos con el Estado, personas que no van a trabajar a los ministerios», agregó.
Semana recoge que para ello, la administración que recién inicia se ha planteado «empezar a buscar, a identificar y a cancelar a personas que tengan más de dos, tres o cuatro contratos», porque en opinión de Lizcano, «no es bueno que una persona tenga más de tres contratos con el Estado».
En este caso, la meta es reducir hasta en 50 % el número de contratistas de la Casa de Nariño, como parte de las medidas de reforzamiento de la política de austeridad.
Al menos en primera instancia, el llamado «superministerio» será la entidad donde la reducción de cargos innecesarios se hará más patente. El director del Dapre relató que la Presidencia de la República tiene una nómina de aproximadamente 800 personas, que una vez concretada la reforma, idealmente debería reducirse a la mitad, si bien ahora mismo hay 150 cargos vacantes, solo una mínima porción será ocupada por los miembros del nuevo gobierno.
«Vamos a dejar solo 122 personas, van a ser eliminados esos cargos en la reforma a la Presidencia de la República. Vamos a eliminar 122 cargos [que] por ahora los vamos a dejar vacantes, están en la planta y solo se pueden eliminar a través de una reforma, y lo vamos hacer», advirtió.
En la misma línea, el presidente Gustavo Petro informó este miércoles que había instruido a sus ministros para que eliminaran los gastos suntuarios y las nóminas paralelas en sus carteras y organismos asociados.
Sobre este tema, el también secretario de la Presidencia colombiana aclaró que sería a los titulares a los que les correspondería hacer el levantamiento de información y comunicarlo directamente a Petro.
La reforma del Estado que intenta acometer el Pacto Histórico también tiene consecuencias políticas. Lizcano refirió que al «superministerio» se le atribuyó la competencia de designar a los embajadores de Colombia, aunque aclaró que ya estas funciones habían sido devueltas al ministerio de Relaciones Exteriores.
«Nosotros no queremos unos consejeros, que unos secretarios generales, unos superministros que concentren todo el poder y que dos personas sean las que gobiernan el Estado, inclusive por encima del mismo señor presidente», enfatizó.
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