Petra Flores, de 64 años de edad, salió el 8 de marzo a realizar sus compras rutinarias, cuando regresó a su casa, ubicada en Munro, Vicente López, fue atacada con un cuchillo por una vecina de nombre Soledad, quien le propinó nueve puñaladas en distintas partes del cuerpo.
“Llegué a la casa, dejé la puerta entre abierta para que la perra saliera a hacer sus necesidades porque en el conjunto residencial compartimos el patio. Estaba de espalda y cuando volteo estaba la señora con el cuchillo y me lanza la primera estocada, le pregunté que qué le pasaba, me respondió que me odia y que soy una boluda. Comenzó a darme con el cuchillo por el cuello. Yo estaba con mi sobrino, quien es de contextura grande y no podía controlarla. Le lanzó un zapato y nada”, narrá el lamentable episodio, la víctima.
Cuenta que la mujer se transformó y tenía una mirada muy extraña, “como podía me defendía, metía los brazos y me clavaba el cuchillo. Mi sobrino trataba de pararla pero era imposible, gritaba a los vecinos pero nadie llegaba”, eran las 13 horas, por lo que la mayoría de los habitantes de la zona estaban en sus respectivos trabajos.
Soledad estaba como poseída, tenía mucha rabia, nada ni nadie la contenía. Petra y su sobrino intentaban defenderse, en uno de esos movimientos, cayeron sobre un mueble y el muchacho le puso una pierna en el pecho, fue así como pudo detenerla. “Ahí soltó el cuchillo. Subí al otro departamento y pedí ayuda a unos vecinos, mi sobrino corrió a buscar una ambulancia porque yo me estaba desangrando y ahí fue cuando Soledad salió como si nada, se marchó a su casa y aunque pensamos que la pesadilla había acabado, no fue así porque buscó otro cuchillo y me buscaba para seguirme hiriendo”.
hematomas y heridas que tenía. “Me duele mucho el cuello”.
Golpes en el cuello y la cabeza que tuvo tras la agresión de la mujer, quien supuestamente es medicada
Al día siguiente y tras las averiguaciones, les informaron que Soledad es una persona con problemas psiquiátricos que aparentemente está medicada. Tiene nueve años viviendo en Munro pero se desconoce si había protagonizado algún episodio similar.
“Ahora yo tengo mucho miedo de lo que me pueda hacer. Ya pusimos la denuncia, de hecho la fiscalía me tomó las declaraciones pero no sé qué hacer. Yo lo que soy es costurera y paso todo el día encerrada en la casa, sola con la perra, podría sufrir otro ataque”, reflexiona la también docente de profesión, quien ejerció por años su carrera en la escuela Los Naranjillos y en el liceo La Piedad de Cabudare, estado Lara.
Ella reside con sus sobrinos desde hace tres años, anteriormente estaba en CABA con su hijo pero luego de la pandemia decidió mudarse.
Esa sra debe estar enserads en una clínica para tratarla es un peligro para todos
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