lunes, 31 de julio de 2023

Wilexis Monasterios: De malandro roba teléfonos a juez y verdugo de un barrio

 

A pesar de estar en la mira de los organismos de seguridad, este delincuente ha logrado escapar durante los últimos operativos.

Este delincuente que controla parte de José Félix Ribas (JFR), en Petare, sigue siendo noticia luego de que ordenara el ataque a la sede de los ciclistas de PoliSucre, en el elevado de Palo Verde, municipio Sucre y al Centro de Garantías del Detenido de la Policía Nacional Bolivariana, en San Agustín, municipio Libertador.

El ataque se habría hecho en venganza, a partir de una fiesta que estaban organizando a uno de los sujetos que se fugó de Zona 7, en Boleíta, el pasado 23 de julio. Al ver sus planes frustrados por la policía, y que uno de sus cómplices fue detenido y llevado a San Agustín, decide atacar, arrojando una granada a cada sede.

La tarde del viernes, 28 de julio, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana dieron de baja a tres de los integrantes de su banda, que fueron identificados con los alias «El Chuo», «El Chiqui» y «El Pincharo», este último su lugarteniente y segundo al mando. Esto representa un duro golpe, con lo cual va quedando cada vez más debilitado.

En algún momento contó con mucho poder y tenía numerosos antisociales bajo sus órdenes. Actualmente ha perdido fuerza, sus aliados son pocos, entre ellos algunos consejos comunales y, ya no cuenta el apoyo incondicional de su comunidad.

Fuentes cercanas a su banda rompieron el silencio y decidieron contar la historia de Wilexis.

¿Quién es Wilexis y cómo trabaja?

Wilexis Alexander Monasterios, habría nacido en el año 1986, empezó a delinquir desde temprana edad y cuando era adolescente ya estaba robando teléfonos en Palo Verde y zonas aledañas.

Él no se convirtió en pran de la noche a la mañana. Wilexis comenzó como ratero común hasta cometer su primer asesinato y varios robos. A sus 20 años de edad, ya estaría recluido en el penal de Tocorón, donde realmente iniciaría su carrera delictiva.

A pesar de haber estado en varios penales y que aún debería estar preso, según sus actas procesales, Wilexis salió de la cárcel y comenzó a entregar a varios de sus cómplices a otras bandas, para él abrirse camino.

Es un misterio cómo este sujeto se encuentra en la calle, lo que se sabe es que no llegó al barrio José Félix Ribas siendo el Robin Hood que muchos mencionan.

Llegó a la Zona 8 donde comenzó a tener el control y estaba buscando el poder y no fue hasta que alias «Salserin», de la Zona 6, salió de prision y quiso formar una banda en la parte que se le conoce como el Módulo, donde reclutó unos cuantos para sembrar terror, pero al no tener armamento, recurrió a Wilexis Monasterios para que lo patrocinara, con la promesa de darle control en esa zona.

En ese momento es donde cambian las cosas en el sector. Alias «Salserin», al tener armamento, comenzó a aterrorizar a los habitantes cometiendo asesinatos. Una de sus víctimas fue el conductor de un autobús que le decían «Chorro», al cual asesinó a sangre fría y causó que los organismos de seguridad iniciaran su búsqueda.

Un lunes de carnaval, PoliSucre rodeó la casa donde se encontraba alias «Salserin», pero al no lograr que se entregara, comisiones del BAE del Cicpc, se trasladaron al lugar y le dieron de baja, tras un corto enfrentamiento. El mismo Wilexis habría sido quien filtró la ubicación de «Salserin», para así acabar con esos asesinatos e intentar tener control total sobre la Zona 6.

Wilexis ya iba ganando terreno y controlando el sector, pero tenía trabas con malandros viejos que aún se encontraban en la zona y todavía tenían voz y voto sobre lo que ocurría en el Módulo y en la Zona 6. Algunos de esos malandros eran alias ‘Bertilio», un malandro común pero en su momento con peso; alias «Pelón», que era vendedor de drogas del módulo; Kelvin, alias «Fórmula» y Alexander Mejías, este último se había ido del sector cuando «Salserin» estaba controlando todo.

Wilexis enviaba a su segunda en el mando y prima, Dayana, alias «La Pinto», con el objetivo de que indagara cada movimiento de cada uno de ellos y para que tomara El Mercal de la Zona 6, el cual comandaba alias «Pelón», en conjunto con el consejo comunal.

Al estar Dayana al mando, y sabiendo los movimientos de la Zona 6, Wilexis decide hacer una reunión en la cual participaron los consejos comunales que controlaba alias «Raiza», alias «Pelón» y demás miembros, donde declaraba que la Zona 6 sería tomada por él y su pranato. Al ellos no poder decir, ni hacer nada, los presentes decidieron seguir las directrices del mismo, ya que no eran rival para este cabecilla.

Al llegar Wilexis a estas zonas, empezó un período donde había seguridad. Se acabó la robadera de motos, el robo a mano armada de sus habitantes, el robo de camionetas, los asesinatos injustificados, entre otros. Los habitantes de JFR lo veían fantástico, pero no conocían el plan detrás de tanta gentileza y de tanta paz, que brindaba este juez y verdugo.

Este cabecilla, con piel morena, de 1,85 cm de estatura, de aspecto normal, el cual pasa desapercibido y, hasta con un léxico que se aleja de los típicos malandros, se le hizo fácil movilizarse y comenzar a buscar alianzas. Su siguiente objetivo era la Zona 7, donde eliminó a malandros para tomar también control de la misma.

Así fue procediendo zona por zona, algunas se opusieron, como lo hicieron la Zona 2 y 3 de José Félix Ribas, controlada por alias ‘La China», que estaba a la cabeza desde los tiempos del maladro alias «Mojón». En esas zonas nunca ha podido tener el control completo, pero ha existido un acuerdo de paz entre bandas.

Llegó a tener el control absoluto de todo José Félix Ribas, tenía control desde la entrada del 5 de julio, hasta el arco de Julián Blanco, así como el control hasta la Zona 10, La Bombilla, el 24 marzo y Fechas Patrias. No había algo que pasara en el barrio sin que él se enterara.

Su organización delictiva se financiaba principalmente de las ventas de droga y alcohol. Llevaba siempre un cuaderno donde anotaba quien le pidiera el favor de dejarle hacer una fiesta, u organizar algún evento en la zona, a cambio de que él sería el encargado de suministrar las sustancias ilícitas y la bebida.

Las rumbas que organizaban eran constantemente denunciadas por los habitantes de las zonas aledañas, pero la policía no ingresaba para evitar confrontarlos. En ese entonces en JFR reinaba la paz, reinaban las fiestas todos los fines de semana. En ese momento se podía ver entre 70 y 80 hombres bien armados, supervisando que todo se desarrollara en calma. Para entonces, Wilexis tenía alrededor de un total de 130 sujetos que integraban su banda.

Normalmente los viernes y sábados eran de rumba y beneficio. Los lunes eran de reunión, pero en diferentes puntos, que siempre cambiaba para evitar que se filtrara la ubicación. Esos días lunes sacaba las cuentas de lo obtenido de las ventas en las rumbas, lo ganado por el cobro de vacunas a comerciantes y por multas a quienes vendieran alcohol cuando organizaban alguna fiesta. Todo esto junto a Dayana, quien siempre llevaba el cuaderno con alias «Verruga», de La Montañita». Si los numeros cuadraban, todo fluía, de lo contrario alguien pagaba las consecuencias.

Los días martes, Wilexis, atendía todos los casos que tenían que ver con denuncias de los habitantes de las zonas que controlaba. Las personas denunciaban robos, intento de violaciones, acosos y hurtos. Formaba una especie de tribunal, donde junto con sus secuaces, actuaba como fiscales y jueces. Toda persona que denunciara debía tener pruebas o evidencias que confirmaran lo que decían.

Los castigos eran algún golpe o cachazo con un arma de fuego. Los delitos menores, como robo, extorsión o hurto, eran penados con disparos en las manos o pies. Los delitos mayores, como violaciones, robos de motos, ser informante de la Policía, eran penados con la muerte y los familiares del ajusticiado debían irse de la zona y la casa quedaba bajo propiedad de Wilexis, el cual se la regalaba a alguien que él conociera.

Comienzo de la caída

Todos relatan lo que hizo Wilexis, entre los años 2017 y 2020, un supuesto acto que se le volteó al Gobierno y comenzó una guerra en contra, pero nadie habla de lo interno, de lo que sucedía en el barrio con los locales que usaba para lavar dinero proveniente de la venta de droga y sobre cómo empezó a perder fuerza.

Fue en el 2020, cuando la fuerza policial ya estaba presente en el barrio José Félix Ribas, pero de igual manera, Wilexis, buscaba la forma de burlarlos o que alguien mediara con ellos para evitar que se metieran a buscarlo. No fue hasta mediados de año que, Wilexis Acevedo Monasterios, en conjunto con alias «El Chino», Dayana «La Pinto», alias «El Colombiano» y otro grupo de su banda, realizaron un secuestro por el cual cobraron una alta suma de dinero; algunos dicen que la cifra fue de casi quinientos mil dólares ($500.000) con los cuales, al momento de la huida, PoliSucre casi le da de baja a Wilexis, en un enfrentamiento en el arco de Julián Blanco.

Luego de haber pasado el susto y con el dinero en sus manos, Wilexis, decide hacer una reunión en El Laberinto de la Zona 5, en la cual sus cómplices pensaron que se repartirían por partes iguales lo obtenido, pero fue todo lo contrario. Wilexis tomó el 90% del dinero y les dejó el 10% al resto. En ese momento comenzó el roce con varios integrantes de la banda y a su vez estaban llegando delincuentes que habían salido de prisión y querían ingresar a la zona para disputar el control.

Su paranoia empezó y decide matar a todo el que pensara que lo iba a traicionar, o simplemente filtraba la información a la policía para quitárselo del camino.

La primera Zona de JFR en levantarse, e iniciar la guerra contra él, fue la Zona 5 y Julián Blanco. Ya ellos estaban armados y contaban con el apoyo de la Zona 3 y Zona 2, quienes deciden bajar y, en medio de ráfagas de disparos, le demuestran a Wilexis que ya no estaban con él.

Una fuente que estuvo dentro de la banda, cuenta que lo que sucedió con Wilexis fue que él quería vender la droga en el barrio y decirle a todos en cuánto, cómo y dónde venderla y aparte, cobrar un monto adicional. También solo podían vender los días que él dijera y darle un porcentaje. O sea, todo para su beneficio. Esto empezó a disgustar en todas las zonas, ya que todos querían obtener un pedazo del pastel.

Las siguientes zonas en darle la espalda fueron La Bombilla, el 24 de marzo y Fechas Patrias, que la comandaba el difunto ‘Chichox. Así fue como zona por zona se alejaron de Wilexis y se fueron abriendo, hasta quedarse solo con el control de las zonas 4, 6, 7, 8, La Capilla y La Montañita.

Actualmente, de haber tenido alrededor de 130 hombres fuertemente armados, ahora solo cuenta con 15 ó 20. Mientras más se debilita, más recurre a las amenazas, a infundir terror a las personas para que lo apoyen. Busca quitarle las casas a quienes cometan una falta, también al que sea funcionario lo desaloja de la casa o busca matarlo. La persona que no le obedezca o él vea que está buscando traicionarlo le da de baja, como sucedio con alias «El Chavo».

Muchos de la banda se fueron, otros están presos. Su más cercana y de confianza Dayana, a pesar de tener prontuario policial, se fue del país.

Hoy en día, Wilexis, se encuentra debilitado y reclutando a menores de edad, todos entre 14 y 17 años de edad. Les entrega un radio y un arma. La paz se acabó y ahora los integrantes de su banda, o alguien que los conozca y trate con ellos, que quiera cruzar de una zona a otra, no lo puede hacer. Es ejecutado por los otros grupos delictivos que buscan vengarse por las atrocidades que ha cometido Wilexis.

El pranato de Wilexis está por llegar a su fin, lo que empezó como un cuento de Robin Hood, ahora se convirtió en un infierno para los habitantes de JFR.

Detrás de la cabeza de Wilexis está alias «Kenny», la banda de Los Chicorrios, alias «La China», alias «El Willo», alias «Glender», alias «Escopeta» y otros más. Sin contar a los organismos de seguridad que están detrás de él y de todos los delincuentes que hacen vida en la zona.

Wilexis todavía cuenta con su red de gariteros, no solo con sus integrantes con radios, sino con locales y personas con teléfonos móviles que lo llaman y sujetos en puestos en la calle que se hacen pasar por vendedores, pero solo es para observar todo lo que le parezca sospechoso.

Este delincuente es uno de los más buscados en Venezuela. Se le acabaron los regalos del día del niño, de la madre y fiestas que realizaba en el sector, él logró lo que quería y eso era que lo vieran ahora con miedo y no como un Robin Hood. Un simple delincuente que robaba teléfonos, pasó a ser pran de un barrio y ahora vuelve a ser un simple malandro que se está debilitando.

Wilexis se aferraba a uno de sus secuaces más psicópatas, alias ‘Pincharo», pero cayó muerto en un enfrentamiento con la PNB. Este «Pincharo» estaba negociando la paz con las bandas rivales de la Zona 5, para luego abandonar al debilitado grupo delictivo de Wilexis Acevedo.

Los 15 o 20 que aún lo siguen, ya no tienen el control que tenían en sus tiempos. A este cabecilla aún se le ve, ahora menos, en las calles, haciendo sus recorridos en su moto, una Empire, Outlook, color Azul. Pero ya no puede darse el lujo de recorrer su zona como antes, porque lo pueden atacar.

Toca esperar el desenlace de la historia de este antisocial, ver si termina muerto o en la cárcel.

Fuente: Roman Camacho


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1 comentario:

  1. LIMPIEZA Y EXTERMINIO..! CERO MAS PAJAS DE JUSTICIA LEYES DDHH RELIGIONES PERDON Y MAS PAJAS.! ANIQUILACION..!

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