A través de Twitter (X), el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) informó que el bote era una lancha rápida. Una patrulla del organismo la detectó en el litoral Caribe de Guna Yala, una comarca indígena fronteriza con Colombia.
Carlos Reyes, ejecutivo del Tercer Batallón Puerto Obaldía del Senafront, narró cómo ocurrieron los hechos. En su relato, los efectivos policiales intentaron detener la embarcación, pero esta emprendió la huida.
Finalmente, el bote terminó encallando en una playa cercana. Los traficantes de personas lograron adentrarse en la selva antes que las autoridades pudieran arrestarlos.
Hasta los momentos se desconoce cuántos sujetos eran, reseñó Frontera Viva.
Por ahora, los agentes de seguridad realizan un operativo de búsqueda para dar con los delincuentes. Asimismo, para desmantelar las actividades que guarden relación con el tráfico ilícito de migrantes.
Debido al impacto de la lancha al encallar en la playa ubicada en el corregimiento de Tubualá, al menos 10 de los migrantes tuvieron que recibir atención médica. Esto se debe a que sufrieron algunas heridas.
Se desconoce el estado de los venezolanos y a dónde se dirigían antes de ser secuestrados.
Un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) y dos agencias de las Naciones Unidas, han intentado visibilizar el modus operandi de las redes de trata de personas para alertar a los grupos más vulnerables.
«Las mujeres jóvenes, adolescentes y niñas continúan siendo el grupo más vulnerable, con fines de explotación sexual», afirmó un vocero de estas organizaciones a la agencia española EFE.
A pesar de no contar con cifras oficiales alertaron del «fuerte aumento» del número de niños migrantes solos, quienes corren más riesgo de ser víctimas.
Fuente: Caraota Digital
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