La vitamina D es esencial para mantener los huesos fuertes, pues ayuda a absorber el calcio, previniendo así, las fracturas y la osteoporosis. Además, tiene un efecto protector frente a determinados tipos de cáncer.
Cuando hay deficiencia de esta vitamina puede causar otras enfermedades como raquitismo en los niños, por ejemplo.
¿Qué es la vitamina D?
Es un nutriente que pertenece al grupo de las vitaminas liposolubles. Es considerada por algunos expertos de la salud como una hormona, porque actúa en prácticamente todos los órganos y sistemas del organismo.
Se encuentra en distintos alimentos de origen animal y vegetal; además, en la radiación solar.
Esta vitamina es indispensable para el cuerpo, pues ayuda a fortalecer los huesos, mantenerlos saludables, y, además, regula algunas funciones celulares del cuerpo.
Por otra parte, posee propiedades antinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras que contribuyen con la salud del sistema inmunológico, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.
Al natural
Cuando de obtener esta vitamina natural se trata, nada mejor que exponerse a la luz solar. Es decir, cuando la persona se expone a los rayos del sol, su piel produce vitamina D de manera natural.
Cabe acotar que, si la piel se expone a la luz solar a través de una ventana no produce esta vitamina y una exposición directa prolongada al sol puede causar lesiones en la piel.
En este sentido, es importante limitar el tiempo de exposición o hacerlo fuera de las denominadas horas picos, sin protector solar y no más de 20 minutos.
Otra manera de conseguir esta vitamina es a través de la ingesta de algunos alimentos como son el pescado (salmón, bacalao, sardinas), mariscos (gambas, almejas y langostinos), lácteos, huevos, hígado de res, cereales y hongos.
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