Con vientos que superan los 250 km/h y una marejada ciclónica que podría alcanzar los 12 pies, Milton representa una amenaza catastrófica para la región.
Las autoridades han emitido órdenes de evacuación obligatoria en varios condados de la costa oeste de Florida, y miles de residentes ya han comenzado a abandonar sus hogares.
Los refugios están llenándose rápidamente, y muchas gasolineras están agotando sus reservas debido a la afluencia de personas que intentan huir del huracán.
La situación es tensa, y los funcionarios están haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad de la población.
El huracán Milton es un recordatorio de la vulnerabilidad de Tampa Bay a los ciclones tropicales, que apenas hace días se evidenció con el paso del huracán Helene.
Sin embargo, la última vez que una tormenta de esta magnitud golpeó la región fue en 1921, y desde entonces, la ciudad ha crecido significativamente, convirtiéndose en una metrópolis con más de tres millones de habitantes.
Con un tono contundente, Castor se dirigió a los residentes que decidan quedarse, a través de CNN: “Esto es, literalmente, catastrófico, y puedo decirlo sin dramatizar en absoluto: si deciden quedarse en una de esas zonas de evacuación, van a morir”.
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Cuando el tigre ruge, no hay burros con reumatismo.
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