martes, 25 de mayo de 2010

«No hay más vida en el pantano»

Un mes después del desastre, la petrolera British Petroleum acepta pagar 75 millones de dólares por los daños causados por el vertido

La peor pesadilla de los ciudadanos de Luisiana se ha hecho realidad. El pasado jueves, justo cuando se cumplía un mes del accidente de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, la marea negra alcanzó el delta del Misissipi, arrasando a su paso más de 40 kilómetros de costa. De nada han servido cuatro semanas desplegando más de 161 kilómetros de barreras flotantes de contención, trasladando animales a reservas protegidas o recogiendo el primer chapapote que llegaba a tierra.

Ayer, el secretario de Interior de EEUU, Ken Salazar, hizo crítico en rueda de prensa a la petrolera BP, aunque anunció que ésta ha aceptado pagar los 75 millones de dólares de indemnización que establece la ley.

Pero el dinero no es suficiente para impedir la tragedia ecológica. «Todo ha muerto. No hay más vida en el pantano. No se podrá limpiar», murmuraba Billy Nungesser, presidente del condado de Plaquemines, el más afectado por la embestida del crudo. Hasta el momento, la Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) ha confirmado la muerte de 189 animales en la zona (162 tortugas, 12 delfines y 15 aves), aunque aún no ha confirmado que la causa directa sea el vertido. Según la NOAA, la catástrofe podría afectar a 600 especies y llevar a la extinción a 28.

Entre los pájaros, los principales temores se centran ahora en el pelícano pardo. El jefe del departamento de Vida Salvaje y Pesca de Luisiana, Robert Lover, asegura que el ave más emblemática del Estado incuba en las islas de la costa del Golfo de México afectadas ya por el vertido y que podría estar ingiriendo pescado contaminado con crudo.

Sin embargo, Lover extiende también su preocupación a otras 445 especies de peces, 134 de pájaros, 45 de mamíferos y 32 de reptiles y anfibios. El gobernador del Estado, Bobby Jindal, ha ratificado los peores augurios al reconocer que el chapapote que llega a la costa está compuesto por «el petróleo pesado que todo el mundo temía», y no por la capa aceitosa que se había visto hasta la fecha.

Robert Twilley, profesor de la Universidad Estatal de Luisiana, explicó que los pantanos de la zona, santuario de un ecosistema extremadamente frágil, corren el riesgo de ser destruidos durante décadas. Además, las condiciones climatológicas podrían empeorar la situación. «En el peor de los escenarios, un huracán (la temporada está a punto de comenzar) podría mover el vertido hacia el interior», comentó el experto.

Más de 24.000 efectivos gubernamentales y voluntarios, junto a un millar de embarcaciones, trabajan casi sin descanso para impedir que la marea negra penetre aún más en las marismas de Luisiana o que se extienda a los Cayos de Florida y las playas de Miami en su destructivo viaje por las aguas del Golfo.

De alcanzar estos puntos, podría generar un desastre ambiental aún mayor que el actual, además de provocar ingentes daños al turismo en Florida, una industria que mueve más de 60.000 millones de dólares cada año. Para evitarlo, todos los afectados por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon están aunando esfuerzos.

Algunos de esos afectados denuncian, en todo caso, que el responsable último del vertido, la petrolera BP, no está siendo todo lo transparente que la situación requiere. El jueves anunció que el tubo insertado en el pozo submarino el fin de semana del 15 de mayo era capaz de bombear la cantidad equivalente a 5.000 barriles de petróleo al día, lo que, según los datos ofrecidos por la petrolera, supondría la totalidad del escape.

Sin embargo, el crudo no deja de llegar al mar. Expertos independientes, como el ingeniero mecánico de la Universidad de Perdue Steve Wereley, apuntan que la mancha negra crece a ritmo de entre 25.000 y 95.000 barriles diarios. En su comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos, Wereley fue tajante: «Los datos ofrecidos por BP no se ajustan a la realidad».

Si las estimaciones del experto son acertadas, el vertido podría rondar ya los 477 millones de litros, «con un margen de error del 20%», según ha reconocido. Esta cifra es mucho más alarmante que la oficial 34 millones de litros y, de confirmarse, supone una catástrofe once veces superior a la del Exxon Valdez en 1989.

De momento, BP reconoce haber invertido más de 500 millones de dólares en medidas para luchar contra los efectos del vertido y poner en marcha hasta tres planes distintos para tratar de cerrar definitivamente el pozo. La petrolera ha decidido inyectar barro a alta presión para tratar de sellar el escape. Por si esta medida tampoco surte efecto, BP ha iniciado ya la perforación de dos pozos auxiliares para evacuar el petróleo a través de ellos e impedir así que llegue a las aguas del golfo.

En las últimas horas se ha añadido una sorprendente propuesta a los intentos por limpiar el crudo que ha llegado a la superficie. Bautizada como la Solución de Kevin Costner, se trata de un sistema que funciona como un aspirador gigante que es capaz de separar el petróleo del agua haciéndolo girar a altas velocidades. El actor de Bailando con Lobos dice que ha dedicado 15 años y más de 24 millones de dólares a perfeccionar una tecnología que fue desechada por las autoridades durante el vertido del Exxon Valdez. Costner ha construido 26 de estas enormes centrifugadoras marinas, de las que ha mandado seis a la zona del golfo, con las que, asegura, se podrían lavar hasta 7,5 millones de litros de agua contaminada cada día.

BP ya acumula más de 100 demandas

189 animales afectados

La Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha recogido ya 189 animales muertos en la zona del desastre (162 tortugas, 12 delfines y 15 aves). Sin embargo, las autoridades aún no han confirmado que la causa de estas muertes sea el vertido. Sí han confirmado, en todo caso, que hay un total de 600 especies amenazadas, 28 de ellas en peligro de extinción.

500 millones en gastos

La compañía BP asegura que se ha gastado, hasta el momento, 500 millones de dólares (unos 398 millones de euros) en medidas para luchar contra el vertido. Entre otras cosas, la empresa ha intentado tapar el vertido con tres métodos distintos y ha utilizado más de dos millones de litros de dos tipos de dispersantes para tratar de evitar que el crudo llegase a las costas.

1.000 barcos

Más de 1.000 barcos están ayudando a los guardacostas de Luisiana en las tareas de limpieza en alta mar. Además, alrededor de 24.000 personas, entre trabajadores especializados y voluntarios, trabajan en minimizar el impacto del vertido.

161 kilómetros de barreras

Un total de 161 kilómetros de barreras flotantes se han utilizado para la contención del crudo . Se instalaron tras el accidente de la ‘Deepwater Horizon'.

100 demandas

BP ha recibido más de 100 demandas, 70 la pasada semana. El vertido mató a 11 trabajadores de la plataforma. Además, 27.000 empleos relacionados con la pesca están amenazados, y la pesca en el Golfo de México ha caído un 21% por la cuarentena establecida por el Gobierno.

800.000 litros de petróleo

Cada día se vierte al mar una cantidad crudo equivalente a una piscina olímpica.


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