Chávez nos habla a través de su legado, esta vez para enseñarnos el
crisol de un pensamiento propio, surgido de una disyuntiva existencial
auténtica en su venezolanidad, donde irrumpieron las ideas que llevaron
adelante el Proyecto Bolivariano, ahora plasmadas en el eterno presente
sobre las páginas de un texto vital para el futuro del proceso
revolucionario: El Libro Azul.
El texto, escrito por el líder bolivariano, explica los elementos
filosóficos e históricos asumidos por la juventud militar al momento de
iniciar el proceso revolucionario, los cuales integran el ideario de
tres líderes históricos, Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón
Rodríguez, sobre el cual se diseña el Proyecto Nacional Simón Bolívar.
Este modelo teórico-político, que lleva el nombre del Árbol de las
Tres Raíces, fue el que inicialmente le dio nombre al Ejército
Bolivariano Revolucionario 200 (EBR-200), que más tarde se convertiría
en el Movimiento Revolucionario Bolivariano 200 (MBR-200), nombre con el
que se dio a conocer la rebelión militar del 4 de febrero de 1992.
El conjunto de ideas presentadas en esta obra fueron la bitácora de
los jóvenes militares rebeldes de entonces y las cimientes del Proyecto
Bolivariano "renacido entre los escombros y se levanta ahora, a finales
del siglo XX (...) tiene un encuentro pendiente con la victoria.
Nosotros, simplemente, vamos a provocar dicho encuentro inevitable",
expresa Chávez en las primeras páginas del texto.
El Libro Azul tiene el propósito de elevar nuestra
autenticidad como pueblo al "invocar un modelo ideológico autóctono y
enraizado en lo más profundo de nuestro origen" ante el despojo de las
ideologías hecho por el populismo y los modelos de pensamiento sin
raíces históricas propias.
Las Tres Raíces
De forma coherente, el ideario bolivariano toma el pensamiento
filosófico de Simón Rodríguez, llamado "Robinsoniano", el cual se
fundamenta en una disyuntiva existencial que también es transversal a
los conceptos propuestos por Bolívar y Zamora.
La disyuntiva "inventamos o erramos", propone la invención de nuevas
instituciones para las nacientes repúblicas latinoamericanas o "errar en
el camino cayendo en el simplismo de copiar modelos de otros tiempos".
Esta Raíz Robinsoniana es el punto de partida de donde surge la Raíz
Bolivariana, que posee una estructura homóloga con aquella y plantea
inventar una nueva sociedad en la América Española.
"Nuestras leyes son funestas reliquias de todos los despotismos
antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga, y,
apartando sus ruinas, elevemos el templo de la justicia y, bajo los
auspicios de su santa inspiración, dictemos un Código de leyes
venezolanas", dijo Bolívar en su Discurso ante el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819.
A su vez, la Raíz Zamorana conlleva en la praxis la misma disyuntiva
existencial. Ezequiel Zamora inventó la insurrección campesina de 1846 y
luego de errar en su práctica, inventa de nuevo la forma de llevar
adelante la Revolución de 1858.
"Sobre las ruinas de la dictadura que el 5 de marzo próximo pasado
nos impulsó Julián Castro, con la envejecida oligarquía, levantaréis el
Gobierno Federal que asegura para siempre la libertad, la igualdad y la
fraternidad, dogma de la República genuina", expresó Zamora en su
proclama al crear el Estado Federal de Barinas, el 21 de mayo de 1859.
Este componente doctrinario será la base para los cambios políticos
que se llevarán en el país a partir de la llegada al poder de la
Revolución Bolivariana en 1998, cuyos aspectos se han cumplido y aun
tienen por delante un horizonte de posibilidades.
Un proyecto que resurge
Explica Chávez en el texto que al considerar la crisis histórica por
la que atravesaba el país como resultado de la aberración de la
Democracia Representativa, el Proyecto Nacional Simón Bolívar abreva del
Árbol de las Tres Raíces y plantea lograr la transformación de las
estructuras en "un horizonte máximo de veinte años", y que al tiempo el
objetivo originario se convierta en la "Utopía concreta robinsoniana".
Esta utopía basada en el pensamiento del maestro Simón Rodríguez
propone que el hombre trascienda sus propias limitaciones y miserias
para ubicarse en una sociedad solidaria donde el ser humano sea el
elemento fundamental.
Para lograrlo se propone una concepción participativa del sistema
democrático con el fin supremo de satisfacer los deseos del ser humano,
mediante el ejercicio de la consulta a todos los miembros de la
sociedad.
De esta manera los elementos de la "utopía" se irán concretando con
el avance histórico hacia la situación-objetivo, que es un modelo de
sociedad "original" de la que surgirá un modo de vida "solidario"
definido mediante de la participación del pueblo con base en
determinaciones económicas, ideológicas y políticas.
El mensaje expresa que las utopías son realizables, sobre la base de la razón y las fuerzas creadoras de los pueblos.
Hacia una sociedad original
La transformación del Poder Social―a través de la Constitución―en un
Poder Estatal que siente las bases de la sociedad original como la
concibió el maestro Simón Rodríguez es una meta primordial en el
Proyecto Nacional Simón Bolívar.
"Ello sólo podrá lograrse a través de una Asamblea Nacional
Constituyente de carácter plenipotenciario la cual debe elaborar la
Carta Magna, en la situación de la provisionalidad, en el marco de una
profunda participación de la sociedad civil, a través de diversos
mecanismos de democracia directa", explica el comandante en el texto.
Con base en las necesidades geopolíticas internas de la Venezuela del
siglo XX, el Proyecto formula una "equilibrada y policéntrica"
arquitectura del poder para que el Estado funcione como una "unidad de
poder", que lejos de concentrarlo lo ejerza de manera armónica en todo
el territorio nacional.
Chávez recoge la estructura del Estado propuesta por Simón Bolívar en
Angostura (1819) y Bolivia (1826), para constituir los cinco poderes
públicos: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Poder
Electoral, Poder Moral.
Como sistema político, habla de la democracia participativa y
protagónica, sobre lo cual sostiene que los sistemas de gobierno deben
contar con los mecanismos para que las mayorías y minorías nacionales
puedan "ejercer control, participar y protagonizar el proceso de toma de
decisiones políticas".
Asimismo, propone la Democracia Popular Bolivariana, a través de la
cual "las comunidades, barrios, pueblos y ciudades deben contar con los
mecanismos y el poder para regirse por un sistema de autogobierno que
les permita decidir acerca de sus asuntos internos".
La consigna "Todo el poder para el pueblo", que muchas veces expresó
el Comandante eterno, estuvo presente desde un primer momento en que se
concibió la Revolución como medio para crear una nueva sociedad.
La Revolución Bolivariana
Cita Chávez aquella visión teleológica de Bolívar en la que vislumbra
a la vasta región latinoamericana "sentada sobre el trono de la
libertad, empuñando el cetro de la justicia, coronada por la gloria,
mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno".
Define a esta visión como el primer vestigio de un Proyecto Nacional
Venezolano visualizado a través de una estética de aquel mundo que
rodeaba al Libertador, pero que no excluye de su mirada a un modelo de
sociedad donde impere la libertad y justicia social, mundo anhelado
también por Rodríguez y Zamora.
El líder bolivariano demuestra que estos tres hombres también
estimaron la necesidad de un proceso revolucionario para alcanzar el
modelo de sociedad deseado. La ruptura con tres siglos de dominación
española proclamada por Bolívar; un revolución económica "en los campos"
propuesta por Rodríguez; y la continuación del proceso revolucionario
por parte de Zamora, junto a las masas campesinas.
Chávez y las fuerzas revolucionarias que lo han acompañado desde
entonces y que permanecen vivas junto al pueblo también han comprendido
lo mismo. Por tal razón, ese devenir que actualmente suma 200 años ha
sido el motor del proceso revolucionario que desde 1998 cumple de manera
coherente el componente doctrinario del Árbol de las Tres Raíces.
Como un afortunado presagio, las líneas escritas hace 30 años hoy
continúan vigentes. La rebelión militar del 4F, la victoria popular de
1998, el proceso Constituyente de cuyo seno surgió la Constitución
Bolivariana, el rescate del hilo constitucional en 2002, la serie de
procesos de consulta electoral y refrendarios, y el fortalecimiento del
poder popular que acompaña al Gobierno Bolivariano en el cumplimiento
del Plan de la Patria 2013-2019, honran el contenido de este texto que
en palabras del presidente Nicolás Maduro "marca el nacimiento del
poderoso movimiento de la patria que hoy sigue su rumbo".
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