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domingo, 8 de diciembre de 2013

Un legado hecho patria en las páginas de un Libro Azul

Chávez nos habla a través de su legado, esta vez para enseñarnos el crisol de un pensamiento propio, surgido de una disyuntiva existencial auténtica en su venezolanidad, donde irrumpieron las ideas que llevaron adelante el Proyecto Bolivariano, ahora plasmadas en el eterno presente sobre las páginas de un texto vital para el futuro del proceso revolucionario: El Libro Azul.
El texto, escrito por el líder bolivariano, explica los elementos filosóficos e históricos asumidos por la juventud militar al momento de iniciar el proceso revolucionario, los cuales integran el ideario de tres líderes históricos, Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez, sobre el cual se diseña el Proyecto Nacional Simón Bolívar.
Este modelo teórico-político, que lleva el nombre del Árbol de las Tres Raíces, fue el que inicialmente le dio nombre al Ejército Bolivariano Revolucionario 200 (EBR-200), que más tarde se convertiría en el Movimiento Revolucionario Bolivariano 200 (MBR-200), nombre con el que se dio a conocer la rebelión militar del 4 de febrero de 1992.
El conjunto de ideas presentadas en esta obra fueron la bitácora de los jóvenes militares rebeldes de entonces y las cimientes del Proyecto Bolivariano "renacido entre los escombros y se levanta ahora, a finales del siglo XX (...) tiene un encuentro pendiente con la victoria. Nosotros, simplemente, vamos a provocar dicho encuentro inevitable", expresa Chávez en las primeras páginas del texto.
El Libro Azul tiene el propósito de elevar nuestra autenticidad como pueblo al "invocar un modelo ideológico autóctono y enraizado en lo más profundo de nuestro origen" ante el despojo de las ideologías hecho por el populismo y los modelos de pensamiento sin raíces históricas propias.
Las Tres Raíces
De forma coherente, el ideario bolivariano toma el pensamiento filosófico de Simón Rodríguez, llamado "Robinsoniano", el cual se fundamenta en una disyuntiva existencial que también es transversal a los conceptos propuestos por Bolívar y Zamora.
La disyuntiva "inventamos o erramos", propone la invención de nuevas instituciones para las nacientes repúblicas latinoamericanas o "errar en el camino cayendo en el simplismo de copiar modelos de otros tiempos".
Esta Raíz Robinsoniana es el punto de partida de donde surge la Raíz Bolivariana, que posee una estructura homóloga con aquella y plantea inventar una nueva sociedad en la América Española.
"Nuestras leyes son funestas reliquias de todos los despotismos antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga, y, apartando sus ruinas, elevemos el templo de la justicia y, bajo los auspicios de su santa inspiración, dictemos un Código de leyes venezolanas", dijo Bolívar en su Discurso ante el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819.
A su vez, la Raíz Zamorana conlleva en la praxis la misma disyuntiva existencial. Ezequiel Zamora inventó la insurrección campesina de 1846 y luego de errar en su práctica, inventa de nuevo la forma de llevar adelante la Revolución de 1858.
"Sobre las ruinas de la dictadura que el 5 de marzo próximo pasado nos impulsó Julián Castro, con la envejecida oligarquía, levantaréis el Gobierno Federal que asegura para siempre la libertad, la igualdad y la fraternidad, dogma de la República genuina", expresó Zamora en su proclama al crear el Estado Federal de Barinas, el 21 de mayo de 1859.
Este componente doctrinario será la base para los cambios políticos que se llevarán en el país a partir de la llegada al poder de la Revolución Bolivariana en 1998, cuyos aspectos se han cumplido y aun tienen por delante un horizonte de posibilidades.
Un proyecto que resurge
Explica Chávez en el texto que al considerar la crisis histórica por la que atravesaba el país como resultado de la aberración de la Democracia Representativa, el Proyecto Nacional Simón Bolívar abreva del Árbol de las Tres Raíces y plantea lograr la transformación de las estructuras en "un horizonte máximo de veinte años", y que al tiempo el objetivo originario se convierta en la "Utopía concreta robinsoniana".
Esta utopía basada en el pensamiento del maestro Simón Rodríguez propone que el hombre trascienda sus propias limitaciones y miserias para ubicarse en una sociedad solidaria donde el ser humano sea el elemento fundamental.
Para lograrlo se propone una concepción participativa del sistema democrático con el fin supremo de satisfacer los deseos del ser humano, mediante el ejercicio de la consulta a todos los miembros de la sociedad.
De esta manera los elementos de la "utopía" se irán concretando con el avance histórico hacia la situación-objetivo, que es un modelo de sociedad "original" de la que surgirá un modo de vida "solidario" definido mediante de la participación del pueblo con base en determinaciones económicas, ideológicas y políticas.
El mensaje expresa que las utopías son realizables, sobre la base de la razón y las fuerzas creadoras de los pueblos.
Hacia una sociedad original
La transformación del Poder Social―a través de la Constitución―en un Poder Estatal que siente las bases de la sociedad original como la concibió el maestro Simón Rodríguez es una meta primordial en el Proyecto Nacional Simón Bolívar.
"Ello sólo podrá lograrse a través de una Asamblea Nacional Constituyente de carácter plenipotenciario la cual debe elaborar la Carta Magna, en la situación de la provisionalidad, en el marco de una profunda participación de la sociedad civil, a través de diversos mecanismos de democracia directa", explica el comandante en el texto.
Con base en las necesidades geopolíticas internas de la Venezuela del siglo XX, el Proyecto formula una "equilibrada y policéntrica" arquitectura del poder para que el Estado funcione como una "unidad de poder", que lejos de concentrarlo lo ejerza de manera armónica en todo el territorio nacional.
Chávez recoge la estructura del Estado propuesta por Simón Bolívar en Angostura (1819) y Bolivia (1826), para constituir los cinco poderes públicos: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Poder Electoral, Poder Moral.
Como sistema político, habla de la democracia participativa y protagónica, sobre lo cual sostiene que los sistemas de gobierno deben contar con los mecanismos para que las mayorías y minorías nacionales puedan "ejercer control, participar y protagonizar el proceso de toma de decisiones políticas".
Asimismo, propone la Democracia Popular Bolivariana, a través de la cual "las comunidades, barrios, pueblos y ciudades deben contar con los mecanismos y el poder para regirse por un sistema de autogobierno que les permita decidir acerca de sus asuntos internos".
La consigna "Todo el poder para el pueblo", que muchas veces expresó el Comandante eterno, estuvo presente desde un primer momento en que se concibió la Revolución como medio para crear una nueva sociedad.
La Revolución Bolivariana
Cita Chávez aquella visión teleológica de Bolívar en la que vislumbra a la vasta región latinoamericana "sentada sobre el trono de la libertad, empuñando el cetro de la justicia, coronada por la gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno".
Define a esta visión como el primer vestigio de un Proyecto Nacional Venezolano visualizado a través de una estética de aquel mundo que rodeaba al Libertador, pero que no excluye de su mirada a un modelo de sociedad donde impere la libertad y justicia social, mundo anhelado también por Rodríguez y Zamora.
El líder bolivariano demuestra que estos tres hombres también estimaron la necesidad de un proceso revolucionario para alcanzar el modelo de sociedad deseado. La ruptura con tres siglos de dominación española proclamada por Bolívar; un revolución económica "en los campos" propuesta por Rodríguez; y la continuación del proceso revolucionario por parte de Zamora, junto a las masas campesinas.
Chávez y las fuerzas revolucionarias que lo han acompañado desde entonces y que permanecen vivas junto al pueblo también han comprendido lo mismo. Por tal razón, ese devenir que actualmente suma 200 años ha sido el motor del proceso revolucionario que desde 1998 cumple de manera coherente el componente doctrinario del Árbol de las Tres Raíces.
Como un afortunado presagio, las líneas escritas hace 30 años hoy continúan vigentes. La rebelión militar del 4F, la victoria popular de 1998, el proceso Constituyente de cuyo seno surgió la Constitución Bolivariana, el rescate del hilo constitucional en 2002, la serie de procesos de consulta electoral y refrendarios, y el fortalecimiento del poder popular que acompaña al Gobierno Bolivariano en el cumplimiento del Plan de la Patria 2013-2019, honran el contenido de este texto que en palabras del presidente Nicolás Maduro "marca el nacimiento del poderoso movimiento de la patria que hoy sigue su rumbo".





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