Una gran batalla se libra en Lara. Es el David contra el Goliat capitalista neoliberal con todo su poder económico. Con todo su poder social. Con toda su base social que penetra a los partidos que se llaman revolucionarios, sobre todo a los que detentan los espacios de poder gubernamental, reforzado por toda su ideología burguesa que deviene de ser parte de los amos del capital.
44 héroes se lanzaron a la batalla por sus reivindicaciones sin saber a ciencia cierta el tamaño del monstruo capitalista al que se enfrentarían, pero al ir develando la verdad, su voluntad, aunque vapuleada, no se ha doblegado.
44 hombres y mujeres se lanzaron con la esperanza de poder llegar a las máximas alturas gubernamentales, donde se toman las grandes decisiones por ser un país donde los canales institucionales todavía prevalecen sobre los del "hecho social antecede al derecho" y para ello se prepararon con todo pues si sabían que eran muchos los obstáculos conscientes e inconscientes que se levantaban frente a ellos tratando de evitar que su voz de el ´pueblo es el poder, hacer llegar su propuesta revolucionaria, surgida de la teoría y la práctica obrera.
Llegó el día esperado. Las columnas humanas se agolpaban por todos lados dificultando la tarea de llegar directamente al comandante. Ante la marea humana, la infiltración de la clase, organizada, determinada a cumplir su tarea. Unos aquí, otros allá y otros acullá. Los decenas de comandos proletarios caminaban, corrían, se alzaban con las pancartas pidiendo expropiación del monstruo que maneja su poder para derrotarlos. El comandante vio su mensaje escrito sobre cartón. Indicó con el brazo a algunos de sus acompañantes que leyeran el mensaje. Segundos después pidió que le entregasen algunas de esas pancartas y lo orden fue cumplida por los trabajadores que atentos se habían percatado del interés del presidente.
La tarea del día estaba cumplida. Habían cumplido con entregar el mensaje en pancarta y en un sobre con documentos su problemática y su propuesta de expropiación sin indemnización y bajo control obrero de la Empresa que estaba moviendo todos sus influencias para imponer su medidas económicas neoliberales a es grupo de trabajadores que durante años habían laborado enriqueciendo a sus patronos.
A 60 días de conflicto sin cobrar salarios y 49 desde el inicio de la huelga que comenzó el 16 de agosto, los trabajadores de IOSA bregan por construir un movimiento solidarios que traspase el aporte en alimentos, pues el triunfo de la huelga depende de que el movimiento obrero organizado a nivel estatal y nacional, se unifique en torno a acciones concretas de "calle". Solo la acción unitaria de la clase podrá vencer todo el poder del capital, que el pasado 26 mostró el avance de fuerza y vencerlo en el terreno donde se define el verdadero poder.
Y la problemática de los trabajadores de IOSA ya no es única. Se trata tan solo en Lara de otras dos empresas, Panadería La Nacional y Van der Rohe que en lo inmediato han dejado a sus trabajadores en la calle y en la propia Caracas, de Helados EFE del grupo Polar, quienes también han sido agredidos por los empresarios que tratan de hacer recaer los efectos de la crisis económica capitalista sobre las espaldas de la clase obrera.
La CTR, la FSBT, CCURA, Marea Socialista, Gayones y otras tantas corrientes sindicales con sus dirigentes tienen la palabra. Los trabajadores han dado muestras de su determinación y capacidad de lucha y organización. Los trabajadores exigen UNIDAD EN LA ACCIÓN frente a la ofensiva del capital.
Se requiere Encuentros de Trabajadores para planificar acciones contra esta ofensiva del capital. Se requiere la UNIDAD EN LA LUCHA por la expropiación de las empresas que cierren y las que violen los derechos de los trabajadores.
Derrotemos al monstruo capitalista en el terreno de la Clase Obrera.
Construyamos un gran movimiento de solidaridad con la lucha de los trabajadores de IOSA, Panadería La Nacional, Van Der Rohe y Helados EFE.