El crimen ocurrió el 4 de mayo. Prometieron pagar por la muerte de Eduardo Pinto 3 millones de pesos. Aquí, la historia.
Tenía 35 años y a los ojos de sus paisanos era un “guajiro
excelso”. Eduardo Pinto Viloria, oriundo del poblado de Remedios, era de
una familia de activistas políticos. Él no siguió esos pasos; prefirió
atender el llamado que le hiciera la medicina. Su muerte la lamenta la
costa atlántica colombiana. Las investigaciones y capturas logradas
tienen sorprendidas a Barranquilla, Maicao y Riohacha.
A Pinto lo mataron en su casa el 4 de mayo. Su esposa, desde
hacía 8 años, Dayana Hassim De la Hoz estaba presente. La pareja
procreó tres hijos (un varón y dos niñas). El hogar terminó de romperse:
la viuda fue detenida 7 semanas después del crimen: fue ella quien
lo planeó.
Vivían en el barrio Cevillar, Barranquilla. Pinto tenía 5
hermanos, quienes han sido dirigentes comunales. Era sobrino del actual
presidente de la Asamblea de La Guajira, Hilbert Pinto Aragón; primo de
la revocada gobernadora Oneida Pinto Pérez y del representante a la
Cámara por las Negritudes, Álvaro Rosado Aragón.
Inicialmente fue médico legal en Maicao, director de Medicina
Legal en Maicao y luego director de la Regional Guajira 2012 y 2013, de
donde pasó a la dirección Regional Caribe en Barranquilla. Fue su
último trabajo.
El asesinato se concretó la madrugada del 4 de mayo. Fue el
viernes 24 de junio, cuando el comandante de la Policía Metropolitana,
Gonzalo Londoño, anunció la captura de tres asesinos.
En el operativo se detuvo a otro autor intelectual. “Se trata del conductor de confianza de la familia”.
Según el comandante de la Metropolitana, “esta persona,
Johan Beltrán Ulloque, organiza y consigue a todos los integrantes de
la banda y básicamente cometen un hurto y al final del hurto el
posterior fallecimiento del doctor Pinto , porque fue ultimado dentro de
su casa”.
Los otros capturados son Miguel González Reales y Jesús Gutiérrez Arrieta.
Las indagaciones indican que la hoy viuda salió, esa
madrugada, en un carro con Beltrán Ulloque para ir al aeropuerto y
viajar al departamento de La Guajira. En el recorrido, el auto fue
interceptado por un taxi en el que iban “los delincuentes”.
Los hombres la hicieron bajar y la montaron en el carro en el
que iban ellos y la hicieron regresar a su casa. Bajo amenazas, ella le
hizo creer a esposo que se le había olvidado algo. Cuando Pinto abrió
la puerta, los hampones ingresaron y de inmediato le empezaron a decir
que les entregara la plata. El médico les dijo que él no tenía dinero y
fue entonces cuando le dispararon dejándolo mortalmente herido y
salieron de la residencia.
Luego de que los criminales se fueron, la mujer empezó a
gritar y un vecino le ayudó y entre los dos pudieron llevar Pinto
hasta la Clínica Murillo, pero llegó sin signos vitales.
En su edición digital, el domingo 26, el diario El Heraldo divulgó el
reportaje Los cabos sueltos en el homicidio del exdirector de Medicina
Legal.
En él se señala: El testimonio de uno de los confesos asesinos
siembra dudas sobre la viuda de Pinto. Otro detenido le advirtió, en
la sala de audiencia, que puede “terminar enredada”.
En la investigación se estableció que Beltrán Ulloque
coordinó el plan: contactó a Chucho para que Pinto fuese asesinado,
ofreció pagar 3 millones de pesos e inventó la coartada de un hurto
dentro de la casa de la víctima.
El domingo 26 de junio, según www.laguajirahoy.com, Beltrán Ulloque
enlodó a Dayana indicando que todo lo había orquestado ella, “porque
no quería vivir más con su marido”.
Contó que se conocieron una vez que la llevó a La Guajira. “ En el
viaje, hace más de un año, se dio un cruce de miradas y cuando llegamos
a Riohacha intercambiamos números y de ahí en adelante quedó de clienta
mía (...)”.
“La última relación que tuvimos fue después de Carnavales
de este año (...) Quince días antes del homicidio viajó Dayana conmigo a
Riohacha, retornamos a Barranquilla y la llevé a su casa.
Ella dijo que no quería seguir con él, que no quería estar
más con él, y me dijo que buscara la forma de matarlo. Dayana me dio el
número de una persona, y esa persona me dio el número de Chucho y lo
contacté.
Me dio la orden de matarlo y me dio el número de la persona
que me contactaría para hacer el trabajo, de ahí es donde me comunico
con Chucho para cuadrar el trabajo que se hizo”, narró en el juzgado,
según lo divulgado por la prensa.
Pinto tenía dos seguros de vida. Una de las pólizas está tasada en 300
millones de pesos y cubría la labor que tenía, considerada actividad de
alto riesgo en Colombia.
La viuda fue detenida el pasado lunes . ¿Habría más implicados?
Con sangre fría, Beltrán Ulloque declaró: Esa madrugada Ingresamos
donde la señora del servicio, me lleva hacia un clóset donde había una
paca de billetes de 2000 pesos que sumaban 900 mil, que ese era el único
dinero que había. Nos íbamos a llevar dos portátiles, 6 celulares y 5
relojes, pero el muerto (Pinto) nos dice que un portátil y dos
celulares eran de la Fiscalía y poseen GPS y en cuestión de minutos
podríamos ser ubicados. Solo nos llevamos un portátil, 4 celulares, los
anillos de matrimonio, y los cinco relojes. ‘Ñeco’ (Alberto Cabrera,
prófugo) subió con el muerto y se escucharon tres disparos”.
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