La Fiscalía señaló que “sí se configuró el delito de secuestro simple”, en el caso de la pequeña Nicol.
Un juez de control de garantías acogió la petición hecha por la Fiscalía Primera Especializada adscrita al Grupo Gaula y ordenó el traslado a prisión de Keila Paola García García, la mujer de 22 años señalada de raptar la bebé de una amiga, venezolana, al parecer, para hacerle creer a su pareja, un joven militar, que tenían una hija.
En la diligencia de solicitud de medida de aseguramiento, el ente investigador entregó los argumentos por los que García García debía pasar al reclusorio de mujeres de Barranquilla El Buen Pastor, mientras continuaba su proceso con la justicia, reseñó el diario El Heraldo.
Entre estos, la Fiscalía señaló que “sí se configuró el delito de secuestro simple”, en el sentido de que la joven se llevó a la bebé por un lapso de 12 horas y media sin que la madre de esta tuviera conocimiento de eso.
Además, según el ente, la joven “jugó con el estado de indefensión de la bebé, toda vez que esta no sabía lo que estaba sucediendo sobre el engaño al soldado. En eso la Ley de Infancia es contundente”.
El miércoles 15 de agosto, la Policía había reportado la detención de García en el barrio Vista Hermosa, de Soledad, tras su desaparición la noche del martes 14.
Ese día, la joven fue a buscar a la pequeña de seis meses de nacida para que su mamá se la prestara un rato y luego desapareció.
“García tenía una relación bastante cercana con la madre de la menor, pero lo que esta no sabía y se supo en medio de la investigación es que ella se tomaba fotos con la niña para mostrárselas a su pareja sentimental, simulándole que era su hija. Cuando el soldado quiso conocer personalmente a la niña, la mujer tomó la opción de llevársela y presentársela a los padres y a su pareja, después de esto es cuando la encontramos”, explicó el subcomandante de la Mebar, coronel Engelbert Grijalba.
El domingo anterior, en un informe del periódico Al Día, Wendy Castro, la venezolana madre de la pequeña raptada, manifestó que su amiga Keila García no tenía intenciones de secuestrarle a su hija y que, pese a que ella denunció ante las autoridades la pérdida de la pequeña, todo se trató de un “malentendido”.
La joven lamentó profundamente el problema judicial en el que está metida Keila “por su inmadurez”.
Wendy y Keila son ‘amigas’, se conocieron a mediados del año pasado cuando Wendy, quien tenía cuatro meses de embarazo, y su esposo, Frank García, llegaron al barrio Villa Selene, Soledad, en busca de una habitación. “Me hice amiga de la vecina del frente, y sobre todo de la de al lado: Keyla. Ella vive con su padrastro y su mamá, quien es enferma del corazón. Desde que yo llegué eso fue un amor y un cariño muy grande conmigo, y cuando nació Nicol fueron muy especiales, me ayudaron en todo”, reconoció Wendy.
Tal vez para no perder a su primer amor, parece que Keila le dijo al militar que ella había quedado embarazada. Le mandaba fotos de la hija de Wendy y le decía que era hija de ambos.
“Keila es una buena muchacha, pero es inmadura, tiene el cuarto lleno de peluches y nunca ha tenido un novio formal, aceptado en su casa, parece que el militar la engañaba con otra y por eso ella le decía que había quedado embarazada. Ella es muy seria, trabaja y sostiene a su mamá. Keila no es de fiestas, ni de salir, y tal vez por eso no tiene novio, ni nada”, aseguró Wendy.
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