Para obtener un porcentaje y considerarse sifrino o no, el usuario responde una encuesta en la que solicitan información personal relacionada a la situación económica y patrimonial, lo que generó varias sospechas y reacciones en redes sociales.
Desde el viernes 2 de junio comenzó a circular en Venezuela, a través de la red social Twitter, el Test Sifrino, el cual arroja un porcentaje con el que la persona podría considerarse o no parte de esa población, pero esto generó distintas reacciones, tanto de usuarios que lo realizaron como de especialistas en seguridad digital, quienes recomendaron no ofrecer ningún tipo de información personal en el formulario.
Las sospechas sobre la procedencia de este test comenzaron a surgir por los datos personales que solicitan a quienes desean obtener una calificación. En la encuesta preguntan si la persona tiene un iPhone 11 o versión más reciente, si cuenta con una tarjeta de crédito con más de 1.000 dólares de cupo, si guarda divisas en efectivo en su vivienda o si tiene familiares con empresas en el extranjero.
De acuerdo con el medio especializado en tecnología Asilo Digital, uno de los problemas con este tipo de test es que no se sabe con certeza quién recopila la información y qué pretende hacer con la misma.
«Lo que parece ser un simple test es una gran brecha de seguridad que está alimentando una base de datos desconocida. Hace preguntas bastante personales sobre los usuarios y eso, sumado al correo electrónico, proporciona los datos suficientes para que personas con malas intenciones puedan intentar robar dinero», precisó Asilo Digital en su cuenta de Twitter.
En ese sentido, el experto en criptoactivos y coorganizador de Caracas Blockchain Week, Aníbal Garrido, dijo que al responder de manera ingenua esas preguntas se revela información sensible sobre la situación económica y patrimonial. Por lo que alertó a los ciudadanos a no descuidar la privacidad.
«No caigas en modas absurdas, tu seguridad es solo tu responsabilidad. El resguardo de tu privacidad es algo que no puedes descuidar», advirtió en la plataforma Twitter.
¿Qué se sabe del origen del test?
El enlace de Upperforms comenzó a replicarse a través de la red social Twitter. Los usuarios que respondieron el cuestionario difundieron tuits que captaron la atención y curiosidad de otras personas que procedieron a llenar el formulario, pero luego se arrepintieron al no conocer el destino de sus datos.
El especialista en análisis de datos y ciberseguridad, Rómulo Córdova, indicó que el enlace proviene de una empresa colombiana, situada aparentemente en la dirección: Cra 15 # 118-75 Of.107. Bogotá. Asimismo, indicó que si alguien considera que sus datos están en peligro podrían llamar al número telefónico (+57 ) 601 923 0888, el cual pertenece a Upperforms.
«Resulta que es una página con ‘sede en Colombia’ que los dos únicos formularios que tiene van dirigidos al sifrinazgo caraqueño y colombiano. No soy tan viejo, pero huele rarísimo. Rueden esta información. La versión de ‘qué tan sifrino eres’ existe para Colombia también», escribió en su cuenta de Twitter.
Usuarios reaccionaron
Las reacciones comenzaron a multiplicarse en redes sociales durante todo el fin de semana, desde quienes realizaron el test y luego desconfiaron, hasta quienes advirtieron a otros de no hacerlo.
«Pido una disculpa pública a todos mis amigos que les mandé el test sifrino para reírnos y acabaron dándole su información a una organización criminal que, en un futuro, podrá estafarlos, extorsionarlos o robarles su identidad», escribió uno de los usuarios en Twitter que llenó el formulario.
Otra persona que realizó el test aseguró que luego de llenar las preguntas y ofrecer su dirección de correo electrónico notó que era un mecanismo para sacar información personal.
«El Test Sifrino pregunta por los reales, el teléfono y los familiares que tienes fuera del país ahora mismo y después te pide tu correo. Yo dije wao, pero en Tocorón están viendo programación», escribió Doriann Márquez.
Uno de los que advirtió a las personas de no hacer el test fue el comunicador social Santiago Romero: «No estén entregándoles su información socioeconómica y digital, ligada a su correo electrónico y por ende a sus RRSS, a una persona o grupo el cual no saben para que los usarán».
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