Las averiguaciones que adelantaron los funcionarios del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, adscritos a la Base de
Homicidios de Maracay-Caña de Azúcar, determinaron que el móvil del crimen
cometido por el “Monstruo de Cata Privada” contra su compañera sentimental no
se vinculó con dramas pasionales, sino a un presunto extravío de un dinero,
cuyo monto se desconoce oficial.
El sospechoso, al verse envuelto en contradicciones, afirmó a los funcionarios que su compañera sentimental Milagro del Valles Nacuas Bello, de 46 años de edad, sustrajo de “la caleta”, un dinero sin su consentimiento.
Al percatarse que no tenía su pequeña fortuna ahí guardada, Juan Carlos Rondón, cédula de identidad número V-18.779.063, de 36 años de edad, conocido con el remoquete de “El Coquero”, de oficio obrero de la construcción y residenciado en el barrio 19 de Mayo, en la parte alta, número 9 de El Castaño, zona norte de la ciudad de Maracay, entró en cólera y echando maldiciones a la ciudadana.
Seguidamente le reclamó en “un tono subido de volumen” qué había hecho con su dinero y al recibir una respuesta que lo gastó en cosas “innecesarias”, el sujeto tomó a la ciudadana entre sus manos y le apretó con toda su fuerza el cuello hasta causarle la muerte.
Drenó toda su furia en ella y al verla que no respiraba, el individuo se asustó e inventó una historia maquiavélica de desaparecerla en circunstancias muy extrañas. Por tal motivo, cavó una tumba a la orilla de la playa, en Cata Privada, donde meses atrás la conoció y con el pasar de las semanas la hizo su mujer.
Para deshacerse del cuerpo, Rondón, en horas nocturnas, aprovechando que los vecinos dormían tranquilamente, lo trasladó a ese sitio donde lo enterró a más de un metro de profundidad.
Posteriormente, los moradores le preguntaban por su mujer, pero el hombre no daba respuestas afirmativas. Luego, una de las hijas de la víctima consignó una denuncia en la Guardia Nacional.
Rendía honores frente al mar
Mientras se desarrollaban las investigaciones, “El Monstruo de Cata Privada“, un vendedor de cocos a la orilla de la playa, se dirigía a ese lugar a primera hora de la mañana. Lo hacía todos los días.
La gente de la zona presumía que el individuo estaba en un momento de meditación frente al mar y un proceso de relax. Sin embargo, era todo lo contrario. Lo que hacía era rezarle y pedirle perdón por lo que le había hecho a “su amor de playa”. Le rendía honores.
Cuando ya se tenía certeza sobre la desaparición de Milagro y cómo principal indiciado sobre ese suceso, se apuntaba al individuo, los guardias nacionales le echaron el guante y lo sometieron a los interrogatorios.
Ante ese acto de confesión, los militares decidieron pasar el expediente a otra instancia como es el Cicpc y tras los interrogatorios, “El Coquero”, reveló datos donde había enterrado a la mujer.
Ante su presencia, los funcionarios desenterraron el cadáver, el cual fue trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, en Caña de Azúcar.
Privado de libertad
Y en la tarde del martes, Juan Carlos Rondón fue presentado ante un Tribunal del Circuito Judicial del estado Aragua, y luego de culminar la audiencia de presentación, el juez de la causa dictó privativa de libertad.
Por el momento el sujeto permanece detenido en el Cicpc y en los próximos días sería trasladado al penal de Tocorón.
En resumen de cuentas, el hombre quiso engañar a los familiares de la víctima y autoridades policiales echando “un cuento chino” que al final se vio descubierto. No hay crimen perfecto.
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