Las notificaciones constantes hacen que las relaciones de amor no fluyan.
Estamos sentados en la mesa de un restaurante, hablando con nuestra pareja mientras llega la cena, la conversación fluye y es interesante, pero de un momento a otro la pantalla del celular se enciende y la atención de uno de los dos deja de estar en la conversación para enfocarla en la notificación. Dando origen a una nueva pelea.
Esta situación es cada vez más común y no solo con nuestra pareja, sino también con amigos, hijos o familiares, porque el teléfono hoy logra llamar tanto nuestra atención que por con una alerta rompe un momento de charla y cambia nuestro foco.
Es inevitable que, si tenemos un móvil inteligente, esto no lo hayamos vivido y a esta práctica se le conoce como phubbing, una que está siendo motivo de pelea entre las parejas y está modificando nuestras relaciones.
La palabra phubbing es una combinación entre phone (celular en inglés) y snubbing (despreciar en inglés), por lo que es un término que se usa para explicar cómo una persona ignora a otra por culpa del teléfono.
El contexto en el que se da esta situación es normalmente durante una charla y tras la aparición de una notificación, la atención del otro se va hacia el celular, cortando la interacción o el ritmo de la conversación, porque aunque sigua respondiéndonos ya no está enfocado en lo que estamos hablando.
Lo que nos provoca enojo, desconfianza y nos sentimos aislados, siendo superados por un dispositivo tecnológico. Lo que posteriormente termina en una discusión, que es cada vez más común porque las aplicaciones están ávidas del interés del usuario y constantemente lo están llamado para que regrese, porque hay un mensaje por contestar, un video por ver o una foto por comentar.
No es algo que sea culpa de la situación o que nuestra pareja esté aburrida de nosotros, es porque revisar cada alerta del móvil se convierte en una actividad cotidiana, que surge de forma natural.
Un estadio realizado por la Universidad de Baylor encontró que las relaciones de pareja no solo se basan en la presencia física de la persona, sino que es necesario tener un intercambio afectivo y que sea recíproco, por lo que el phubbing genera que las interrupciones no permitan cubrir las necesidades de apego y atención.
Estas afectaciones no solo generaban problemas momentáneos con la pareja, sino que las constantes interrupciones dañaban la estabilidad de la relación y afectaban a largo plazo la calidad de vida de las personas. Lo que, según la investigación, derivaba en la aparición de síntomas depresivos de una manera progresiva.
Los celulares no se va a ir de nuestras vidas y erradicarlos sería un problema para muchos usuarios que trabajan por medio de él o que es su única fuente de comunicación con familiares en otras partes del mundo. Lo que sí se puede hacer es saber controlarlos.
Una de las mejores soluciones es desactivar las notificaciones de todas las aplicaciones o por lo menos de aquellas que no son necesarias. A esto se suma la opción de silenciar el teléfono, para que al llegar una alerta no se interrumpa una conversación o un momento importante.
Otras soluciones son crear horarios específicos para el uso del celular en casa, alejándolo de situaciones como la cena o al ver una película con la pareja. No contestar mensajes de trabajo fuera del horario laboral y mantener conversaciones realmente necesarias con amigos y familiares. Todo esto ayudará a darle el lugar que merece el celular y a poner primero a las personas que nos rodean.
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