El juicio político contra el presidente de Paraguay, Fernando Lugo,
aprobado este jueves por la Cámara de Diputados del Congreso de ese
país, “parece más un complot, que hoy está en marcha y que puede llevar a Paraguay a una nueva dictadura“.
Así lo manifestó el periodista y político paraguayo Marcos Ibáñez,
quien manifestó que en el caso de que Lugo sea derrocado “habría uno de
los mayores retrocesos políticos después del inicio de un proceso
democrático incipiente en Paraguay”, nación que entre 1954 y 1989 sufrió
una “larga y sangrienta dictadura” militar bajo el mandato de Alfredo
Stroessner.
“Se cortarían mucho de los avances, muchas de las conquistas,
estaríamos en un retroceso a nivel político y social y el pueblo
paraguayo quedaría a expensas de una dictadura de la ultraderecha“, añadió.
Con 76 votos a favor y uno en contra, el Parlamento paraguayo aprobó
un juicio político contra el Jefe de Estado, basado en que el pasado
viernes se registrara un enfrentamiento entre policías y habitantes en
la región de Curuguaty, a unos 380 kilómetros de Asunción, donde
murieron 17 personas, 11 campesinos y seis efectivos de seguridad.
El también secretario de Comunicación del partido popular Tekojoja
señaló que este es un juicio “absolutamente fraguado. Es un golpe
parlamentario contra el proceso democrático paraguayo, que ha tenido sus
altibajos, pero esta es la mayor crisis política que soporta el
Gobierno de Fernando Lugo, que cumple cuatro años de gestión”.
Ibáñez aseveró que al Mandatario paraguayo prácticamente “no le han
dado el derecho a la defensa”, y que los partidos de derecha
tradicionales de Paraguay “han decidido echarlo del Gobierno”, tomando
como base el hecho violento.
A su juicio, buscan responsabilizar al Jefe de Estado “incluso cuando
hay fuertes sospechas más bien de participación de estos mismos
sectores políticos que hoy están pidiendo el juicio”.
Destacó que en un solo día la derecha paraguaya “ha avanzado de tal
forma que quieren dejar al Presidente fuera del cargo, sin prácticamente
tener posibilidades reales de que la sociedad paraguaya también
participe y debata mínimamente, sino que la derecha, con absoluto
hermetismo, entre cuatro paredes, quiere dar un golpe a la democracia”.
Reiteró que el presidente Lugo no renunciará a su cargo y se
presentará al juicio, en que “hará una justificación histórica de que se
trata de un complot (…) para separarlo del cargo por mala gestión”.
El presidente Lugo enfatizó este jueves en un mensaje a la nación que
no va a renunciar al cargo para el que fue electo por votación popular.
Además, ratificó su sujeción a las leyes, a la Constitución de
Paraguay y su compromiso para “evitar que una vez más un hecho político
robe el privilegio y la soberanía de la suprema decisión del pueblo”.
Las verdaderas razones
Además, el periodista paraguayo Ibáñez explicó que los sectores de la
derecha paraguaya arremeten contra Fernando Lugo, porque “es un hombre
que ha iniciado un proceso de recuperación de la soberanía y el rescate
de las tierras públicas”.
“Esto tiene un trasfondo de 8 millones de hectáreas de territorio”,
entregadas a la oligarquía durante la dictadura militar bajo el mandato
de Alfredo Stroessner.
Añadió que esos mismos sectores son los que están hoy en el
Parlamento: “Son los mismos que se inquietan cuando el Gobierno ha
anunciado el interés, e incluso a tramitado en los juzgados, la
necesidad histórica de recuperación de las tierras mal habidas en manos
de militares, en manos de altos dirigentes del partido Colorado y otros
partidos tradicionales”.
El además coordinador de comunicación del Frente Social, agrupación
que aglutina a todos los partidos y movimientos sociales de izquierda en
Paraguay, expresó: “Entonces la reacción de la oligarquía, del
agronegocio, es buscar sacarlo del poder, hay interés de recuperar con
atajos el Gobierno en Paraguay e instalar al derechista vicepresidente
Federico Franco, y luego hacer una repartición del poder entre el
partido Colorado”.
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