El trastorno orgásmico femenino es una alteración que implica una alta “variabilidad del tipo e intensidad” en el que se logra el orgasmo.
Según la Asociación Americana de Psicología, se diagnostica cuando una mujer tiene más del 75% de las relaciones sexuales sin lograr el orgasmo femenino.
El mismo se caracteriza por “orgasmos ausentes, infrecuentes, con intensidad disminuida o con un retraso importante en respuesta a la estimulación” lo que limita o evita que la mujer pueda lograr el máximo pico de excitación sexual durante la relación.
Este trastorno mental, clasificado así por el Manual Diagnóstico Psicológico de la APA, es categorizado en dos niveles: el primario, que se identifica cuando la mujer nunca ha tenido un orgasmo, y el secundario, que se diagnostica cuando hay una alteración importante del orgasmo. Es decir, cuando antes se podía llegar a dicho punto de excitación y, desde hace mínimo 6 meses, ya no puede.
Cabe resaltar que este trastorno mental tiene una prevalencia, en Estados Unidos, de entre el 10 y el 42% de la población diagnosticada con algún trastorno sexual, por lo que es de medular importancia conocer los síntomas y acudir a la brevedad posible a un psicólogo especialista.
Diagnóstico
Según los criterios diagnósticos del DSM - V, se debe experimentar un retraso marcado, infrecuencia o ausencia del orgasmo durante mínimo el 75% de las relaciones sexuales. Asimismo, se experimenta una reducción significativa de la intensidad de las sensaciones orgásmicas desde seis o más veces. No puede diagnosticarse el trastorno si solo ocurrió una vez.
Como en todo trastorno mental, el Tx orgásmico femenino afecta múltiples áreas de desenvolvimiento personal, como lo son la relación de pareja, relación interpersonal con familiares y amigos.
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