03/04/14.- Un
sistemático plan para promover hechos de violencia desde urbanizaciones
de capas medias comenzó a circular con fuerza desde el lunes pasado en
las redes sociales y el repositorio de videos Youtube con el nombre de
Marabunta.
El instructivo presentado por un
autodenominado Frente de Resistencia Vecinal propone un esquema de
organización paramilitar para convertir las urbanizaciones cerradas, que
caracterizan las ciudades de clase media, en fuertes militares desde
donde hostilizar a los organismos de seguridad que deben garantizar el
orden público.
Con cerca de 70 mil visitas, el video
propone la lucha callejera como mecanismo para detener lo que llaman la
“invasión comunista” y para devolverle a Venezuela la convivencia y la
democracia.
El modelo organizativo se basa en una
estructura mínima de ocho personas, para impulsar una cantidad similar
de comandos que contemplan: estratégico, comunicaciones, barricadas,
autodefensas, bloqueo del transporte, bloqueo económico, suministros y
auxilios.
El comando estratégico, además de la
dirección del frente, tiene como función controlar a los vecinos
“comunistas” o a los que no se someten al plan de la resistencia. Se
trata de convertir la urbanización en un cuartel para facilitar la
confrontación con el enemigo.
El de comunicaciones está a cargo de la propaganda interna y de crear y operar sistemas privados de comunicación como Zello.
Los comandos de barricadas y
autodefensas constituyen los componentes de choque, y contemplan por
separado la ejecución de las acciones para construir las barreras que
resguarden la comunidad, así como para atacar a las fuerzas policiales
cuando intenten penetrar a la comunidad.
Las acciones incluyen la creación de emboscadas con el fin de capturar y despojar de armas y equipos a los agentes de seguridad.
DETENER TRANSPORTE Y COMERCIO
Un aspecto novedoso incorporado al plan
es que las fuerzas opositoras se proponen como objetivos esenciales
paralizar los sistemas de transporte público y la actividad comercial en
su localidad
Eso implica la intervención para detener “voluntariamente” las unidades y, de ser necesario, propone su destrucción.
En el caso de los locales de comercio se
sugiere hacer acciones ejemplarizantes, como decomisar la mercancía,
para que los demás comerciantes se plieguen al plan.
Asimismo se ordena que las instalaciones públicas deben ser debilitadas, inutilizadas o destruidas.
Los comandos de suministros deben
procurar la obtención, incluso a través de “contribuciones” solicitadas a
los comerciantes, de los insumos requeridos para mantener funcionando
la máquina local de guerra.
Y, finalmente, en el comando de auxilios
invitan a sumarse a médicos y enfermeras con el fin de auxiliar a los
heridos que caigan en combate.
El objetivo son los urbanismos cerrados
Las instrucciones del Plan Marabunta
están evidentemente dirigidas a comunidades de urbanismos cerrados, como
los que desde hace cerca de 20 años se han impuesto en los desarrollos
de vivienda para familias de la llamada “clase media”.
Son urbanizaciones concebidas como especie de “ghetto”, con fronteras nítidamente definidas y con una sola entrada y salida.
Cuentan con puertas automáticas, cámaras de vigilancia y generalmente con personal de seguridad que regula el paso.
Como una ciudad medieval, genera en sus
habitantes una sensación de área independiente que puede mantenerse al
margen de las políticas establecidas para el resto de la ciudad.
El plan y sus videos y documentos han
tenido una importante propagación vírica en las redes sociales. El
término “Marabunta” ha tenido cerca de 9 mil 500 menciones hasta la
tarde de ayer.
Mientras que entre el martes y ayer el video fue visto por unas 30 mil personas, hasta superar las 70 mil visitas.
Sin embargo, no todas las menciones son
favorables y en las últimas horas han surgido voces de alerta sobre los
riegos presentes en la propuesta.
La usuaria @mujercandanga, con
12 mil seguidores, lo califica como un “hecho criminal”, mientras otros
exigen a las autoridades investigar a los creadores de la presentación
digital.
Sin embargo, usuarios con cuentas importantes numéricamente vinculadas con posturas antichavistas, han impulsado el video.
Llama la atención el apoyo que ha
recibido del vocero opositor Alberto Franceschi, otrora dirigente de
grupos de izquierda de tendencia trostkista.
Por otro lado, cabe destacar que los
promotores del plan vienen haciendo severas críticas a los dirigentes de
la MUD, como Ramón Guillermo Aveledo y a los de Primero Justicia como
Julio Borges y Henrique Capriles.
No ha habido cuestionamientos abiertos a
Leopoldo López y su partido Voluntad Popular, pero todos los factores
políticos han evitado condenar el programa bélico.
Los promotores del plan no dudan en
decir que “de no haber sido por internet, las redes sociales y las
comunicaciones vía Zello, estaríamos aislados.” Y reconocen que “si nos
despojan del internet o bloquean las redes sociales se limitarían
nuestras posibilidades de acción. De allí que debemos prepararnos para
esa eventualidad.”
Entre las alternativas que evalúan están
el uso de equipos de radio de banda corrida, tipo handy, fijos o
móviles de 12v, VHF o UHF y la intervención de las emisoras comunitarias
de radio.
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Galería de traidores
El Frente Marabunta se plantea ubicar y
controlar, mediante labores de inteligencia, a los “traidores
castrocomunistas” que vivan en la comunidad.
Para eso está construyendo una “galería de traidores” que se publicará en la web, con la foto y datos de identidad.
Incluso recomienda, “para los casos más evidentes imprimir volantes con la foto y difundir pegándolos en lugares públicos”.
Así lo indica en su página de internet alojada en Google Sites y que junto con una cuenta twitter, @frentemarabunta, y el canal de Youtube, constituyen la batería de medios de la propuesta de generación de violencia.
El documento establece como objetivo
“organizarnos como pequeños ejércitos desde nuestra comunidad hasta que
unidos todos formemos un gran ejército a nivel nacional.”
Es decir, el plan coincide con procesos de confrontación bélica similares al que se desarrolla en Siria desde hace dos años.
Allí una organización paramilitar,
conocida como Ejército Libre Sirio, mantiene una estructura bélica que
pretende tener un carácter nacional con 22 “batallones” distribuidos en
trece provincias.
También indican que se debe usar el
“efecto sorpresa” así como “armas sicológicas” que infundan miedo y
creen confusión o incertidumbre entre el adversario.
Fuente: Ciudad Caracas
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