Muy pocas personas conocen la importancia de los riñones y lo que significan para nuestro organismo. Es necesario aprender a protegerlos, ya que estos órganos son los encargados de filtrar la sangre y eliminar los desechos que genera nuestro cuerpo.
Los riñones son órganos vitales de nuestro cuerpo, son responsables de filtrar los desechos y el exceso de líquido para eliminarlos a través de la orina. A pesar de que es un órgano importante en nuestro organismo, muchos de nosotros ignoramos ciertos hábitos que pueden condicionar su adecuado funcionamiento.
Se puede llevar una vida relativamente normal con tan solo el 20% de su función renal. De este modo, aunque los riñones están deteriorándose de manera gradual, puede darse el caso de que la persona afectada no sea consciente de ello hasta que el problema esté muy avanzado.
Manteniendo un estilo de vida saludable, así como evitando ciertos hábitos, se pueden disminuir los riesgos de sufrir una insuficiencia renal.
A continuación, desarrollamos seis hábitos estudiados y contraindicados por los profesionales, por ocasionar daños a los riñones. También explicaremos cómo evitarlos, siempre de la mano de consejos y prevenciones de diversos especialistas en la materia.
1. Consumo de refrescos y gaseosas
Una investigación realizada por la Universidad de Osaka, en Japón, demostró que aquellas personas que beben dos o más gaseosas al día tienen un mayor riesgo de sufrir una enfermedad renal.
En el estudio participaron 12.000 empleados que consumían grandes cantidades de refrescos. Tras el estudio se descubrió que eran más propensos a tener proteínas, proteinuria, en la orina.
La proteinuria es un signo precoz que indica la presencia de un daño renal, aunque en esta etapa el problema todavía puede resultar reversible. Así mismo, estas bebidas están relacionadas con el mayor riesgo de padecer cálculos renales.
Los profesionales en la materia recomiendan beber más agua natural, jugos de frutas y verduras, y zumos naturales. De esta forma, se sustituyen los refrescos comerciales o gaseosas evitando a la par sus efectos lesivos.
2. Exceso de sodio
Una de las funciones que cumplen los riñones es la de metabolizar el sodio que ingerimos a través de los alimentos. La sal, muy presente en nuestra alimentación, es la fuente principal de sodio, elemento que necesita ser eliminado prácticamente en su totalidad.
Cuando consumimos sodio en exceso, los riñones tienen que trabajar el doble. Lo que a largo plazo provoca que puedan verse afectados.
La forma principal de evitar este hábito tan cotidiano consistiría en reducir al máximo su ingesta. Dado que la sal es un ingrediente que está presente en muchos de los alimentos que adquirimos y tomamos en el día a día, su completa eliminación resulta muy compleja.
Muchos expertos, médicos y nutricionistas, recomiendan el uso de especias como el orégano, el cilantro, la cúrcuma o el jengibre, como sustitutos de la sal.
3. La cafeína en exceso supone un riesgo para los riñones
Aunque el consumo moderado de cafeína no suele representar un riesgo para la salud, beberla en exceso puede llegar a causar daños renales.
Este ingrediente puede aumentar la presión arterial, de forma que la tensión que esto genera desemboca en diversos daños en los riñones.
Beber café y té con moderación, así como evitar las bebidas energéticas comerciales son buenos métodos con los que evitar el consumo excesivo de cafeína. Se suele recomendar el consumo de batidos como sustitutos naturales o comer distintas frutas que aporten energía.
4. Abuso de analgésicos
Por el hecho de que muchos son de libre venta, muchas personas creen que determinados fármacos son la mejor solución para aliviar sus dolencias. Sin embargo, se ha evidenciado que el abuso de medicamentos analgésicos tiene serios efectos secundarios, entre los que se incluye el daño renal.
Es fundamental consultar con los médicos y expertos la situación antes de consumir fármacos.
Además, existen terapias alternativas a los analgésicos para aliviar el dolor. Así como remedios naturales con propiedades analgésicas que pueden ser de gran ayuda. Nuevamente, es importante reiterar la importancia de contar con el consejo de los profesionales en primer lugar.
5. Beber alcohol en exceso resulta lesivo para los riñones
El consumo excesivo de alcohol es un hábito que puede dañar los riñones en poco tiempo. Este producto contiene toxinas y componentes químicos que resultan muy agresivos con los riñones y el hígado.
Es muy importante ser prudente al beber alcohol de lo que esto supone, consumiendo con moderación y evitando los excesos. De todos modos, sustituir este tipo de bebida por agua, batidos o zumos naturales es siempre una mejor opción.
6. Aguantarse las ganas de orinar
Cuando el deseo de orinar llama, es muy importante atenderlo lo antes posible. Retener la orina es muy mala idea, ya que a largo plazo puede causar daños como insuficiencia renal o incontinencia.
Mantenerse largos periodos de tiempo sin orinar puede producir severas infecciones urinarias. Esto son infecciones bacterianas que afectan el tracto urinario, debido a los gérmenes de la orina empozada en el vejiga.
Con el tiempo estas infecciones podrían extenderse a los riñones y producir cálculos renales u otras lesiones.
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