Los resultados de la autopsia al cadáver de Robin Williams,
que se quitó la vida el pasado mes de agosto, indican que el famoso
actor estadounidense pudo recibir un diagnóstico médico erróneo meses
antes de su muerte. Según su esposa, el actor luchaba contra la enfermedad de Parkinson.
Sin embargo, la
necropsia indica que actor pudo padecer otra enfermedad, cuyas síntomas a
menudo se confunden con el párkinson: la demencia de cuerpos de Lewy,
la tercera causa más común de demencia, informa RadarOnline. Se trata de
una enfermedad neurodegenerativa que solo puede ser diagnosticada con
certeza ‘post mortem’.
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