Este lunes 12 de agosto fueron
rescatadas dos serpientes conocidas como tragavenados (Boa constrictor)
en el liceo Octavio Hernández ubicado al lado de la Capitanía de Puerto,
en la avenida Milagro de Maracaibo. Igualmente el año pasado en el mes
de octubre fueron localizadas tres serpientes de la misma especie
mencionada anteriormente en los jardines de la Biblioteca Pública del
estado Zulia, muy cerca del hallazgo de este año.
Ante esta situación, NAD te trae todo lo que debes saber si encuentras una víbora de esta especie.
Tragavenados o boas
La boa constrictora (Boa constrictor) es una especie de reptil escamoso de la familia Boidae que pueden vivir hasta 30 años.
Llamamos “constricción” al método que
utilizan varias serpientes no-venenosas para matar a sus presas. Dicho
método consiste en enrollar el cuerpo sobre la caja torácica de la
presa, apretando fuertemente hasta que la víctima deja de vivir,
normalmente por asfixia.
Las boas no disponen de colmillos, así que pertenecen al grupo de reptiles no venenosos.
Las boas no tienen un sentido de la
vista muy desarrollado. “Ven como si fuera por infrarrojos por lo que
sentidos como el tacto o el olfato los tienen muy desarrollados”.
“Ellas no tienen veneno, pero matan por
estrangulamiento, porque son constrictoras, tienen 90 libras de
presión”, explicó Luis Contreras, experto en serpientes de los Bomberos
de Marinos adscritos del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos
(Inea).
Su reproducción
Se producen estacionalmente durante la
temporada de lluvias en verano. La hembra atrae al macho al emitir un
aroma de la cloaca durante la temporada productiva. Es una especia
ovovivípara. Tiempo de gestación se encuentra entre 4 a 10 meses y
puede reproducir una camada de 11 a 60 crías, la madurez sexual la
encuentran entre los 2 y 4 años.
Su comportamiento
Son animales solitarios y nocturnos.
Pasan el día escondidas entre las ramas de los árboles o en algún tronco
hueco y salen a cazar al caer la noche. Les gusta trepar a los árboles y
tender desde allí emboscadas a sus presas. También baja al suelo con
frecuencia en busca de agua y es buena nadadora.
¿Y cómo se alimentan?
Las crías buscan pequeños roedores; los
ejemplares adultos, pese a cazar ocasionalmente pájaros, cazan al acecho
o buscan activamente mamíferos hasta el tamaño de un conejo. Las presas
son atrapadas con los típicos dientes en forma de garfio y de inmediato
apresadas entre los anillos para matarlas por constricción
Por lo regular estas serpientes tienen
un comportamiento poco agresivo. Los ejemplares jóvenes son más ariscos.
Las boas constrictoras pueden ser manejadas por cualquier aficionado
pero se recomienda tomar sus precauciones para evitar accidentes porque
son serpientes muy fuertes y de gran tamaño.
Lo primero que tienes que hacer es
mantener la calma. No debes ni agredirlas ni provocarlas. Deja que siga
su camino y tú el tuyo muy lentamente. Comunícate de inmediato con el
número de emergencias y reporta el hallazgo para que sean los expertos
quienes manipulen al reptil.
Casos de muerte en el país por estrangulamiento de serpiente
Luis Conteras comentó que en Venezuela,
el último caso donde una de estas serpientes mató a una persona, ocurrió
en el 2008 en el Parque del Este en Caracas. La víctima resultó ser el
biólogo Erick Arrieta, natural de Santa Bárbara del Zulia.
En esta oportunidad, la serpiente se
trató de una pitón, de casi 4 metros de longitud y 30 kilos de peso,
que se encontraba entre la fosa de la Tigra Mariposa y la Tortuga Arrau.
A esta víbora la señalaron de ser un ejemplar muy agresivo, que tenían
en custodia en el Parque del Este cuando el Instituto Nacional de
Parques se las entregó, luego de que unos usuarios de El Ávila la
encontraran.
Según declaraciones del entonces
director del serpentario, la víctima “abrió la fosa sin ninguna
herramienta. La culebra tiene sensores de calor en su boca, lo primero
que hizo fue morderlo y ya luego lo asfixió”. Según Gutiérrez, el joven
fue hallado vestido con pantalón corto y la culebra estaba en otro
pasillo cerca de las jaulas de los roedores. Consideraron que era
improbable que el animal tuviera intenciones de comerse a la víctima
porque sus fauces no tienen capacidad para tragarlo.
A pesar del tamaño de algunas especies,
el ser humano se encuentra fuera del tamaño habitual de sus presas, por
lo que generalmente son inofensivas, excepto si se las asusta o provoca.
Las hembras pueden comportarse de forma más agresiva si están
protegiendo los huevos.
Lo importante es no manipular serpientes
de este tipo si no eres un experto. Recuerda que que son animales y
actúan por instinto.
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