Por DESMOND BUTLER, JACK GILLUM Y ALBERTO ARCE
Washington (AP) — En julio de
2010 Joe McSpedon, funcionario del gobierno de Estados Unidos, viajó a
Barcelona para afinar los últimos detalles de un plan secreto para crear
una red social destinada a socavar al gobierno de Cuba.
McSpedon y su
equipo de contratistas especializados en alta tecnología habían llegado
desde Costa Rica, Nicaragua, Washington y Denver. Su misión: lanzar una
red de mensajería que pudiera llegar a cientos de miles de cubanos. Para
ocultar la red al gobierno cubano, crearían un intrincado sistema de
empresas fachada con una cuenta bancaria en Islas Caimán y contratarían a
ejecutivos que no estaban al tanto de la situación y a quienes no
informarían sobre los vínculos de la empresa con el gobierno de Estados
Unidos.
McSpedon no trabajaba
para la CIA. Se trataba de un programa financiado y gestionado por
USAID, la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo,
que maneja miles de millones de dólares en programas de asistencia
humanitaria.
Según documentos
obtenidos por The Associated Press y numerosas entrevistas con personas
que participaron en el proyecto, el plan consistía en desarrollar un
"Twitter cubano" elemental que usara mensajes de texto enviados y
recibidos por teléfonos móviles para burlar el férreo control
informativo y las restricciones al uso de la Internet que mantiene el
gobierno de Cuba. Buscando un juego de palabras relacionado con Twitter,
lo llamaron 'ZunZuneo', palabra relacionada con el zunzún, como se
llama al sonido que hacen los colibrís al mover sus alas rápidamente.
Los
documentos muestran que el gobierno de Estados Unidos planeó la
creación de una base de suscriptores usando "contenido no
controversial": noticias de fútbol, música, huracanes y publicidad.
Cuando lograran una audiencia de cientos de miles de suscriptores,
enviarían mensajes de contenido político para inspirar a los cubanos a
crear convocatorias en red de "multitudes pensantes", concentraciones
masivas que fueran convocadas rápidamente y pudieran desencadenar una
"primavera cubana" o, como lo expresó un documento de USAID, "renegociar
el equilibro de poder entre el estado y la sociedad".
En
su apogeo en 2012, el proyecto captó más de 40.000 suscriptores cubanos
para compartir noticias e intercambiar opiniones. Pero esos
suscriptores nunca supieron que el servicio fue creado por el gobierno
de Estados Unidos, ni que había contratistas que recopilaban información
privada de los usuarios con propósitos políticos.
"No
se mencionará en lo absoluto la participación del gobierno de Estados
Unidos", dice un informe de Mobile Accord, uno de los contratistas. "Es
totalmente crucial para el éxito a largo plazo del servicio y garantizar
el cumplimiento de la Misión (sic)".
La
legalidad del programa no está clara: las leyes de Estados Unidos
exigen que cualquier acción encubierta de una entidad federal cuente con
autorización presidencial. Funcionarios de USAID declinaron decir quién
aprobó el programa o si la Casa Blanca conocía su existencia. McSpedon,
gerente de nivel medio y el funcionario de más alto rango identificado
en los documentos obtenidos por la AP, declinó comentar al respecto.
La
Casa Blanca dijo el jueves que la creación de un "Twitter cubano" por
parte del gobierno de Estados Unidos es un programa "en desarrollo" y no
una operación secreta.
El portavoz Jay Carney agregó que no
conoce a individuos en la Casa Blanca que sepan del programa, pero
también dijo que el presidente Barack Obama apoya los esfuerzos por
ampliar las comunicaciones en Cuba.
El gobierno de Estados Unidos
planeó la creación de un "Twitter cubano", una red de comunicaciones
diseñada para socavar el gobierno comunista de la isla, creada usando
empresas de fachada constituidas en secreto y financiada a través de
transacciones con un banco extranjero, según descubrió The Associated
Press.
Matt Herrick, portavoz de USAID, dijo que la agencia está
orgullosa de sus programas en Cuba y que investigadores del Congreso que
revisaron el programa el año pasado determinaron que se apegaba a las
leyes de Estados Unidos.
"La USAID es una agencia que promueve el
desarrollo, no una agencia de inteligencia, y trabajamos en todo el
mundo para ayudar a que la gente pueda ejercer sus derechos y libertades
fundamentales, y darles acceso a herramientas que mejoren su vida y se
puedan conectar con el mundo exterior", dijo Herrick.
Sobre
la implementación, agregó: "¿Ha tomado el gobierno medidas para operar
con discreción en entornos poco permisivos? Naturalmente... en los
entornos hostiles con frecuencia tomamos medidas para proteger a los que
trabajan con nosotros en el terreno. Esto no se limita a Cuba".
Pero
el programa ZunZuneo enturbia esas aseveraciones, un tema delicado
porque su misión de promoción de la democracia y la entrega de ayuda a
las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo pasa por tener la
confianza y cooperación de otros gobiernos.
El
senador Patrick Leahy, demócrata de Vermont y presidente de la
Subcomisión de Asuntos de Departamento de Estado y Operaciones en el
Extranjero, dijo que está a la espera de recibir una explicación de la
USAID al respecto.
"A primera
vista hay varios aspectos problemáticos", dijo Leahy. "Existe el riesgo
de que jóvenes cubanos usuarios de teléfonos celulares no supieran que
era una actividad financiada por el gobierno de Estados Unidos. Está la
naturaleza clandestina de un programa del que no se informó a la
Subcomisión de Asignaciones, que tiene funciones de supervisión. Y está
el hecho preocupante de que, al parecer, comenzó poco después que Alan
Gross, un subcontratista de la USAID que fue enviado a Cuba para ayudar a
mejorar el acceso del público a la Internet, fue arrestado y condenado a
15 años de prisión".
The
Associated Press obtuvo más de mil páginas de documentos sobre el
desarrollo de ZunZuneo. La AP verificó independientemente el alcance y
los detalles del proyecto —como números de contratos federales y nombres
de candidatos— a través de bases de datos de acceso público, fuentes
del gobierno y entrevistas con los que participaron directamente en el
proyecto.
En su conjunto, los
documentos cuentan la historia de cómo agentes del gobierno de Estados
Unidos, trabajando en el más profundo secreto, se convirtieron en
emprendedores tecnológicos en Cuba. Y todo comenzó con medio millón de
números celulares obtenidos de un gobierno comunista.
ZunZuneo parecía ser una
vuelta a la Guerra Fría y los decenios de enfrentamiento entre Estados
Unidos y Cuba. Y todo ocurrió en momentos en que las relaciones
históricamente agrias entre los dos países habían mejorado, al menos
marginalmente, y Cuba había dado pasos hacia una economía más abierta.
No
está claro si el plan comenzó con la USAID o Creative Associates
International, una empresa de Washington con fines de lucro que ha
recibido cientos de millones de dólares en contratos con el gobierno de
Estados Unidos. Para la AP no está claro cómo se consiguieron los
números de teléfono, aunque los documentos parecen indicar que se hizo
de manera ilícita a través de una fuente del interior de la empresa
estatal de telefonía cubana. Los responsables de ZunZuneo usaron esos
números para crear una base de suscriptores para empezar el proyecto.
A
mediados de 2009, Noy Villalobos, una gerente de Creative Associates,
inició una conversación por chat con su hermano menor en Nicaragua,
según un correo electrónico de Creative Associates que capturó la
conversación. Era Mario Bernheim, un veinteañero experto en tecnología
con un futuro prometedor y que ya se había labrado un nombre en el mundo
de la informática.
"Por
supuesto, esto es muy confidencial", previno Villalobos a su hermano.
Pero, "¿qué pudieras hacer si tuvieras todos los números de celular de
un país determinado?, ¿pudieras enviar grandes cantidades de mensajes de
texto sin que el gobierno lo supiera?".
¿Puedes encriptarlos o algo así?, le preguntó en un mensaje de texto.
Villalobos
buscaba una línea directa con el cubano de a pie a través de los
mensajes de texto, que en su mayoría tenían un acceso muy limitado a las
noticias del mundo. El gobierno cubano veía la Internet como su talón
de Aquiles y, en consecuencia, lo controlaba. Un ministro de
Comunicaciones llegó a referirse a la Internet como "un caballo salvaje
al que hay que domar".
Pero en
los años transcurridos desde que Fidel Castro le entregó el poder a su
hermano Raúl, Cuba había tratado de poner en marcha su economía,
estancada desde hacía mucho tiempo. Raúl Castro comenzó a alentar el uso
de teléfonos móviles y cientos de miles de cubanos comenzaron a poder
comprarlos por primera vez, aunque los teléfonos con acceso a Internet
seguían restringidos.
Los
cubanos podían enviar mensajes de texto, aunque a un alto costo porque
en el país el salario promedio equivale aproximadamente a 20 dólares al
mes.
Mario Bernheim le
respondió a su hermana que podía encontrar la manera de enviar mensajes
instantáneos a cientos de miles de cubanos y a bajo costo. No podía
encriptarlos porque sería demasiado complicado y no podrían ocultar los
mensajes al gobierno cubano, que controlaba Cubacel, pero sí podían
ocultar la identidad del que los enviaba cambiando constantemente el
país de origen de los mensajes.
"¿Podríamos
rotarlos por varios países?", preguntó Villalobos. "¿Digamos, un
mensaje desde Nicaragua, otro desde España, otro desde México?"
Bernheim dijo que sí. "Pero
necesito instalar computadoras espejo en muchas partes, la misma
computadora trabajando sobre la misma plataforma con el mismo teléfono".
Se despidió con un "no hay problema".
Después
de la conversación, Creative Associates lo contrató como subcontratista
bajo la responsabilidad de su hermana. (Posteriormente, Villalobos y
Bernheim confirmaron a la AP su participación en el proyecto ZunZuneo,
pero declinaron comentar al respecto).
Bernheim, a su vez,
contrató al ingeniero cubano que había recibido la lista de números de
teléfono. Para la AP no está claro cómo se consiguieron los números.
Los
responsables de ZunZuneo usaron esos números para crear una base de
suscriptores para empezar el proyecto. El equipo se las arregló para
enviar mensajes de texto a miles de cubanos sin ser detectados. Pero
tenían ambiciones mayores.
Creative Associates concibió la lista
como el punto de partida de una red social que llamarían "Proyecto ZZ" o
"Project Hummingbird", que arrancaría cautelosamente y trataría de
hacer llegar su mensaje a los jóvenes cubanos, a quienes la USAID
consideraba más proclives al cambio político.
"Debemos
aumentar gradualmente los riesgos", propuso la USAID en un documento.
La agencia defendía el uso de las llamadas 'smart mobs', o multitudes
pensantes, una convocatoria a través de la red a encuentros masivos
convocados con poca antelación, sólo en "momentos críticos u oportunos y
no en detrimento de la red de nuestra plataforma".
El
equipo de contratistas y subcontratistas de la USAID creó un portal de
Internet paralelo al servicio de mensajes de texto de manera que los
cubanos pudieran suscribirse, interactuar ente ellos y enviar mensajes
gratis. Para lograr que el portal se pareciera al de una empresa real
plantearon el uso de "banners con publicidad ficticia para dar la
apariencia de una empresa comercial", sugirió una propuesta.
En
múltiples documentos, personal de la USAID destacó que los mensajes de
texto habían movilizado multitudes y provocado levantamientos políticos
en Moldavia y Filipinas, entre otros países. La agencia señaló el papel
de las redes sociales en Irán después de las elecciones en las que
venció el entonces presidente Mahmud Ahmadinejad en junio de 2009 y las
consideraba un instrumento importante de política exterior.
Los documentos de la USAID
indican que su objetivo estratégico en Cuba era "sacarla del punto
muerto en que se encuentra mediante tácticas e iniciativas temporales
para impulsar el proceso de transición hacia el cambio democrático".
Cambio democrático en Cuba significaba acabar con el control del poder
por los Castro.
La USAID
dividió la sociedad cubana en cinco segmentos sobre la base de su
lealtad al gobierno. Por una parte estaba el "movimiento democrático",
al que calificaba de "todavía (en lo fundamental) irrelevante" y por la
otra los "partidarios fieles al gobierno", llamados los talibanes en una
comparación con los extremistas afganos y paquistaníes.
Una
pregunta clave era cómo movilizar a los cubanos de a pie hacia el campo
de los activistas democráticos sin ser detectados. Bernheim aseguró al
equipo que eso no sería un problema.
"El
gobierno cubano, como otros regímenes empeñados en controlar la
información, carece de la capacidad de vigilar y controlar de manera
efectiva un servicio de estas características", escribió Berhneim en una
propuesta a la USAID marcada como "información sensible".
ZunZuneo
usaría los números de teléfono para derribar el bloqueo cubano a la
Internet y no sólo para entregar información a los cubanos, sino también
para que los usuarios pudieran interactuar entre ellos de una manera
que el gobierno no pudiera controlar. Al final sería un sistema que
permitiría a los cubanos enviarse mensajes directamente entre ellos.
En
una reunión de estrategia, la compañía analizó el uso del "volumen de
usuarios como una fachada... para la organización", según las minutas de
la reunión. También se sugirió que el "debe haber un espacio los
suficientemente grande para ocultar a miembros de la oposición que se
hayan inscrito en el servicio".
En juego de palabras con lo dicho por el ministro de Comunicaciones, el equipo le puso a la red el nombre de "potro salvaje".
El
equipo de ZunZuneo comenzó a operar desde América Central. Bernheim
desde la capital de Nicaragua, Managua, mientras McSpedon supervisaba el
trabajo de Creative Associates desde San José, Costa Rica. McSpedon
tenía estatus diplomático pero operaba desde fuera de la embajada.
Resultó ser un arreglo lo suficientemente extraño como para levantar
sospechas en Washington, según funcionarios estadounidenses.
McSpedon
trabajaba para la Oficina de Iniciativas de Transición de la USAID, una
división creada tras la caída de la Unión Soviética para defender los
intereses de Estados Unidos en entornos políticos que cambiaban a gran
velocidad sin tener que lidiar con la burocracia habitual.
En 2009, un informe redactado por investigadores del Congreso
advirtió que la labor de la oficina de transición "a menudo se presta a
enredos políticos que podrían tener consecuencias diplomáticas".
Personal de diferentes comisiones legislativas de supervisión del
Congreso se habían quejado de que USAID gestionaba programas secretos
sobre los que no ofrecía detalles.
"Se
nos dijo que no nos podían informar siquiera en términos generales
sobre esas operaciones porque, cito, 'podrían morir personas''', dijo
Fulton Armstrong, que trabajaba en la Comisión de Relaciones Exteriores
del Senado. Antes de eso, Armstrong fue el analista de inteligencia de
mayor rango en América Latina y asesoraba a la Casa Blanca de Clinton.
El
dinero que Creative Associates invirtió en ZunZuneo se asignó
públicamente a un proyecto no especificado en Pakistán, según
información gubernamental. Pero no hay prueba alguna de que los fondos
se gastaron.
Las tensiones con
el Congreso se dispararon precisamente cuando ZunZuneo comenzaba a
despegar en diciembre de 2009, y cuando otro programa de la USAID
terminó con el arresto del contratista estadounidense Alan Gross, quien
había viajado repetidas veces a Cuba en una misión secreta a ampliar el
acceso a la Internet mediante tecnología que, por lo general, sólo usan
los gobiernos, una misión que fue revelada por la AP en febrero de 2012.
Según
Armstrong, en algún momento la Comisión de Relaciones Exteriores
descubrió las operaciones secretas de la Oficina de Iniciativas de
Transición de la USAID en Costa Rica. Funcionarios del gobierno de
Estados Unidos lo reconocieron en privado, pero la USAID se negó a
ofrecer detalles.
En un evento
en Washington, Armstrong dice que le preguntó a McSpedon si sabía que
al operar programas secretos desde un tercer país pudiera dar la
impresión de que trabajaba para una agencia de inteligencia.
McSpedon, a través de la USAID, dijo que eso no es cierto, pero declinó ofrecer más detalles.
El
20 de septiembre de 2009, miles de cubanos se reunieron en la Plaza de
Revolución de La Habana para asistir al concierto del rockero colombiano
Juanes, denominado "Paz sin fronteras". Era la concentración más
multitudinaria en la isla desde la visita del Papa Juan Pablo II en
1998. Bajo la mirada de una efigie de Ernesto "Che" Guevara, Juanes, que
vive en Miami, prometió que su música convertiría el odio en amor.
Para
el equipo de ZunZuneo, el concierto era una oportunidad perfecta para
probar el poder político de su red social. Semanas antes, la empresa de
Bernheim, usando la lista de teléfonos, envió medio millón de mensajes
para probar cuál sería la reacción del gobierno cubano.
El equipo contrató a Alen Lauzán Falcón, un artista satírico
nacido en La Habana y que vive en Chile para escribir mensajes "a la
cubana". Algunos tenían un contenido moderadamente político, otros eran
cómicos. Algunos eran más incisivos. Uno preguntaba si dos músicos
locales, que gozan del apoyo del gobierno, debían subirse al escenario
con Juanes. Respondieron alrededor de 100.000 personas sin darse cuenta
que participaban en una encuesta para conseguir información de
inteligencia.
Paula Cambronero, investigadora de la empresa Mobile
Accord, comenzó a crear una amplia base de datos de los suscriptores
cubanos con información que incluía género, edad, "receptividad" y
"tendencias políticas". La USAID creía que la información demográfica de
la presunta disidencia podría ayudarlos a enfocar otros programas en
Cuba y "maximizar las posibilidades de extender nuestro alcance".
Cambronero
concluyó que el equipo debía ser cuidadoso y escribió en un informe que
"los mensajes con connotación humorística no deben mostrar tendencias
políticas claras para no crear animosidad en los destinatarios".
Falcón
dijo en una entrevista que nunca le dijeron que estaba escribiendo
mensajes para un operativo del gobierno de Estados Unidos, pero no se
arrepiente de haber participado.
"Nadie
me dijo nada, pero si lo hubieran hecho habría participado igual",
dijo. "En Cuba no tienen libertad. Mientras un gobierno me haga pagar
por visitar mi propio país, me obligue a pedir permiso, me limite la
comunicación, estaré en contra de ese gobierno. Sea Fidel Castro, Jorge
Mas Canosa o Gloria Estefan". Mas Canosa, fallecido en noviembre de
1997, fue líder anticastrista en Miami.
Carlos
Sánchez Almeida, abogado especialista en leyes europeas de protección
de información, dijo que estos detalles revelados por la AP infringen
las leyes de privacidad españolas porque el equipo de ZunZuneo había
recopilado de manera ilegal información personal de una lista de
teléfonos y la había enviado mensajes no solicitados a través de una
plataforma española.
"La
liberación no autorizada de información es delito, y usar esa
información para crear una lista de personas por su afiliación política
está completamente prohibido por la ley española" dijo Almeida, quien
agregó que también infringe un acuerdo de protección de información
suscrito entre la Unión Europea y Estados Unidos en 2000.
A
partir de los registros de los servidores, la USAID vio pruebas de que
La Habana había tratado de seguir la pista a los mensajes de texto, de
penetrar los servidores de ZunZuneo y ocasionalmente había bloqueado los
mensajes. Pero la USAID calificó la respuesta de "tímida" y concluyó
que ZunZuneo podía ser viable si mantenía su origen en secreto.
Aunque
Cuba tiene uno de los mejores servicios de contrainteligencia del
mundo, el equipo de ZunZuneo creyó que mientras el servicio de
mensajería pareciera inofensivo, Cubacel lo dejaría en paz.
Una
vez que la red tuviera una masa crítica, según los documentos de
Creative Associates y la USAID, sería más difícil para el gobierno
cubano cerrarla debido a su popularidad y a que Cubacel se habría
acostumbrado a los ingresos que le generaban los mensajes.
En febrero de 2010 se presentó ZunZuneo a los cubanos y comenzó
la campaña de mercadotecnia. En seis meses consiguió 25.000
suscriptores. Crecía más rápidamente y atraía más atención de la que el
equipo de USAID podía controlar.
Saimi Reyes Carmona estudiaba periodismo en la Universidad de La Habana cuando se tropezó con ZunZuneo.
Le
llamó la atención tanto la novedad del servicio como su precio. La
publicidad decía "mensajes gratis", así que se apuntó con su apodo,
"Saimita".
Al principio era una plataforma pequeña, dijo durante
una entrevista reciente en La Habana. Pero un día fue al portal y vio
que los servicios aumentaban. "Empecé a enviar un mensaje diario", el
máximo permitido al principio. "Casi no tenía seguidores". Pero cada vez
que recibía uno se sentía feliz.
Entonces la popularidad de ZunZuneo se disparó.
"Todo el mundo quería apuntarse y en cuestión de meses tenía 2.000 seguidores, no tenía idea de quiénes eran ni de dónde eran".
Informó
a sus seguidores de su fecha de cumpleaños y se sorprendió al recibir
15 mensajes privados. "Esto es lo mejor que he visto", le dijo a su
novio, Ernesto Guerra Valdez, también estudiante de periodismo, que se
mostró sorprendido.
No pasó mucho tiempo antes de darse cuenta de
que era la segunda persona con más seguidores de la isla después de un
usuario llamado UCI, que imaginaba era la Universidad de Ciencias
Informáticas de La Habana. Su novio tenía 1.000 seguidores. Los dos
estaban sorprendidos del alcance que les ofrecía.
"Era
algo tan maravilloso" dijo Guerra. "Tan noble". El y Reyes trataron de
entender cómo funcionaba ZunZuneo porque la tecnología tenía que ser
costosa, pero no descubrieron nada. Se sentían agradecidos.
"Siempre nos pareció extraña tanta generosidad y amabilidad", dijo Reyes. "El hada madrina de la telefonía móvil".
A
principios de 2010, Creative Associates decidió que ZunZuneo era tan
popular que la compañía de Bernheim no tenía la suficiente capacidad
técnica para gestionarlo y pasaron a crear "una versión a escala de
Twitter", para lo cual acudieron a otro joven experto en tecnología,
James Eberhard, presidente de Mobile Accord, una empresa de Denver.
Eberhard fue un pionero en el uso de mensajes de texto para donaciones
en caso de desastres y había recaudado millones de dólares después del
terremoto de Haití en enero de 2010.
Eberhard ganó millones antes
de cumplir los 30 años con la venta de una compañía que vendía ring
tones y juegos. Su portal de Internet lo describía como un "visionario
en la comunidad global de la telefonía móvil".
En julio viajó a
Barcelona para sumarse a Bernheim, McSpedon y otros con el fin de crear
lo que llamaron "una estrategia discreta".
"Si se descubre que la
plataforma es o ha sido apoyada por el gobierno de Estados Unidos, no
sólo nos arriesgamos a que Cubacel cierre el canal, sino que ponemos en
riesgo la credibilidad de la plataforma como fuente de información
confiable, de educación y de empoderamiento", decía un memorando de
Mobile Accord.
Para ocultar el rastro, decidieron que una empresa
del Reino Unido estableciera en España una empresa que gestionara
ZunZuneo. Y crearon otra llamada MovilChat en las Islas Caimán, un
paraíso fiscal, con una cuenta en el Bank of N.T. Butterfield & Son
Ltd. para pagar las cuentas.
Las minutas de la reunión de
Barcelona indican que las compañías pantallas permitirían a ZunZuneo
distanciarse de Washington para que "el rastro del dinero no termine en
Estados Unidos".
Pero el dinero no era lo único que les
preocupaba. Tenían que ocultar el origen de los mensajes de texto, según
documentos y entrevistas con miembros del equipo.
Brad Blanken,
el jefe de operaciones de Mobile Accord, abandonó el proyecto en su
etapa inicial pero dijo que se debían seguir dos principios para que
lograr el éxito.
"El mayor reto es conseguir los números de teléfono", dijo. "Y después, tener la capacidad de burlar el control de la red".
El
equipo de contratistas instaló servidores en España, Irlanda y las
Islas Caimán para procesar los textos, y contrató a una empresa española
llamada Lleida.net para enviar los mensajes a Cuba desprovistos de su
información de identificación.
Mobile Accord también trató de
conseguir información de inteligencia de ingenieros de Telefónica,
empresa española de telecomunicaciones y aliada de Cubacel, que según
los organizadores "podría conocer la red de Cubacel".
"Comprender
los protocolos de seguridad y de vigilancia de Cubacel será un activo de
valor incalculable para evitar la detección por parte de la telefónica
(en este caso Cubacel)", dice un informe de Mobile Accord.
No
obstante, los responsables de USAID se dieron cuenta de que no podían
ocultar su participación de manera indefinida a menos que abandonaran el
escenario. El dilema se planteó sin rodeos cuando Eberhard viajó a
Washington para participar en una reunión de estrategia a principios de
febrero de 2011, en que su compañía señaló la "contradicción inherente"
de dar a los cubanos una plataforma de comunicación en la que su
gobierno no podía influir pero que era financiada por el gobierno de
Estados Unidos e influenciada por su agenda.
Entonces contactaron a
Jack Dorsey, uno de los cofundadores de Twitter, en busca de
financiación para el proyecto. Los documentos muestran que Dorsey se
reunió con Suzanne Hall, funcionaria del Departamento de Estado que
trabajó en medios sociales y otros temas. Dorsey declinó comentar sobre
el tema.
El Departamento de
Estado, bajo la entonces secretaria Hillary Clinton, creía que los
medios sociales eran una herramienta diplomática importante. En un
discurso de 2011 en la Universidad George Washington, Clinton dijo que
Estados Unidos ayudaba a las personas en "entornos de Internet opresivos
a burlar los filtros de seguridad". En Túnez, donde nació la Primavera
Árabe, dijo Clinton, la gente usó la tecnología para "organizar y
compartir quejas, algo que, como sabemos, ha ayudado a impulsar un
movimiento que condujo a un cambio revolucionario".
A final de
cuentas, la solución era encontrar un nuevo equipo gerencial que
separara a ZunZuneo de su origen estadounidense y recaudara los fondos
necesarios para convertirlo en una iniciativa "independiente", aunque
mantuviese su estrategia de "cambio democrático".
Eberhard lideró
el proceso de selección, una operación sensible porque quería mantener
en la ignorancia al equipo de gestores de la empresa española. Ellos no
podían saber nada de la participación del gobierno de Estados Unidos.
"El
equipo de gestión de ZunZuneo no tendrá conocimiento del origen real de
la operación; como máximo, sabrán que Mobile Accord creó la
plataforma", expresó el memorando. "El equipo de gestión no puede tener
duda o preocupación alguna sobre la participación del gobierno de
Estados Unidos".
El memorando agregaba que la conciencia limpia del director
general sería "particularmente crítica en lo relacionado con Cubacel".
Preocupados por el alto costo de los mensajes de texto para el usuario
cubano medio, ZunZuneo negoció una tarifa de cuatro centavos de dólar
por mensaje a través de un intermediario español. Los documentos
muestran que había esperanza de que un director ejecutivo honesto que no
tuviera conocimiento de los orígenes del proyecto podría convencer a
Cubacel de que apoyara el proyecto.
Mobile Accord estudió a por lo
menos una docena de candidatos de cinco países para la dirección
general de la empresa en España. Una de ellas fue Francoise de Valera,
presidenta de una empresa a quien contactaron mientras estaba de
vacaciones en Dubai.
Viajó a Barcelona. En el Hotel Mandarin
Oriental, un resort de lujo de la capital catalana, se reunió con Tim
Musratt y Nim Pattel, que entonces residente de Mobile Accord. James
Eberhard también participó en las entrevistas. Pero De Valera dijo que
no le dieron respuestas claras sobre lo que buscaban.
"Me dijeron
algo de SMS, pero nada sobre un vínculo con Cuba ni con Estados Unidos"
dijo en una entrevista desde Londres. "Si hubiera aceptado el cargo,
creo que tarde o temprano me habría percatado de que algo andaba mal.
Menos mal que no me escogieron".
A principios de
2011, Creative Associates se empezó a desesperar con la incapacidad
mostrada por Mobile Accord para hacer convertir a ZunZuneo en un
proyecto autosostenible e independiente de Estados Unidos. La operación
se encontraba frente a un problema sin solución. La USAID pagaba cientos
de miles de dólares en tarifas de recepción de mensajes de texto al
monopolio de telecomunicaciones cubano a través de cuentas bancarias
secretas y empresas fachada. Era una situación que no podían permitirse
ni justificar y que si se salía a la luz pública sería vergonzosa, o
incluso peor.
En una
evaluación detallada, Creative Associates dijo que Mobile Accord había
ignorado la sustentabilidad del proyecto. "Se sentía cómoda recibiendo
fondos del gobierno de Estados Unidos que mantenían a flote la
compañía".
De los 60 puntos
con los que se medía el rendimiento, Mobile sólo consiguió 34. Creative
Associates se quejó de que Mobile no entendía muy bien la misión social
del proyecto y sólo le dio tres puntos sobre diez en "compromiso con los
objetivos del programa".
"Nos preocupa especialmente su pasividad a la hora de mejorar la situación", expresa la evaluación.
Mobile Accord se abstuvo de comentar sobre el tema.
En un tono que denotaba cada vez más impaciencia, la USAID
presionaba a Mobile Accord para que consiguiera nuevos ingresos para
cubrir gastos. Mobile Accord sugirió vender publicidad en Cuba, pero
incluso con una proyección de un millón de suscriptores la publicidad en
una economía comunista equivaldría a una suma ridícula.
En marzo
de 2011, ZunZuneo ya tenía casi 40.000 suscriptores y decidió trabajar
con un tope de 50.000 para mantener un perfil bajo, abandonando así sus
objetivos previos de llegar a 200.000 usuarios. Decidieron limitar los
mensajes al 1% del tráfico total en Cuba para que las autoridades de la
isla no los detectaran.
Mientras tanto, a través de un antiguo
empleado de ZunZuneo —que habló a condición de no ser identificado
porque no estaba autorizado a hablar de su trabajo— conocieron que los
cubanos los estaban descubriendo y que ya habían tratado de bloquear el
servicio.
A
mediados de 2012 los cubanos comenzaron a quejarse de que el servicio
sólo funcionaba esporádicamente, y después que no funcionaba.
ZunZuneo se esfumó tan misteriosamente como había aparecido.
En junio de 2012, usuarios con acceso a Twitter y a su página de Facebook se preguntaban qué habría pasado.
"¿Por
dónde se pueden recibir mensajes de ZunZuneo?", preguntó una mujer en
Facebook en noviembre de 2012. "¿Por qué ya no me llegan?".
Los
usuarios que trataban de entrar al portal de ZunZuneo eran dirigidos a
una página de Internet para niños con un nombre similar.
Reyner
Agüero, un bloguero de 25 años, explicó que junto a un grupo de
estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana
investigaron qué sucedía. Alguien había dirigido el portal a través de
una modificación de su dirección de acceso desarrollada desde los años
90. Funcionarios de inteligencia cubanos les dijeron que ZunZuneo estaba
en una lista negra.
Agüero cree que "ZunZuneo, al igual que cualquier plataforma que no controlaran era una amenaza y ya".
En
un español mal escrito, ZunZuneo publicó en su página de Facebook un
mensaje que decía que estaba al tanto de los problemas de acceso y
estaban trabajando para solucionarlos.
"Qué viva el ZunZuneo!", decía su último mensaje.
Cuando Saimi Reyes y su novio Ernesto Guerra supieron la verdad sobre ZunZuneo, se mostraron sorprendidos.
"¿Cómo iba a saber?", pregunta Guerra, "Ahí no decía bienvenido a ZunZuneo, un servicio de USAID".
"Además,
no tenía nada negativo. Si yo hubiera comenzado a recibir mensajes
subversivos o amenazas de muerte o 'Todos a las calles''', dijo entre
risas, "hubiera dicho, 'OK', aquí algo huele ma. Pero no sucedió nada de
eso".
La USAID dice que el programa terminó cuando se acabó el dinero. El gobierno cubano declinó comentar al respecto.
El
antiguo dominio de Internet de ZunZuneo está a la venta por 299
dólares. El registro de MovilChat, la empresa registrada en las Islas
Caimán, venció el 31 de marzo.
Y en Cuba no hay nada que haya sustituido a ZunZuneo, aunque la Internet sigue restringida en la isla.
"Cuando ZunZuneo desapareció quedó un vacío" dijo Guerra. "La gente me enviaba mensajes al teléfono: ¿Qué pasó con Zunzuneo?"
"Al final, nadie sabe lo que pasó", dice. "Nunca supimos de dónde salió".
Siguenos a traves de nuestro twitter @elparroquiano
Si deseas comunicarte con nosotros ya sea para denunciar, aportar o publicitar con nosotros, escribenos aca: eparroquiano5@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario