Como ya hemos señalado anteriormente, un factor clave en la Nueva Doctrina Militar Bolivariana es la participación y el protagonismo del pueblo en la Defensa Integral de la Nación.
No se trata tan solo de una condición de principios que caracteriza
esta nueva etapa histórica del país, según la cual la soberanía popular
debe ser decisoria en todo el devenir social (incluyendo el militar),
sino de una conclusión que arrojan las experiencias de lucha y
liberación nacional de los pueblos oprimidos que han librado guerras
contra las potencias imperiales. Ante la superioridad tecnológica y
material de las fuerzas militares agresoras, debemos prepararnos para
una guerra asimétrica, en la que la superioridad moral, el conocimiento
del terreno y la utilización de las todas las formas de lucha de la
guerra no convencional, garantizarán la derrota del enemigo.
Sin negar los planes de defensa y movilización que tiene prevista las FANB y de manera articulada con estas, es importante desarrollar planes de acción en la óptica de la guerra de resistencia, bajo la concepción de la Guerra de Todo el Pueblo,
aprendiendo la lección de otros procesos históricos victoriosos, como
la guerra de liberación de China y Vietnam o, más recientemente, la
guerra contra la ocupación en Agfanistan, en la que las fuerzas
patrióticas se empeñaron en desgastar -más que derrotar- la capacidad
combativa y moral de las fuerzas enemigas, debilitándolas
progresivamente, a fin de lograr la expulsión del territorio y restituir
el Estado nacional bajo su égida y, a la vez, garante de la soberanía
popular.
Un principio básico rige la guerra de
resistencia. Citando a general vietnamita Vo Nygen Giap, “todo el pueblo
combate al agresor; cada ciudadano es un soldado”, lo que a su vez
conlleva a ciertas modalidades tácticas en el terreno de lucha:
1.- Evitar la confrontación directa y
sostenida con el ejército agresor (guerra de posiciones), en el
entendido de su inmensa superioridad y poderío tecnológico; se trata de
desgastar al contrario con el riesgo mínimo de las fuerzas propias
(guerra de guerrillas móviles), evitando el choque frontal.
2.- Multiplicidad de formas de lucha y combinación de armamento ligero convencional con el armamento popular.
3.- Extensión de la confrontación al
terreno no bélico: medios de comunicación, guerra informática, guerra
digital, medidas económicas, inteligencia social, internacionalización
de la guerra con la formación de frentes de solidaridad, etc.
Orientaciones para el combate de resistencia
En el plano concreto del enfrentamiento,
en la Guerra de Resistencia rigen modalidades de combate, ya
comprobadas y de gran eficacia. Al respecto queremos citamos
parcialmente el documento elaborado por Carlos Lanz Rodríguez Lineamientos para enfrentar una eventual agresión militar imperial,
a disposición en Internet. Este documento condensa de un modo preciso,
algunas coordenadas que orientan el accionar popular en el hipotético
caso de una agresión armada de las fuerzas enemigas, a saber:
“-Desarrollo de una Estrategia
Comunicativa Integral, basada en el conocimiento del enemigo, el
despliegue de nuestra propia agenda, el empleo de toda nuestra capacidad
comunicativa, la diversificación de vocería y el marcaje de actores
oponentes.
-Seguridad en el sistema de comunicación
y enlace, acudiendo a la creatividad y la improvisación para
neutralizar la inteligencia tecnológica que emplea el imperio,
particularmente la vigilancia electrónica. En tal dirección, es clave la
compartimentación rigurosa en los organismos de dirección y la adopción
de un sistema de contactos impersonales en los enlaces (uso de buzones y
escondrijos), medidas de contrainteligencia en el empleo de teléfonos,
transmisiones radiales y la utilización de la web.
-Combates de decisión rápida que evitan
ser fijado en el terreno y de esta manera neutralizar la movilización
(fundamentalmente aerotransportadas) y el poder de fuego enemigo.
-Contundencia operativa con el empleo
masivo de explosivos populares que puedan garantizar la cobertura de
fuego con minas y metrallas de todo tipo, los cuales tienen efectos
devastadores en tropas de a pies o en vehículos.
-Articulación orgánica del armamento
popular con los recursos bélicos como el AK, RPG, Minas. Nos toca a
nosotros, los revolucionarios y revolucionarias en todo el continente,
prepararnos al calor de estas premisas, no por afanes guerreristas, sino
por una simple enseñanza de la historia: el imperio hoy no respeta
frontera, no tiene controles ni límites.”
Prepararnos para la guerra contra un Estado fallido
Sumado a las iniciativas diplomáticas y
de solidaridad de los pueblos, de movilización social en rechazo a las
agresiones imperialistas, de las maniobras militares de la FANB con sus
cinco componentes, no debemos cejar en desarrollar y garantizar las políticas de defensa territorial del poder popular para la Guerra de Todo el Pueblo, impulsando decididamente el “Consejo Presidencial para la Defensa Territorial de Venezuela”, como
instancia coordinadora y propulsora, valorando adecuadamente y en
nuestro tiempo, lo señalado por el prestigioso intelectual
norteamericano Noam Chomsky, al destacar desde 2006 que: “…el déficit
democrático que arrastra Estados Unidos y el afán por imponer ‘manu
militari’ sus intereses en todo el mundo hacen de esta superpotencia
global un ‘Estado fallido’. O lo que es lo mismo: un estado que
transgrede el derecho nacional e internacional…”, lo que lo acreditaría
también como un “Estado forajido”, en virtud de su práctica
internacional consuetudinaria de guerra para la dominación y el despojo;
que cual corsario -con la tecnología de nuestro tiempo-, pretende
sustentar ahora sus crímenes, con la coartada de aplicar su “renovada” Doctrina de Seguridad Nacional (National Security Strategy), donde prácticamente USA le declara la guerra al mundo entero
ycon la cual pretende “justificar” sus temerarias sanciones, agresiones
y amenazas contra Venezuela, señalándonos a la vez, como “una amenaza
para la Seguridad Nacional de EEUU”.
Así, nuestro Comandante Hugo Chávez
señalaba en noviembre de 2010: “(…) Yo repito con Noam Chomsky: El
Estado estadounidense es un Estado fallido que actúa más allá de las
leyes internacionales, no respeta absolutamente nada y se siente,
además, con derecho a hacerlo, no responde ante nadie. Es una amenaza no solo para Venezuela y para los pueblos del mundo, sino para su propio pueblo, pueblo que es agredido permanentemente por ese Estado antidemocrático. (…)”
Debemos honrar la reciente apreciación
enaltecedora de su condición de sacerdote verdaderamente cristiano, del
amigo párroco de la Iglesia San Francisco de Caracas, Numa Molina: “En
este momento de agresiones que estamos viviendo los venezolanos, el
pueblo demuestra que ha aprendido a levantarse, eso lo aprendimos del
Comandante Hugo Chávez que nos enseñó a sacar de las dificultades un
nueva misión, un nuevo objetivo, un nuevo triunfo, esas son las pequeñas
batallas que vamos ganando cada día”. En estas condiciones de agresión,
hoy haber “aprendido a levantarse”, “para un nuevo triunfo”, es
prepararnos para la Guerra de Todo el Pueblo, si además queremos ganar
la Paz de nuestro pueblo y Nuestra América.
Juntemos a las consignas, la acción de defensa territorial-popular de la patria
a la que nos conminaba nuestro Comandante Hugo Chávez, en la Asamblea
Nacional: “(…) así como la espada de Bolívar camina por América Latina,
también camina la amenaza imperial y nosotros estamos obligados a seguir derrotando la amenaza imperial por estas tierras. No tenemos más alternativa (…)”
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