(31/08/2010) El Mal de Chagas es conocida como una enfermedad parasitaria tropical causada por el Trypanosoma cruzi (Protozoario o parásito). El proceso de transmisión no es a través de la picadura del insecto comúnmente conocido como “chipo”, sino por medio de un mecanismo reflejo del vector al expulsar las heces y orina durante o inmediatamente después de alimentarse con sangre de una persona o animal.
Es decir, el insecto cuando pica al individuo, excreta heces y orina en el cual están presentes los parásitos. Ahora bien, la transmisión se lleva a cabo al momento en que la persona comienza a rascarse o por contacto directo de la orina y/o heces en la zona de la picadura del insecto, facilitando así el acceso de los parásitos al interior de la piel y a las células.
Cuando esto sucede invade las células y los tejidos adyacentes, y en ese instante es cuando ocurre la infección con el parásito y transmisión de la enfermedad. “Entre otras vías de transmisión existe la oral, la cual sucede al ingerir alimentos contaminados con heces de los chipos o por procesamiento de bebidas no sometidas a cocción (calentamiento), en las cuales están presentes chipos infectados”. Así lo dio a conocer el doctor Hernán Carrasco, durante el ciclo de charlas Encuentro con el Saber Popular dedicado al Mal de Chagas, y efectuado este martes 31 de octubre en el Centro cultural Simón Rodríguez.
Este especialista está trabajando en tres zonas representativas del territorio nacional como el estado Guárico, Portuguesa y Sucre, a través del proyecto: Factores de riesgos asociados a la persistencia de focos endémicos de la enfermedad del Chagas, el cual recibió el respaldo del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, a través del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit). Según el especialista, “esta investigación nos ha permitido conocer la situación actual sobre la enfermedad y cuáles son los puntos neurálgicos que se deben atacar”.
Asimismo está convencido de que este tipo de iniciativas están orientadas a resolver situaciones de salud pública que afectan a la población, particularmente, las comunidades que habitan en zonas rurales y agrícolas, donde la transmisión del Mal de Chagas afectan la calidad de vida y la capacidad productiva de los habitantes.
Control y prevención
Desde hace diez años, Hernán Carrasco, junto a un grupo de investigadores, realiza trabajos de asistencia, diagnóstico y prevención en comunidades endémicas como Barinas, Sucre, Cojedes, Lara, Anzoátegui, y Caracas.
“El apoyo por parte del Ejecutivo Nacional ha sido importante para el desarrollo de las investigaciones y diagnósticos que se han realizado sobre esta enfermedad, así como el Instituto de Medicina Tropical de la UCV, un centro de referencia donde miembros de la comunidad pueden acudir para ser atendidos en caso de haber tenido contacto con el chipo”, indicó Carrasco.
Advirtió que la población debe estar siempre atenta ante esta enfermedad, ya que el Mal Chagas no tiene cura, pero hay tratamientos que pueden salvar al paciente, siempre y cuando se detecte a tiempo, es decir, en la fase inicial del contagio. Sin embargo, muchas veces este período pasa inadvertido y, por ende, se establece la infección, pasando a la etapa crónica, y en esta fase actualmente no hay cura para este padecimiento.
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