El científico venezolano Marcio Meléndez participó en el equipo que hizo
el descubrimiento. Esperan observar el fenómeno en otras partes del
espacio.
La posibilidad de que los vientos producidos en las cercanías de un
agujero negro afecten a la galaxia en la que ocurren e impidan la
formación de nuevas estrellas fue comprobada por un equipo de
investigadores de varias universidades. El venezolano Marcio Meléndez,
investigador asociado en el Departamento de Astrofísica de la
Universidad de Maryland, en Estados Unidos, fue una pieza clave en el
estudio.
El trabajo, que apareció en la portada de la revista
científica Nature, tomó tres años de observaciones. Meléndez explicó que
casi todas las galaxias tienen en su centro agujeros negros
supermasivos, llamados así por tener varios millones de veces la masa de
nuestro sol. En algunas, como la vía láctea, los agujeros negros están
inactivos. Pero hay otras en las que el agujero negro interactúa con
gases y materiales y producen una gran cantidad de energía.
Por
primera vez, el equipo liderado por Francesco Tombesi, también de la
Universidad de Maryland, observó el efecto de estos agujeros negros en
una galaxia activa, la IRASF11119+3257, con la ayuda del satélite
europeo Herschel y el satélite japonés-americano Suzaku. Los primeros
datos los obtuvieron con imágenes en infrarrojo: "La parte exterior
tenía gas molecular moviéndose a velocidades de miles de kilómetros por
segundo. Las moléculas estaban escapando de esta zona. Y nos
preguntábamos qué era lo que estaba ocasionando esto".
Luego,
con un telescopio de rayos X pudieron ver lo que sucedía en las
cercanías del agujero negro. "Había moléculas de gas que se movían a 25%
de la velocidad de la luz que eran capaces de arrastrar una masa solar
de gas". A medida que se alejaban del agujero negro, los vientos se
frenaban, pero conseguían empujar fuera de la galaxia grandes cantidades
de gas.
"Al sacar todo el material, no se pueden formar más estrellas. El agujero negro se vuelve tan poderoso y tan fuerte que se muere y destruye todo lo que pasa en su entorno. No tiene cómo alimentarse ni pueden formarse nuevas galaxias", explicó el físico.
"Al sacar todo el material, no se pueden formar más estrellas. El agujero negro se vuelve tan poderoso y tan fuerte que se muere y destruye todo lo que pasa en su entorno. No tiene cómo alimentarse ni pueden formarse nuevas galaxias", explicó el físico.
Este
mecanismo, que podría ayudar a entender la evolución de las galaxias,
ha servido como punto de partida para otros científicos que han empezado
a hacer observaciones similares en otros puntos. A su vez, ha sido la
corroboración de teorías planteadas anteriormente pero que nunca hasta
ahora se habían probado.
"En el futuro próximo, con la misma
galaxia, solicitaremos la observación con ALMA, un telescopio ubicado en
Chile que puede enfocarse en pequeñas regiones. Y también estamos
tratando de conseguir estos vientos en otras zonas del Universo".
El equipo. El
grupo decidió dónde posar su mirada gracias a la luminosidad que
expedía la IRASF11119+3257 en el infrarrojo, eso les indicaba la
existencia de los vientos. Mientras más brillante, señala Meléndez, más
gas y polvo hay. "Pero esta era perfecta porque tenía mucho gas y polvo,
pero no tanto como opacar la posterior visión con el telescopio de
rayos X".
Así, Tombesi se encargó de la observación con rayos X de
las proximidades del agujero negro y Meléndez analizaba el viento
molecular en la parte más exterior de la galaxia. Además participaron
científicos de la Universidad de Alcalá, en Madrid, España, y de la
Universidad de Keele, en Straffodshire, Inglaterra.
El dato
Marcio Meléndez
Es
licenciado en Física egresado de la Universidad Simón Bolívar en 2002.
En 2004 obtuvo una maestría en Física en el Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas. Cuatro años después obtuvo su doctorado en
la misma materia en la Universidad Católica de América, en Estados
Unidos, desde donde además colaboraba con el Centro Goddard de la NASA,
en Washington. Trabajó un año en la universidad Johns Hopkins y desde
2012 se desempeña como investigador asociado en el Departamento de
Astrofísica en la Universidad de Maryland.
Siguenos a traves de nuestro twitter @elparroquiano
Si deseas comunicarte con nosotros ya sea para denunciar, aportar o publicitar con nosotros, escribenos aca: eparroquiano5@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario