La especialista precisó que las bandas de trata de personas suelen presentar ofertas engañosas. De esta forma consigue llamar la atención de sus víctimas en Venezuela para luego someterlas.
“En la pandemia aumentó la captación por redes sociales a través de ofertas fraudulentas de trabajo, falsas agencias de modelaje o concursos de belleza. Estén pendientes de esas ofertas maravillosas, que se disfrazan en grandes salarios o beneficios”, explicó Ferrer.
Una vez captaron a las personas, las someten a condiciones de esclavitud, servidumbre forzada o explotación sexual. Entre el 75% y el 80% de las víctimas son mujeres con edades entre los 13 y los 35 años.
De acuerdo a las investigaciones, las redes de trata operan especialmente en estados fronterizos como Sucre y Apure. Posteriormente, algunas de las víctimas son trasladadas al extranjero para sufrir explotación.
“Muchas de estas personas objeto de tráfico de migrantes también son víctimas de trata, pero son criminalizadas. En Trinidad y Tobago hay turismo y casas de explotación sexual. Se presume que algunas desaparecidas puedan estar en estos lugares”, dijo Ferrer, según reseñó el diario TalCual.
La experta precisó que la mayor parte de las víctimas provienen de sectores aislados o con mucha precariedad económica. Por tanto, no tienen opciones para presentar una denuncia o recibir protección y asistencia médica.
Ferrer concluyó que el Estado tiene severas falencias para hacer frente a la situación. Por ejemplo, hay problemas para identificar a las víctimas, escasez de funcionarios o cifras oficiales sobre la cantidad de personas afectadas.
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