“Hasta ahora no sabemos nada del suceso de este caso, porque yo como cacique también estoy herido. El señor Olegario dice ahorita que él no fue, y para nada nosotros estamos aquí presos como cualquiera.
El problema no fue por ganado. Yo mandé a miembros míos, de la comunidad de Chaktapa, a comparar cosas hacia Guamopamocha. Pero allá ellos tenían conflictos antes y le cayeron a coñazos a los dos muchachos con puro puño. Primero, cuando los muchachos regresan hacia la comunidad de Chaktapa, ellos nos explicaron que el mandado fue malo porque les cayeron a coñazos, yo les pregunto que por qué ellos tenían conflictos con ustedes. El muchacho Gatu que está aquí, que se llama Alexander, tenía conflictos antes con ellos, más discusiones y peleas.
Bueno, yo dije: vamos a resolver este problema con el cacique Olegario, que está preso aquí. Total que nosotros nos vamos hacia la comunidad Guamopamocha y era verdad que ellos se habían agarrado con los muchachos. Se agarraron con Ebert también, algunos miembros de Olegario se agarraron con Ebert. Yo estuve diciendo que no pelearan, aguantando pues.
Nosotros íbamos caminando, diciendo: esto no se va a solucionar así. En esto viene otro muchacho que se llama Dado, encima mío, a coñacearme, me defendí a puro puño, yo dije: no nos agarramos más a coñazos, yo dije: ya, está bueno ya, nos vamos. Allí no hubo nada, ni tiroteo ni nada. Nosotros caminamos después como 30 metros a las siete de la noche y siento tiros. Siento el tiro, me caí, entonces el señor Ebert se puso a disparar por allí. Yo me caí. Estuve caminando por el pajonal, tenía bastante sangre. Otro tiro le cayó a los muchachos. Nosotros seguimos caminando y Ebert se puso a disparar hacia ellos. No se sabía quién disparaba de aquí para allá. Eso estaba oscuro. Yo sí aclaro bien, que Ebert tenía escopeta. Murió con su armamento.
Los hechos se produjeron en la cuenca del Yaza, que es donde estamos nosotros. Allí se produjo el intercambio de disparos. Yo fui herido, la hija mía, un sobrino mío de 12 años, y el muerto Ebert. Ebert muere allí con ellos, disparando. Le cayó plomo, pero el señor aguantó. Él me gritó: Sabino, me jodieron, me mataron, pa hacerse el grito y dijo esto, muriendo. Había mucho tiro. Yo no entiendo de aquí para allá. Ebert cargaba escopeta, era en la oscuridad ese tiroteo, estaba para cualquiera, eso estaba cayéndole a todo el mundo. Al otro lado estaba Guamopamocha, el cacique de allí es Olegario. Alexander pertenece a la comunidad de Kuse, tiene cacique. En el momento de los hechos Alexander estaba conmigo. Yo no sé nada de la muerte de Mireña, yo estaba caminando por el pajonal. Ebert muere en el momento del tiroteo de los disparos de ambos.
Nosotros seguimos caminando, llegamos hasta Chaktapa, estábamos pidiendo auxilio. Yo estaba herido y con los muchachos heridos. No había ni carro. Yo llamaba a la defensoría del pueblo para que mandara una ambulancia. No yo, perdón, era mi señora la que hablaba por teléfono. La ambulancia no llegó. No llegó nada. De allí, amanecimos allá en la comunidad de Chaktapa. A las 12 llegaron mis familiares, un grupo como de dos camiones de yukpa. Ellos nos recogieron, llegamos al río Yaza. Me dijeron los caciques que yo no podía viajar a Maracaibo porque estaba siendo buscado por muchas autoridades como la PTJ, DISIP, la guardia. En el río Yaza me bajé. Me dijo un cacique que se llama Jesús Terán: quédate, hay muchos problemas en contra tuyo. Total que dije: si vamos a resolver este problema, pregunté: ¿cuál es el problema? Le pregunté yo mismo al cacique: ¿qué problema hay contra mío? Me dijo: Te están echando robo de ganado, de queso, de cochinos, de animales… Entonces le explico: señor Jesús Terán yo no me mantengo robando, yo soy cacique yukpa, agricultor. Trabajo sembrando yuca, también si quieren, revisen los potreros del monte. Si primero los muchachos se llevaron ganado, eso se le devolvió a los guajiros. Para culparme a mí, llevaron el ganado donde yo estaba. Eso se ha hecho. Ya el ganado lo tiene el mismo dueño.
Por radio Fe y Alegría se estaban escuchando muchos rumores, que había robo de animales, de yuca… Eso lo tiraron por la radio, todo me lo ponían a mí. Me ponen todo eso porque yo estoy luchando por el territorio ancestral desde 1982. Estoy luchando por el territorio y todos los ganaderos de aquí de Machiques me tienen arrechera, porque estoy rescatando tierras ancestrales.
Estamos rescatando las tierras para recuperar las comunidades, para beneficiar a las comunidades más olvidadas por el gobierno nacional, y también del gobierno que pasó. Nunca han ayudado a los yukpas que viven en las montañas.
La historia de lucha por el territorio, por la demarcación de las tierras, viene desde 1982. Los yukpas en estos tiempos del 2000, estamos aprovechando la presidencia de la República que está en Caracas, en Miraflores, para que nos ayude en el caso del territorio y tierras ancestrales, para ubicar a los indígenas que están olvidados por el gobierno tanto regional como nacional.
Hasta ahorita no se oye la demarcación de tierra. Los ganaderos quieren cortar mi cabeza. Yo estoy por muerte, me buscan en diferentes partes. Tengo dos años que no bajo para Machiques, no me dejan comprar arroz, fideítos… Los ganaderos me tienen arrechera por buscar la demarcación de tierras, no puedo ir a Maracaibo, Machiques, Caracas. Tengo que estar allí no más.
Hasta ahorita le digo que me encuentro como secuestrado. Yo mismo me trasladé al Hospital Coromoto, allí me agarró la PTJ, me sacaron con camisa y pantalón, así, para hacerme maldad, un pantalón de hospital no más. Del Coromoto me llevaron para el Hospital Militar. Me dijeron allí en el Hospital Militar que el que manda es el coronel Camacho. Me sentía mal en el Hospital Militar, me estaban mamando gallo. Allí la guardia me mamó gallo: que aquí está el famoso Sabino, que hay que matarlo, descuartizarlo, que hay que violar sus mujeres, todo eso. Me decían que me iban a coger a mi señora, que me iban a meter pa el río, me ponían la pistola de noche, me decían “bueno pa matarte”, porque era el famoso ladrón. Me arreché en el Hospital, me vine, me salí de allí. Me vine por emergencia, por mi señora.
Muchos caciques yukpa necesitan mejoramiento. Ya los tukpa necesitan vivir bien… estudiando, ampliando las tierras, trabajando en terrenos amplios o desarrollando la comunidad de pueblos indígenas… que se desarrolle el trabajo, estudio, vivienda, las producciones como malanga, topocho, maíz, ñame… eso es lo que yo explico, entonces como ven ustedes esto, a mí me tienen arrechera.
Hace 27 años de lucha, de mandato, decimos que todos los yukpa piensen pues en rescatar el territorio para ampliar las comunidades o hábitat de pueblos indígenas. Ya ahorita estamos rescatando para tener ambulancias, carreteras vía penetraciones, escuelas en las comunidades, ayuda del gobierno, o vivir cerca del watia para cualquier emergencia: picazón de culebras, niños enfermos, mujeres muriéndose. Todavía los yukpa viven comiendo malanga con sal, y si no hay sal comen malanga sola, no tienen vía de penetración a la montaña, no tienen ayuda del gobierno. En la parte del Yaza hay yukpas sufriendo, como 27 comunidades. Repito: ellos comen malanga con sal, si matan monos, comen mono con malanga, si agarran lapa y cachicamo, comen malanga con cachicamo. Esta es la problemática que hay que resolver.
Nosotros los yukpas, en la ley de yukpas, resolvemos entre nosotros. Esto lo cargo yo: la ley orgánica. Nosotros tenemos nuestra ley cuando los problemas son entre yukpas. Se habla con el señor, y si no fuiste tú, o yo no fui, se busca al señor, se sanciona, y que pague multa en la comunidad.
Yo no estoy de acuerdo con estar preso por este proceso en los tribunales penales. Esto es pura mentira, porque nosotros somos yukpa, tenemos diferentes costumbres, nuestras sanciones, nuestras policías, varios caciques para sancionar en Shirapta, Toromo, Ayapachina, Guasaza, Campa, Tokuko, Camera, Río Yaza… bueno, no menciono más porque hay bastantes caciques que tenemos que reunirnos. Si el miembro mismo sanciona la comunidad o a fuerza otras comunidades, hay que escoger muchas comunidades para sentarnos a hacer una Asamblea y sancionar a la persona que disparó. Eso dura dos días para sancionar, viene ese y queda detenido. Se pregunta quién fue el que se fue o se escapó para Caracas, lo buscan y lo traen hasta aquí, hasta que aparezcan las personas que disparaban contra los mismos pueblos. Las sanciones que se le imponen al pueblo son multas, sembrar yuca, limpiar patios, sembrar malanga. Si tiene animales se le quitan los animales, si tiene vacas se le quitan las vacas, si no tiene nada tiene que estar allí trabajando para el cacique, pues este es un delito grande para nosotros.
A nosotros los caciques nos elige la comunidad, y depende de uno… si uno es fuerte para hablar, la comunidad nos escoge señalando y no con voto, nos reunimos y señalan no mas. La elección se hace hablando. En una reunión que hacemos señalamos al cacique. Antes, tiene que trabajar, tener buena palabra, carácter, expresiones buenas. Se señala a uno solo, no más, no discutimos y no es por votación. No hay varios caciques para escoger. Nuestras funciones como caciques duran en la política yukpa hasta 30 o 40 años. Después de 50 años, el hijo carga con el cargo de su papá. Ahora la política de los watia se está metiendo en las comunidades y los caciques están durando tres años. El que mande tres años es políticamente de los watia. Yo estoy desde hace años. Los watia reconocen a los caciques por conocimiento. Hay vecinos watia que están viviendo al lado de uno, que ya nos conocen. Ustedes son inteligentes también, el watia que se llama Miguel por ejemplo reconoce al yukpa. Hay caciques en diferentes partes. Ya ustedes los watia deben conocer a una comunidad de yukpa, hay que reconocerla. A los caciques nos reconoce la misma comunidad, nos reconoce por nuestro territorio, y la demarcación está todavía en pelea porque el organismo competente tiene que ser watia.
Nosotros queremos estar cerca de los watia, pero sin tenerlos dentro de las comunidades. No convivir con watia, puros yukpa allí. Mi sentimiento dice que hay que convivir con puro indígena para no terminar con la cultura. Ahora se está terminando la cultura, queremos vivir puro yukpa para que haya respeto, para que el watia no esté dentro del territorio, para terminar estas acusaciones. Los yukpa no roban, pedían más bien. Nosotros tenemos límites, entre comunidades, marcamos. Por ejemplo, Shirapta tiene un límite marcado hacia otras comunidades.
Hay que respetar el límite de cada comunidad, y así se quiere hacer con los watia: que el watia respete el límite con los yukpa, por donde va la demarcación, que el gobierno pague bienhechuría, para que salga de allí, para no terminar la cultura, costumbres, baile del yukpa, canción del yukpa, para no terminar de comer mono, cachicamo, para no terminar con las costumbres ancestrales de comer socalar, comer caracol, sembrar yuca, malanga, frijol, Kiochomcho. Como en Bolívar, ya allí demarcaron la tierra, aquí en el Zulia queremos marcar igualito.
Yo tengo entendido que los yukpa hoy en día necesitan su territorio, y estamos buscando la forma de quién va a reconocer a los ganaderos, los parceleros. Yo creo que es el presidente de la República el que le pague las bienhechurías a los watia, para terminar con la demarcación de las tierras.
Ese es el problema que yo tengo, no es robo de ganado, de animales, de yuca, si no rescate de tierras, y seguiré luchando hasta la muerte.”
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