A continuación El Parroquiano reproduce el texto completo de la entrevista realizada por Vanessa Davies al Presidente de la República Hugo Chávez, en la que habla acerca de su enfermedad y de que nunca ha pensado en renunciar a su candidatura
Si la voz es reflejo del bienestar de una persona, basta oír al presidente Hugo Chávez para corroborar que está mejor que nunca. “Me siento inmejorable en el espíritu, en el ánimo, en el alma.
Y el cuerpo, respondiendo de manera extraordinaria en todos los sentidos”, confirmó ayer el Mandatario Nacional, en entrevista telefónica con el Correo del Orinoco.
Hay detalles sobre su enfermedad (cáncer) que el Jefe del Estado se reserva. Forman parte de su experiencia personal, de esa parte de su vida que solamente pertenece a la familia. Pero al preguntarle sobre su candidatura a la Presidencia de la República en las elecciones de 2012, acerca de la cual ha habido decenas de especulaciones, no duda en confirmar que la asumirá.
“Tengo razones médicas, científicas, humanas, amorosas, políticas, para mantenerme al frente del Gobierno y de la candidatura con más fuerza que antes”, enfatizó.
“En lo personal, te digo que no he pensado un solo instante en retirarme de la Presidencia. Si hubiera razones, lo haría; sobre todo si las hubiera en la parte física o mental; sería el primero, y de manera responsable” en hacerlo.
Subrayó que está resuelto “a la recuperación plena. No estamos soñando en el vacío; no estamos soñando con lo imposible. Allá los deseos macabros, perversos, morbosos, de algunos opinadores como Roger Noriega. Noriega es vocero de la CIA. Ahí están algunos voceros de oposición diciendo que no los ‘ayuden’ tanto, pero ¿cómo se desmarcan del imperio?”.
Chávez informó que ya terminó la primera etapa de la quimioterapia, “y aquí estoy”. El tratamiento, aplicado en Cuba, “es un ataque duro a la posibilidad de que brote” la enfermedad “por algún lugar. Por eso es el ataque con quimioterapia: para rechazar cualquier tipo de brote”.
Reiteró que todo lo que le ha dicho al país “está ajustado a la verdad”.
En esta etapa de la recuperación “debo seguir un régimen más estricto” de alimentación y evaluación permanente, “esperando las nuevas etapas de quimioterapia”. Pese a ello “estaré las 24 horas al frente del trabajo, de las responsabilidades”, y una de ellas “es la salud y guardar estricta observancia de los mandatos de la ciencia médica”.
Mas no por ello dejará de festejar su cumpleaños número 57. Y lo hará en Venezuela. Por medidas de seguridad no puede adelantar más, pero sí garantiza una celebración “con mi pueblo como nunca antes”.
EL DISCURSO MÁS CORTO DE FIDEL CASTRO
El líder cubano Fidel Castro, voluntad fundamental en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer del Presidente, “andaba de lo más feliz” el pasado sábado, antes de despedirlo en La Habana. “Tenía en la cara una alegría... Era muy distinto de cómo estaba hace un mes”, confía el Mandatario.
Chávez contó que al regresar a Cuba para iniciar la quimioterapia vivió una jornada “muy intensa”, ya que fue sometido a procedimientos diagnósticos con el equipamiento más avanzado de la isla y del mundo en el área de la imagenología. El propósito era saber si la enfermedad se había extendido por su organismo.
“La segunda operación duró siete horas. Ellos revisaron órgano por órgano, tomaron muestras para ver si había metástasis, y no se consiguió nada. El tumor estaba encapsulado”, recordó. Pero no era suficiente.
Lo cierto, prosigue, “es que al llegar, me hicieron la imagenología completa. Fueron horas y horas con la aplicación de la metodología científica más avanzada que se haya podido calibrar”.
Después de tanto esmero médico-científico, Fidel Castro le dio la buena nueva: “Me dijo que de lo que se estaba buscando, no había nada. Nunca he oído un discurso de Fidel tan corto”, bromea. Inmediatamente, el líder revolucionario cubano le aclaró que eso no significa que el problema terminó.
“Luego, comenzó la quimioterapia en la semana: larga, dura, soportada y asimilada por este cuerpo y esta alma con tanta ayuda” de Cuba, agradece. “Fidel todos los días me visitaba para conversar, comer algo, llevarme un jugo, un detalle. Él es como un padre”.
RESPETAR EL CUERPO
El Jefe del Estado cambió radicalmente con el diagnóstico de cáncer. “El cuerpo que maltraté mucho estoy aprendiendo a respetarlo, a quererlo”, refiere. “Es el cuerpo humano el asiento de esta alma. ¿Cómo uno lo va a irrespetar?”.
Chávez repite, a lo largo de la conversación, que se siente bien. Que su organismo ha aceptado el tratamiento. “Este cuerpo, de casi 57 años, está respondiendo bien”.
Uno, agrega el Jefe del Estado, “puede tener el alma muy bien, pero si sintiera en su cuerpo esto y aquello, o un proceso de degeneración, ¿cómo haría? Yo me siento muy bien, y empeñado en eso: en esta batalla, en la victoria, en todos los sentidos. En la victoria orgánica, moral, espiritual, personal, colectiva”.
El Presidente cuenta que cuando ocurrió el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 , recordó la frase de León Trotski según la cual toda revolución necesita el lát igo de la contrarrevolución para corregir el rumbo. “Ahora digo: a Chávez, que andaba como un caballo desbocado, si n hacerle caso a médicos, horarios, alimentación; sin hacerle caso a la vida, le hacía falta el látigo de u na especie de contrarrevolución orgánica que me ha traído de nuevo a la conciencia de que tengo que vivir. Tengo que cuidar este cuerpo para poder seguir viviendo y luchando, y aportando el grano de arena que me toca, por un tiempo que no se intuye corto, si no adecuado a las exigencias de u n proceso”.
-Usted ha hecho referencia a un proceso que se abre hasta 2030. ¿A qué se refiere?
-Eso no es nuevo en nuestra visión estratégica. Hace años atrás, utilicé una frase que después se quedó. Comenzando la primera década del siglo, hablé de la década del bronce, que sería la que terminó cuando culminó la primera década del siglo XXI. Estaríamos comenzando la década de plata: 2011-2020. Y la de oro sería entre 2021 y 2030. Eso cuadra con el bicentenario del cumpleañero de hoy (ayer). Estoy resuelto a llegar hasta 2031.
Se le pregunta por lo que él ha llamado el “síndrome de Santa Marta”, que se refiere a la muerte del Libertador y a cómo estaba el país en 1830: dividido, con las oligarquías de nuevo retomando el poder. Contesta de inmediato: “Tenemos que derrotarlo. El reto es para estos años que vienen, para poder decirle a Bolívar que no hemos arado en el mar. Hay que cambiar esa frase por esta: ‘Hemos logrado cambiar este mundo; pudimos hacerlo’. Y así, mirar hacia adelante, porque les que dará el reto a nuestros hijos, a esa juventud esplendorosa y amorosa que hoy se levanta. El latigazo de la enfermedad ha provocado en mí más voluntad de vivir, de luchar y vencer”.
TEXTO: CORREO DEL ORINOCO
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