Dispositivos
ópticos y electromagnéticos más pequeños, rápidos, inteligentes y con múltiples
funcionalidades serán fabricados en el futuro gracias a las bondades que ofrece
una novedosa técnica llamada nanofotónica, la cual tiene potencial aplicación
en diferentes áreas, principalmente la electrónica.
La nanofotónica consiste en la
integración de la fotónica (estudio de la interacción de la luz con la materia)
en aparatos pasivos y activos como fuentes de láseres, guías de onda y
circuitos fotónicos, a escala nanométrica (la milmillonésima parte de un metro).
Raphael
Kribich, ingeniero electricista de la Universidad Nîmes y profesor asociado
de la Universidad de Montpellier II, explicó que la nanofotónica “solo es
usada estratégicamente por componentes militares en varios países del mundo,
debido a su modernidad y al alto costo de fabricación”. Sin embargo, aseguró
que la técnica muy pronto dará el salto al ámbito comercial, ya que sus
propiedades permiten optimizar la funcionalidad de numerosos dispositivos
electrónicos, como las computadoras o los sistemas de navegación.
Kribich ha trabajado en el desarrollo de
sistemas de litografía láser para la fabricación de chips fotónicos aplicables
en telecomunicaciones, interruptores termo-ópticos y sensores fotónicos;
actualmente, su línea de investigación la constituye el desarrollo de
integración óptica.
Por
su parte, Pascale Gall-Borrut, ingeniera física del Instituto Nacional de
Ciencias Aplicadas de Lyon (INSA) y profesora de la Universidad de Montpellier
II de Francia, señaló que la microscopía de fuerza atómica permite la caracterización
de superficies con una resolución espacial en el orden del nanómetro, ya que
con ella es posible obtener información acerca de las propiedades mecánicas de
los materiales en estudio.
Gall-Borrut
afirmó estar trabajando en esa técnica desde el año 1984 a nivel experimental,
pues no fue sino hasta principios de la década del 90 cuando diversas compañías
empezaron a implementarla comercialmente. Según la especialista, es una técnica
casi indispensable para entender un problema a escala micrométrica y
nanométrica, “ya que permite estudiar no solo la superficie de los materiales
sino la morfología de los mismos, es decir, mide la fuerza al interior de las
moléculas con actividad biológica” dijo.
Tanto
Gall-Borrut como Kribich fueron invitados recientemente por el Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) para dictar cursos especiales
en nanociencia, donde participaron 55 investigadores y estudiantes de pregrado
y posgrado provenientes de diversas instituciones del país, informó Gema
González, jefa del Centro de Ingeniería de Materiales y Nanotecnología del IVIC
y organizadora del evento.
Además
del contenido teórico, se llevaron a cabo prácticas en laboratorio, “en las
cuales se demostró cómo funciona el microscopio de fuerza atómica con
diferentes muestras, y se explicaron los modos de interacción, los tipos de
imágenes obtenidas y sus respectivas interpretaciones” informó González.
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